El d¨ªa que Rub¨¦n Baraja perdi¨® los nervios ante Garc¨ªa Pimienta

Corr¨ªa mayo de 2018. Las pulsaciones estaban a mil revoluciones. El Molin¨®n tragaba saliva porque a su Sporting se le escapaban las opciones de ascender a Primera Divisi¨®n de forma directa. Enfrente, un Barcelona B casi desahuciado, en puestos de descenso a Segunda B. Quedaban diez minutos para el final y el marcador se?alaba 2-2. El Sporting no pod¨ªa permitirse el lujo de tropezar porque s¨®lo tendr¨ªa tres partidos m¨¢s para evitar un playoff que m¨¢s tarde fue letal.

En el minuto 80, un bal¨®n sali¨® de banda. All¨ª, Rub¨¦n Baraja evit¨® con un agarr¨®n que Sergi Palencia, jugador del filial cul¨¦, sacase r¨¢pido y armase una contra. Sin VAR todav¨ªa en nuestro f¨²tbol, el colegiado ¡®caz¨®' al Pipo y le expuls¨® por ¡°sujetar a un adversario, derrib¨¢ndole, estando el juego detenido y cuando se dispon¨ªa a ejecutar un saque de banda¡±, rez¨® el acta de aquel partido. Baraja, caliente desde su banda, no lo pudo evitar y actu¨® como si todav¨ªa estuviese en el verde, vestido de corto.

Aquella acci¨®n tuvo da?os colaterales para todos. El Sporting, casi en la siguiente acci¨®n tras la expulsi¨®n de su t¨¦cnico, perdi¨® 2-3 por culpa de un golazo de Nahuel Leiva. La derrota dej¨® casi sin opciones de ascender de forma directa a Primera y en el playoff, el Sporting se despidi¨® del ascenso a las primeras de cambio frente al Valladolid.

Peores consecuencias tuvo la jugada para Rub¨¦n Baraja porque el ¡®Pipo¡¯ dej¨® ¡®hu¨¦rfano¡¯ a su equipo por aquella expulsi¨®n. Fue castigado con cuatro partidos. Sin embargo, la jugada s¨ª le sirvi¨® al t¨¦cnico vallisoletano para controlarse mucho m¨¢s en los banquillos. Fue un aprendizaje para Baraja. En la misma rueda de prensa, se disculp¨®. ¡°Ha sido un acto reflejo. Me llega la pelota y trato de evitar que no saquen. No me duele pedir perd¨®n para rectificar. Con la ansiedad, he cometido un acto reflejo y he tomado una mala decisi¨®n. Me he equivocado¡±, se?al¨® Baraja.

Aquel acto reflejo marc¨® un antes y un despu¨¦s en la carrera del ¡®Pipo¡¯. El t¨¦cnico, aunque siempre se ha mostrado muy en¨¦rgico desde el banquillo, nunca ha repetido una escena como aquella de 2018. Curiosamente, Garc¨ªa Pimienta era el entrenador del Barcelona B que termin¨® desquiciando a Baraja y le hizo perder los papeles. El s¨¢bado el catal¨¢n se reencontrar¨¢ con el vallisoletano en Las Palmas-Valencia. Ambos se han consolidado en un banquillo de Primera y seguro que por su mente pasar¨¢ aquella expulsi¨®n, una an¨¦cdota m¨¢s de las muchas que viven los entrenadores a lo largo de su carrera.