El fiest¨®n del mejor Espanyol
El equipo de Diego Mart¨ªnez, en el partido m¨¢s completo del curso, mereci¨® una victoria m¨¢s holgada ante el Betis. Braithwaite, que fue Chan, le da otros tres puntos al equipo perico.
La ¡®pi?a¡¯ perica. El RCDE Stadium fue una fiesta, como hac¨ªa meses que no se recordaba, quiz¨¢s a?os, porque este 2022 que se acab¨® (por fin) no fue demasiado dado a las alegr¨ªas. Como un t¨ªtulo lo celebraron los blanquiazules, que se abrazaron despu¨¦s de que el colegiado se?alara el final del encuentro. Una ¡®pi?a¡¯ junto al banquillo y en el ¨¢rea junto al Gol de Cornell¨¤. Se agolparon los jugadores junto a la Grada Canito para saltar, cantar y festejar la segunda victoria consecutiva en la Liga, que les coloca, a falta de la disputa de toda la jornada, en decimosegunda posici¨®n, acorde con lo que se espera del equipo blanquiazul. Este encuentro ante el Betis ha roto muchos clich¨¦s y ha levantado a los pericos, que ahora pueden ver el futuro sin el ansia de la clasificaci¨®n... al menos por un tiempo.
Golpear primero. Todo fue rodado. Por primera vez en lo que va de temporada, el Espanyol fue por delante al descanso en la Liga. Y con todo merecimiento. Los blanquiazules salieron m¨¢s enchufados, con m¨¢s entereza despu¨¦s de la derrota copera que el Betis, que jug¨® con poco ritmo y solo encontr¨® en la cabeza de Borja Iglesias la oportunidad de marcar. Cabrera sac¨® el bal¨®n cuando se acercaba a la red, que tambi¨¦n se le resisti¨® a ¨¦l en la primera ocasi¨®n del partido: un cabezazo que repeli¨® el larguero. No solo hubo bal¨®n parado en el Espanyol, tambi¨¦n ataques por los costados con centros certeros al ¨¢rea, que en esta ocasi¨®n cont¨® con Joselu y Braithwaite, que adelant¨® a los blanquiazules entrando desde segunda l¨ªnea por sorpresa. El centro solo pod¨ªa provenir de Brian Oliv¨¢n, que acumula cinco asistencias. El Espanyol fue s¨®lido, paciente, maduro y efectivo en ataque, una mezcla que le sirvi¨® para allanar otra victoria trascendental.
De Chen a Chan. El delantero dan¨¦s fue protagonista antes del encuentro, tocado por el a?o nuevo chino que entra en vigor este domingo. Braithwaite, cuyo bisabuelo naci¨® en el pa¨ªs asi¨¢tico, sali¨® al terreno de juego con una camiseta con un nombre en chino (Chan) en homenaje a su antepasado y por la celebraci¨®n del pa¨ªs del propietario del Espanyol. Y con esa magia se adelant¨® a la defensa b¨¦tica y llev¨® al encuentro a un escenario apasionante en el segundo tiempo ante un Betis que se lanz¨® a por la victoria. El Espanyol resisti¨® y pudo marcar el segundo, pero no hay victoria sin sufrimiento en la historia perica. ¡°?Podremos ganar alg¨²n partido por 3-0?¡±, se preguntaban unos aficionados mientras abandonaban el RCDE Stadium.
El desacertado ¨¢rbitro. El partido del Espanyol estaba siendo muy coral. Desde jugadores que ejerc¨ªan el trabajo sucio, como Joselu, sin oportunidades pero con un desgaste en el juego a¨¦reo, en el arte de sacar faltas, aguantar balones y atraer a los defensores b¨¦ticos que liberaban al delantero dan¨¦s o a Puado, que tuvo el 2-0 despu¨¦s de un brillante reverso que dej¨® sentado a Ruibal y que despu¨¦s aprovech¨® Aleix Vidal para empujar el bal¨®n a la red. Gonz¨¢lez Fuertes decidi¨® anularlo por un roce del perico en la cara del b¨¦tico. Decisiones inexplicables al tener el blanquiazul ganada la posici¨®n con una ventaja considerable. El arbitraje fue desesperante con el Espanyol. Darder no par¨® de protestarle al colegiado, una fuente de peque?os detalles que agotaban el vaso de la paciencia.
Darder ¡®Delape?iano¡¯. No solo protest¨® el de Art¨¢, que de nuevo sac¨® de su chistera destellos creativos. En esta ocasi¨®n se disfraz¨® de Iv¨¢n de la Pe?a con un pase que solo exist¨ªa en su cabeza. Puado no atin¨® a remachar a gol despu¨¦s del centro de ?scar Gil, medido al pie. El Espanyol no mataba el encuentro, resist¨ªa con un trabajo estoico la porter¨ªa a cero, sufriendo cada jugada con el coraz¨®n en un pu?o y sin perder la concentraci¨®n. Salieron Calero, Melamed y Rub¨¦n S¨¢nchez para darle ox¨ªgeno, mientras que Vinicius se multiplicaba y ejerc¨ªa otro m¨¢ster como apagafuegos en mediocampo. Esta vez no hubo desatenciones ni nervios. Todo sali¨® redondo.
Un paso de gigante. M¨¢s inestabilidad hubo en la grada y en los aleda?os de Cornell¨¤. Dos horas antes del comienzo del partido, un grupo de aficionados entre los que se pod¨ªan encontrar, seg¨²n los presentes, miembros de los Boixos Nois agredieron a un grupo de miembros de la Curva que preparaban una carpa justo al lado del campo de f¨²tbol de la UE Cornell¨¤. Ya en el campo, el Espanyol llam¨® la atenci¨®n por la megafon¨ªa del estadio a los hinchas b¨¦ticos, que poblaron dos pastillas de la zona superior, que lanzaban objetos a los hinchas blanquiazules. Un ambiente que no se traslad¨® al c¨¦sped, donde Espanyol y Betis pelearon de t¨² a t¨² por una victoria de manera deportiva y que cay¨® del lado del m¨¢s necesitado. El Espanyol, ahora s¨ª, sube a planta. Est¨¢ estable tras pasarlas canutas pero no debe relajarse.