El caso De Jong, al l¨ªmite
En los dos ¨²ltimos dos partidos, Flick ha hecho los diez cambios posibles y el holand¨¦s no ha tenido ni un minuto. Su caso es cada vez m¨¢s llamativo, como si hubiera tirado la toalla.
El ¡®caso Frenkie de Jong¡¯ es m¨¢s llamativo cada minuto que pasa. En los dos ¨²ltimos partidos, y pese a estar disponible y aparentemente sano, no ha sido siquiera uno de los cinco cambios de Hansi Flick. El alem¨¢n agot¨® las sustituciones contra Legan¨¦s y Atl¨¦tico, pero no consider¨® oportuno introducir en el campo al holand¨¦s. Hasta Eric Garcia, central que s¨®lo puede jugar de mediocentro en casos de emergencia, le ha pasado por delante. El ex del Manchester City fue quien sustituy¨® a Casad¨®.
M¨¢s all¨¢ de su flojo rendimiento en los partidos contra el Betis, en el que cometi¨® un penalti evitable sobre Vitor Roque; y contra el Borussia Dortmund, en el que compareci¨® con una marcha mucho m¨¢s baja de la que demandaba el partido como se comprob¨® f¨¢cilmente en los duelos que perdi¨®, es dif¨ªcil pensar que no hay mar de fondo con De Jong.
Las causas de su ostracismo pueden ser m¨²ltiples: falta de ritmo, de confianza en su tobillo derecho por la sindesmosis que ha arrastrado durante meses, de comunicaci¨®n con sus compa?eros y con el t¨¦cnico¡, hasta de ¨¢nimo. Da la sensaci¨®n, por momentos, de que Frenkie de Jong haya tirado la toalla y empezado a admitir que nunca triunfar¨¢ en el Bar?a, su gran sue?o. El ex jugador del Ajax parec¨ªa el prototipo perfecto de jugador para el club azulgrana. Holand¨¦s, con todo lo que eso representa en la l¨ªnea del tiempo del Bar?a, y criado en una escuela similar a la de La Masia, irradiaba felicidad a su llegada a Barcelona, cuando paraba en la puerta de la Ciutat Esportiva para hacerse fotos con los aficionados, que lo ve¨ªan como un referente y el l¨ªder del futuro. Pero en lugar de consolidarse, su rendimiento, salvo en la temporada en la que Koeman estuvo al mando, ha ido a menos. Por el modus operandi de Flick en sus primeros meses, adem¨¢s, queda claro que la disciplina y el compromiso absoluto son los primeros mandamientos para jugar con ¨¦l. Si ha detectado una bajada de brazos, quedar¨¢ fuera del n¨²cleo duro que participe.
Al contrario que con Raphinha, ser uno de los capitanes no ha terminado de empoderarle. La lesi¨®n le ha lastrado, mantiene una guerra fr¨ªa con el club desde hace mucho tiempo por su alt¨ªsimo salario, y no ha renovado un contrato que acaba en 2026. Algo distante con Xavi por diversas circunstancias, pareci¨® que con Flick podr¨ªa volver a coger vuelo. Pero, de momento, la cosa ha ido a peor. Ya no es ni suplente y se va de vacaciones tocado. Hasta Eric Garcia, en una posici¨®n que no es la suya, ha pasado por delante de ¨¦l.
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