El Espanyol, un camale¨®n monocolor
El Celta baila en su estadio al Espanyol, que encadena su tercera derrota consecutiva con los gritos desde la grada de ¡°directiva dimisi¨®n¡± y de ¡°estamos hasta los huevos¡±.
Armario sin pieles. El secreto del camale¨®n es ser capaz de mudar la piel en funci¨®n de las circunstancias para pasar inadvertido y de esta forma protegerse. Una virtud que pretende poseer el Espanyol, como define Diego Mart¨ªnez, con tal de ser rico t¨¢cticamente, poder adaptarse a cualquier situaci¨®n de partido y ser indetectable para los rivales. Pero el equipo blanquiazul, que acumula tres derrotas seguidas por primera vez en el curso, se ha quedado sin colores, como ante el Celta, donde perdi¨® ante un igual y donde fue incapaz de imponerse en la primera mitad y de sobreponerse en el segundo tramo, a diferencia de lo s¨ª ocurri¨® otras tardes en el RCDE Stadium. Un camale¨®n monocolor es un animal desprotegido y v¨ªctima de cualquier inclemencia en esta Liga que es tan peligrosa como una selva para los equipos de la zona baja. El Espanyol sigue ahora mismo sin inmunidad.
De la lupa al telescopio. El partido del Espanyol se puede analizar desde la lupa o desde el telescopio, haciendo hincapi¨¦ en los 90 minutos o trasladando lo que se vio al com¨²n de la temporada. El equipo perico se qued¨® a mitad de camino, no fue agresivo con todas las consecuencias en la presi¨®n ni tampoco se escondi¨® en el ¨¢rea de Pacheco, y en esa zona de tr¨¢nsito se cocieron los dos primeros tantos que aniquilaron el encuentro. Veiga y Aspas, que acumulan 21 dianas, se impusieron a Braithwaite y Joselu en el particular duelo goleador, mientras que despu¨¦s del descanso y tras el habitual carrusel de cambios que convierte la alineaci¨®n en un cubo de Rubick, el equipo perico languideci¨® con los minutos con nada que echarse a la boca m¨¢s all¨¢ de un error clamoroso de Joselu, que esta vez no atin¨® en la escuadra como en el Bernab¨¦u. La moneda le sali¨® cruz y el Espanyol se qued¨® tambi¨¦n sin ¨¦pica cuando desde la grada se escuch¨® el, ya cl¨¢sico a lo largo de las ¨²ltimas campa?as, ¡°estamos hasta los huevos¡± y un t¨ªmido ¡°Diego vete ya¡± que no fue a mayores, silenciado por otros sectores, o el manido ¡°directiva dimisi¨®n¡± que remonta a a?os ha y que este s¨ª fue m¨¢s mayoritario.
Viejo conocido. Antes de ese volc¨¢n, el del c¨¦sped y el de la grada, en la espera en uno de los bares habilitados en el RCDE Stadium, dos aficionados charlaban sobre el partido y se fijaban en Denis Su¨¢rez: ¡°Yo saldr¨ªa a comerme el campo, si me tuvieron casi un a?o sin jugar (sic.) hoy debe ser mi d¨ªa¡±. Diego Mart¨ªnez apost¨® por el gallego en un Espanyol m¨¢s propositivo en el juego en el comienzo, pero igual de inocente en sus ataques, con el gallego sin intervenir demasiado en el juego m¨¢s all¨¢ de tres acciones aisladas en las que remat¨® a las manos de Villar, puso un centro sin peligro despu¨¦s de zafarse de dos rivales y le sac¨® una amarilla a Javi Gal¨¢n. Su¨¢rez no se relaciona con Darder porque a este Espanyol le cuesta, como as¨ª ha sido durante todo el curso, construir los ataques con fluidez como s¨ª hizo el Celta, m¨¢s punzante cuando encontr¨® los espacios como la jugada del 0-1, un compendi¨® de nivel t¨¦cnico, buen posicionamiento y creaci¨®n de espacios para que Gabri Veiga fusilara a Pacheco con la misma precisi¨®n que un francotirador.
Un pollo sin cabeza. El propio ex jugador del Celta fue la ¨²nica novedad en la alineaci¨®n de Diego Mart¨ªnez, quien de nuevo apost¨® por Cabrera de lateral ante la inesperada baja de Brian Oliv¨¢n, que el jueves en sala de prensa hab¨ªa asegurado que ¡°forzar¨ªa¡±. No le lleg¨® al catal¨¢n y el Espanyol adoleci¨® por los costados, especialmente por el izquierdo, donde Cabrera, que empez¨® el encuentro haciendo una ruleta aplaudida por la grada, fue perdiendo la posici¨®n y la posesi¨®n, y acab¨® desangrado en la acci¨®n del penalti sobre Carles P¨¦rez, extremo en Sant Adri¨¤ y despu¨¦s en La Mas¨ªa, producto del fructuoso f¨²tbol catal¨¢n. Cabrera fue sustituido al descanso, reflejo de la decisi¨®n err¨®nea de situarlo en ese costado. El Espanyol se volc¨® en una segunda mitad en la que corri¨® como pollo sin cabeza.
Un caos il¨®gico. ?scar Gil, Gragera, Montes y Puado fue la defensa que acab¨® el encuentro, con jugadores de ataque como Melamed, Braithwaite, Joselu, Aleix Vidal, Darder, Exp¨®sito... Un caos que no le sali¨® demasiado bien a los blanquiazules, que vieron como cay¨® el 0-3 con una jugada bien hilvanada de los de Carvalho que rubric¨® el propio Carles P¨¦rez, que se coron¨® en la que fue su casa de ni?o. El f¨²tbol es tan azaroso que hasta en el desorden se encuentra alguna l¨®gica aunque todo sea il¨®gico, como la que el Espanyol anotara de c¨®rner por medio de Gragera, quien se estren¨® en Primera, y de que los 26.231 espectadores que completaron la mejor entrada del curso fueran desfilando uno a uno cuando se acercaban los minutos finales y el partido estaba decidido. No encontraron m¨¢s argumentos sobre el c¨¦sped. Un camale¨®n que se qued¨®, una semana m¨¢s, sin sus colores.