El Madrid puede perder a Paulo Iago, la joya de Valdebebas

Desde que lleg¨® a la cantera blanca como prebenjam¨ªn, procedente de Rivas (localidad del sureste de Madrid a 21 kil¨®metros de la capital), Paulo Iago ?lvarez, 17 a?os reci¨¦n cumplidos, ha llevado colgada de la camiseta la etiqueta de diamante de gran valor con proyecci¨®n de primer equipo. Su zurda ha ido cautivando a todos los entrenadores que le han dirigido seg¨²n sub¨ªa pelda?os en la abrupta escalera blanca.

Los rectores deportivos de La F¨¢brica vieron muy claro, desde su llegada, que Paulo ten¨ªa algo diferente, un pellizco de distinci¨®n. Su talento innato, su regate, su definici¨®n, su visi¨®n de juego y su facilidad para dar el ¨²ltimo pase le colocaron como gran apuesta de futuro en Valdebebas. Las comparaciones con Lamine Yamal, tres meses m¨¢s joven, eran habituales y ambos coincidieron en categor¨ªas inferiores de la selecci¨®n hasta que el cul¨¦ protagoniz¨® el gran salto.

Durante la ¨²ltima d¨¦cada, Paulo Iago, madrile?o de ra¨ªces gallegas, ha marcado m¨¢s de 200 goles como canterano. Hasta este verano su evoluci¨®n iba seg¨²n lo previsto. Integrante del Juvenil A de ?lvaro Arbeloa, dos a?os por encima de su categor¨ªa por edad, realiz¨® una pretemporada brillante. Sin embargo, tras una lesi¨®n de tobillo y su regreso del Mundial sub 17, al que no lleg¨® al 100% f¨ªsicamente, todo cambi¨®.

De la noche a la ma?ana, pas¨® de indiscutible a prescindible. Sin recibir explicaciones, Paulo empez¨® a probar con asiduidad el sabor del banquillo. La confianza que el entrenador hab¨ªa mostrado en ¨¦l durante los ¨²ltimos a?os desapareci¨® de repente y ¨¦l se sinti¨® tan sorprendido como decepcionado. Pas¨® de ¡°ojito derecho¡± a recambio casi residual sin saber la raz¨®n. Seg¨²n transcurr¨ªan las semanas y comprobaba que su situaci¨®n no mejoraba, el mediapunta, asesorado por Jorge Mendes, habl¨® con su familia y su agente para replantearse el futuro y abrir la puerta a otras alternativas.

Paulo, madridista casi desde la cuna, renov¨® el pasado verano hasta 2025. Opt¨® por ampliar el contrato un solo a?o m¨¢s y rechaz¨® propuestas muy interesantes que llegaron a Gestifute, la agencia de Mendes. Desde entonces, el guion de la pel¨ªcula ha dado un giro tan importante como inesperado. Ha sido una temporada desilusionante en la que la joven promesa no ha entendido su cambio de rol y le ha costado asimilar la p¨¦rdida de protagonismo. Tampoco comprendi¨® que Arbeloa, un entrenador que lo conoce bien y le hab¨ªa tratado siempre con cari?o, no hablase con ¨¦l para explicarle el motivo de su ca¨ªda en desgracia. Adem¨¢s, en las ocasiones que le sacaba al campo comenz¨® a situarlo pegado a la banda derecha, como extremo, una demarcaci¨®n inusual para ¨¦l y en la que no se ha sentido c¨®modo.

Los rumores sobre una posible marcha del joven talento han encendido las alarmas en Valdebebas y en los ¨²ltimos partidos del equipo de Divisi¨®n de Honor, con el t¨ªtulo de liga ya decidido en favor del Atl¨¦tico, su entrenador le ha devuelto la titularidad, el n¨²mero 10 y su posici¨®n habitual en el campo. Sin embargo, este ¡°arrepentimiento¡± puede llegar tarde.

A Paulo, que acaba de perder a su abuelo materno, le ha dolido profundamente el cambio de opini¨®n y de actitud del entrenador que m¨¢s apostaba por ¨¦l, su disgusto ha ido in crescendo y ese malestar ha alimentado el deseo de muchos clubs importantes de Europa (Alemania, Inglaterra e Italia) de poder pescar un pez gordo en Valdebebas. Las opciones son variadas (dif¨ªcilmente jugar¨ªa en otro equipo de Espa?a) y los proyectos que le han presentado resultan muy seductores en algunos casos.

Su convicci¨®n de que llegar al primer equipo es una misi¨®n casi imposible teniendo en cuenta los precedentes y fichajes como el de Arda G¨¹ler, de edad y posici¨®n similares, hacen que Paulo y su entorno tengan cada vez m¨¢s claro que su futuro est¨¢ lejos del Madrid y busquen la puerta de salida. La p¨¦rdida de afecto y apoyo que siente hacia ¨¦l tampoco ayuda a variar esa percepci¨®n. Le queda un a?o de contrato, pero Mendes tratar¨¢ el asunto directamente con Jos¨¦ ?ngel S¨¢nchez, a pesar de tratarse de un canterano, para encontrar una soluci¨®n. El Madrid puede estar cerca de perder a la joya que con tanto mimo ha cuidado y pulido durante los ¨²ltimos a?os.

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