El Espanyol, material reactivo

En un partido de alto voltaje, con m¨²ltiples discusiones entre jugadores y entradas de tarjeta naranja, el Espanyol se rehizo del gusto amargo de Brighton con un meritorio empate ante el N¨¢poles (0-0), tercer clasificado el curso pasado de la Serie A, y club que se ha reforzado este verano con 59 millones. Los de Diego Mart¨ªnez, que llegaban con numerosas bajas entre ellas la de RdT, realizaron un magn¨ªfico ejercicio defensivo, sujetos en la primera mitad por el meta Lecomte, pero evidenciaron su falta de recursos con el bal¨®n. Apenas hubo posesiones, ni ocasiones y el equipo local llev¨® el peso durante todo el encuentro.

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Por eso mismo, este Espanyol es material reactivo. Radioactivo, incluso, para los rivales cuando tienen el bal¨®n en el campo propio. La presi¨®n adelantada y asfixiante, que lleva al equipo de Mart¨ªnez a ser agresivo (tres amarillas en 45 minutos), es el sello de identidad de un Espanyol que sali¨® m¨¢s concentrado en defensa y seguro de s¨ª mismo que en Brighton. Esa tensi¨®n igual¨® las prestaciones de un N¨¢poles que control¨® el juego con Lobotka y Anguissa, pero que solo encontr¨® a Osimhen como hombre peligroso. Oliv¨¢n y, especialmente, Omar, pusieron un peaje insuperable por los costados.

Sin capacidad para crear ocasiones a trav¨¦s del juego posicional, el Espanyol se aproxim¨® al ¨¢rea gracias a sus recuperaciones o a los balones largos de Lecomte o Cabrera. Joselu prob¨® de lejos un remate que se acomod¨® en las manos de Meret. Melamed no concret¨® dos ¨²ltimos pases y Cabrera remat¨® muy desviado un cabezazo franco que le sirvi¨® Darder. Mientras tanto, Lecomte se convert¨ªa en el salvador del equipo perico. Le sac¨® un mano a mano a Osimhen y despu¨¦s un cabezazo a bocajarro, y desvi¨® con los pies un tiro de Kvaratskhelia, una parada tan extra?a como el nombre del georgiano.

La proximidad de la Liga provoc¨® que ambos equipos mostraran una intensidad de partido oficial, pero no ten¨ªa la misma intenci¨®n el colegiado, obligado a ametrallear a tarjetas cuando ve¨ªa que el partido se le pod¨ªa ir de las manos. Incluso el presidente del N¨¢poles, Aurelio De Laurentiis, que vio el encuentro junto al banquillo, salt¨® al campo en un trifulca entre Jofre Carrera y Osimhen, como fuera un director de cine. As¨ª acab¨® una primera parte en la que a Joselu, Rub¨¦n S¨¢nchez o Calero, que actu¨® de nuevo de mediocentro, apenas se les pudo ver con el bal¨®n en los pies.

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Tras el descanso, por unos momentos, ambos equipos bajaron revoluciones. El Espanyol sigui¨® firme con su l¨ªnea de cuatro, y la entrada de ?scar Gil y de Simo no merm¨® la seguridad. Bien cerrado por dentro, el N¨¢poles se estrell¨® una y otra vez y el conjunto de Diego Mart¨ªnez encontr¨® espacios para tambi¨¦n rematar a porter¨ªa. Lo hizo Luca en dos ocasiones, muy claras. La primera, tras un c¨®rner, el bal¨®n se estrell¨® en el poste. La segunda, gracias a una peinada de Joselu, su lanzamiento lo desvi¨® Contini a c¨®rner. Incapaz el equipo de Spalletti de doblegar al Espanyol, que no par¨® de perseguir a sus oponentes en un elevado esfuerzo f¨ªsico (en el minuto 85 hasta dos jugadores se lanzaron al suelo exhaustos en busca de atenci¨®n m¨¦dica).

Darder se retir¨® con molestias estomacales. El Espanyol, con arrojo, aguant¨® de pie y se llev¨® un 0-0. No pod¨ªa aspirar a mucho m¨¢s. Diego Mart¨ªnez pide fichajes y sabe que, a d¨ªa de hoy, no le puede pedir excesivas cosas al equipo. En una semana, se inicia el cronometraje de la temporada y el reloj ya no se detiene.