El Expediente X del Espanyol
Otro error individual, en este caso de nuevo del portero ?lvaro Fern¨¢ndez, deja al equipo sin una victoria fabricada con el talento de Joselu y Darder y en situaci¨®n inc¨®moda.


El m¨¢s all¨¢. Al Espanyol lo ha mirado un tuerto o le hacen vud¨². Solo desde el m¨¢s all¨¢ se puede explicar el sainete de errores de estas primeras siete jornadas del campeonato que mantienen a los blanquiazules con solo cinco puntos y sin victorias en casa. No hay razones que expliquen los errores de Cabrera ante el Sevilla como tampoco hab¨ªa para argumentar la inseguridad de Lecomte ni hay ahora despu¨¦s de los dos ¨²ltimos errores de ?lvaro Fern¨¢ndez, clamorosos, que en esta ocasi¨®n dilapidaron a los de Diego Mart¨ªnez cuando ganaban 2-1 gracias al talento de Joselu y Darder. Tambi¨¦n sobr¨® esa expulsi¨®n absurda de Braithwaite. Pero el se?alado fue el portero, que acab¨® llorando, desconsolado, abrazado al poste. Solo en su cabeza ese despeje al aire iba fuera de la meta. Fue dentro. Cuando vio el bal¨®n en la red se desmoron¨®, como la primera victoria del equipo perico que tanto cost¨® edificar.
La porter¨ªa. El Expediente X de la meta del Espanyol sigue sin resolverse. Despu¨¦s de no renovar a Diego L¨®pez ni a Oier Olaz¨¢bal, la direcci¨®n deportiva empez¨® el curso con Benjamin Lecomte, quien ha durado de titular tres jornadas despu¨¦s de su inseguridad incial. El franc¨¦s ven¨ªa de no jugar en el Atl¨¦tico y de tener una amplia carrera en Francia, pero su le vio de inicio esa falta de confianza. Tampoco se le han dado oportunidades a Joan Garc¨ªa, que el curso pasado tambi¨¦n fue protagonista con errores que costaron goles en los minutos que jug¨®. Y ahora ?lvaro, que lleg¨® al l¨ªmite del mercado y en los dos ¨²ltimos encuentros ha recibido dos goles con dos errores grotescos. Recuperar la meta, sea quien sea el portero, es condici¨®n sine qua non para no sufrir.
Comod¨ªn Calero. Antes de que llegara ese mazazo, el partido empez¨® con un cambio con respecto al duelo del Reale Arena. Corto de efectivos, debido a las lesiones y a la incompleta plantilla, Diego Mart¨ªnez coloc¨® a Calero como lateral en lugar del joven Omar, que hab¨ªa salido de inicio ante la Real Sociedad. El vallisoletano ya ha actuado de central y de mediocentro, ahora de lateral, perdedor en el duelo con Lino en la primera mitad, quien a partir del minuto diez encontr¨® un atajo hacia al ¨¢rea. Era previsible. El Espanyol tiene en la derecha un agujero de volc¨¢nicas dimensiones juegue quien juegue. Tambi¨¦n en ataque, pues Puado (a quien Mara?¨®n le regal¨® una camiseta que conmemora sus 100 partidos), sustituido al descanso, no acaba de tomar buenas decisiones como le ocurri¨® despu¨¦s al denostado Aleix Vidal.
Las prisas. Lo dijo Solsona en AS, con buen tino. El Espanyol juega acelerado. Corre m¨¢s que templa el juego. No es de extra?ar entonces que se encuentre m¨¢s c¨®modo en aquellos momentos de caos, como esos primeros diez minutos en los que tiene aire para asfixiar al rival con la presi¨®n o aquellos en los que el juego se descontrola y el bal¨®n transita de ¨¢rea a ¨¢rea, como a partir del minuto 60. El Espanyol es un equipo nervioso, que como dice su entrenador va al l¨ªmite porque hasta las curvas las toma a m¨¢xima velocidad. Y en ese ida y vuelta, en jugadas aisladas y desorden, apareci¨® esa br¨²jula que se estrenaba como capit¨¢n y que estuvo a punto de darle la primera victoria al Espanyol en su estadio.
El sue?o de Darder. Aunque a Darder le gustan los equipos corales, que toquen el bal¨®n y dominen el juego, el mediocentro tambi¨¦n se distingue por ser un solista y sobresalir en el caos. No sabe si tiene alma de director de orquesta o de estrella de rock, y este domingo ante el Valencia se disfraz¨® de lo segundo. En una recuperaci¨®n de bal¨®n a priori intrascendente, el balear aun¨® en la jugada todas las virtudes que le hacen diferencial. Esa calidad t¨¦cnica para irse de su marcador, ese f¨ªsico que le permite conducir el bal¨®n m¨¢s r¨¢pido que como si no lo tuviera en los pies y ese disparo envenenado, medio empeine medio exterior que sorprendi¨® a Mamardashvili. Gol, locura y coraz¨®n perico. Aire para un Espanyol que apenas respir¨® tranquilos unos minutos hasta que lleg¨® el error de ?lvaro que les dej¨® de nuevo ahogados. Al equipo le cuesta un mundo y encima se tira piedra contra su propio tejado. Un Expediente X para investigar profundamente.