El cenital de Bellingham
El ingl¨¦s disputa su primer gran partido con el Real Madrid. Oportunidad para demostrar que tambi¨¦n puede ser decisivo en las noches clave. Va a gol por velada.
Cayeron Athletic, Almer¨ªa, Celta, Getafe, Real Sociedad y Union Berlin. Uno tras otro. V¨ªctimas de la guada?a de Bellingham, afilada hasta cortar el viento. El chico de Birmingham aterriz¨® en Madrid decidido a ganarse al madridismo antes de la hora del t¨¦... y ya lo tiene en el bolsillo. Lo ha hecho parecer f¨¢cil y eso es lo extraordinario. Pero el espectacular arranque del Madrid no se entender¨ªa sin su eficacia.
Ya lleva seis goles entre todas las competiciones (cinco en Liga y uno en Champions), una media imposible de simplificar m¨¢s: cada partido, marca uno. Sin treguas, sin descansos. Cuando juega, uno corre de su cuenta. Pero ante la firmeza defensiva (el Madrid s¨®lo ha recibido tres zarpazos en lo que va de curso), esas balas certeras han dado duelos enteros. Sucedi¨® ante el Getafe, ante el Celta y frente al Union Berlin, el pasado mi¨¦rcoles. H¨¦roe indiscutible de Chamart¨ªn: sin sus tantos, el Madrid tendr¨ªa ocho puntos menos.
Ya saben, por diciembre puede que el ¡®Hey Jude¡¯ ya haya sonado m¨¢s entre Rafael Salgado y Concha Espina que en el emblem¨¢tico Cavern Club. Y eso es culpa suya. Del fervor que ha sembrado en un equipo que no se entiende sin ¨¦l, pese a que Ancelotti decida ponerle una dosis de humor. ¡°?Qu¨¦ sinti¨® al ver a Bellingham marcharse del entreno el viernes (por unos problemas estomacales)?¡±, le preguntaron. ¡°Me puse a llorar tres o cuatro horas (r¨ªe). No, bueno, ahora en serio. Si no hubiese estado, no tampoco nos pondr¨ªamos a llorar. Tengo a otros jugadores¡±, zanj¨®. Pero entre mueca y mueca, se antoja inevitable imaginarse c¨®mo ser¨ªa el Madrid esta noche si le faltase su 5. Como poco, muy diferente. No ser¨¢ el caso: Bellingham est¨¢ al 100% y ser¨¢ titular¨ªsimo.
?C¨®mo va a rendir en un partido grande?
Un partido que es mucho m¨¢s que eso (topicazo que, por una vez, se cumple). Porque si a¨²n hay detractores del ¡®tsunami Bellingham¡¯, gente que considera que sus n¨²meros tienen una dosis suficiente de suerte como para rebajar el sufl¨¦... hoy es la noche de partir la mesa. Y lo sabe. ?Puede decidir, tambi¨¦n, en partidos grandes? Primera oportunidad. Es su estreno en un partidazo con la el¨¢stica blanca. Y, de momento, no s¨®lo llega imparable, sino con la hemeroteca a favor: no perdi¨® ninguno de los tres derbis que jug¨® en Alemania (dos victorias y un empate ante el Schalke). Se le dan bien, pero hoy, con el mundo mirando, le toca demostrarlo. Volver a abrir los brazos ante los flashes. Seguir dando que hablar. O que callar.