El futuro en dos Cl¨¢sicos

Montjuic y La Cartuja. Quedan dos Cl¨¢sicos. Quedan dos vidas. Las ¨²ltimas del Real Madrid; probablemente de muchos nombres propios, entre ellos Ancelotti. Son un ahora o nunca. Son un todo, para evitar la nada. Una vez que ha terminado la Champions, el an¨¢lisis es de perogrullo: todo pasa por Liga y Copa. Quedan ocho partidos, 720 minutos (tal vez 750). Y se habr¨¢ terminado la temporada regular, a la espera del Mundial de Clubes. No cuenten con ¨¦l para tomar decisiones, porque puede que no se cuente con ¨¦l. Que entre la ¨²ltima jornada de Liga y la primera de ese torneo, ya haya cambios. As¨ª que el plazo para alzar la voz finaliza el 25 de mayo. En un mes. Termina la Champions, empieza el sprint final.

Este club lo lleva en el ADN, no lo puede evitar: da tanta prioridad a la Champions, que termina mirando muy de reojo al resto de competiciones. Es vox populi entre la afici¨®n. Y un asunto que tampoco se rehuye. Pero todo esto cambia cuando deja de sonar ese himno que es ox¨ªgeno. Que lo es todo. The End. El Madrid no ganar¨¢ esta Champions, pero a¨²n puede hacer un doblete. Y no s¨®lo eso: arrebat¨¢rselo al eterno rival. Es como un rayo de luz entre las tinieblas que oscurecen el presente. Un clavo ardiendo en toda regla. Y puede ser mucho.

S¨ª se puede

El sentimiento dentro del vestuario es que ganar esos dos t¨ªtulos sanar¨ªa la temporada. Porque magullar¨ªa la del Barcelona. Pero la misi¨®n es complicada: 4 puntos separan el trono. El Madrid no depende de s¨ª mismo para recuperarlo, pero sabe que tiene una bala de oro en la rec¨¢mara: Montjuic. Que si lo asalta, tendr¨¢ un mundo ganado. Antes se celebrar¨¢ la final de Copa. Lo dicho: un torneo al que siempre se ha dado una importancia secundaria, incluso terciaria, pero una vez que la final es contra esos colores azulgranas, soldados a las trincheras.

Renovaci¨®n sin renovaciones

La temporada del Madrid pasa por dos Cl¨¢sicos. Por endulzar su amargura, amargando la dulzura del archienemigo. Eso es lo que queda ahora. Las decisiones, como las bicicletas de Fern¨¢n G¨®mez, son para el verano. Y ah¨ª se tomar¨¢n, una vez se haya tomado nota de c¨®mo ha terminado la pel¨ªcula. Si se consuma el drama o la trama, sin embargo, torna en aventura. La ¨²nica certeza a d¨ªa de hoy es el fichaje de Alexander-Arnold: nada ha cambiado en torno a ¨¦l, mantiene su palabra y el club contempla ficharlo para antes del Mundial de Clubes. Complicado, pero lo intentar¨¢.

Un refuerzo vital para un lateral derecho que ha sufrido horrores desde la lesi¨®n de Carvajal. Junto a ¨¦l, se sopesan dos nombres: Huijsen y Zubimendi. Pero no hay nada cerrado, ni mucho menos. Juventud y talento para una reestructuraci¨®n que ya asoma. Lucas tiene muy complicada la continuidad, el tema de Modric pende de un hilo muy fino y, a ellos, se suman potenciales salidas como la de Alaba, por el que se escuchar¨¢n ofertas (es de los jugadores que m¨¢s cobra de la plantilla, por lo que su marcha liberar¨ªa un enorme peso salarial). Piano piano.

Ancelotti, en el alambre

Por ahora, los ocho partidos restantes. Esos 720 minutos (tal vez 750, repetimos). Los mismos que pueden marcar el devenir de Ancelotti: su continuidad m¨¢s que en el aire, est¨¢ en la ingravidez. No hay decisiones tajantes, pero no hay certezas. Quedarle, le queda otro a?o de contrato, pero ¨¦l siempre ha manifestado que cualquier decisi¨®n se tomar¨¢ en consonancia con el club. En la misma rueda de prensa de la eliminatoria contra el Arsenal quiso recalcar su agradecimiento a la instituci¨®n. Quiere seguir, pero nunca ser¨¢ un problema. As¨ª de sencillo. Le quedan dos vidas. Las dos ¨²ltimas. Dos Cl¨¢sicos.

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