El ¡®Carletto¡¯ m¨¢s flexible
Ancelotti es un ganador sin ser un talib¨¢n del esquema. Ahora probar¨¢ un 4-3-1-2 para acomodar a Bellingham. Ya lo hizo con Zidane, Pirlo, Lampard, Kak¨¢...


Es como un junco, se adapta a las circunstancias sin quebrarse por la tozudez t¨¢ctica. Carlo Ancelotti no se ata a ning¨²n esquema fijo y le toca volver a demostrarlo esta temporada. ?Que se va el goleador (Benzema) y el gran fichaje es un centrocampista (Bellingham)? Non c¡¯¨¨ problema, que dir¨ªa Carletto. El 4-3-1-2 que quiere experimentar el transalpino durante esta pretemporada para darle preponderancia a la llegada de Bellingham justo por detr¨¢s de Vinicius y Rodrygo es la en¨¦sima vuelta de tuerca en cuanto a dibujos del veterano (1.246 partidos oficiales) y triunfal t¨¦cnico (cuatro Champions). Antes ya dio muestras de su capacidad para encontrar soluciones variadas...
Un inicio ¡®atado¡¯ al 4-4-2
En su arranque en los banquillos, Ancelotti se encontr¨® con el eterno dilema: ?sistema fijo o adaptar el dibujo a c¨®mo son sus futbolistas? Opt¨® por lo primero. ¡°S¨®lo con la experiencia comprend¨ª que cuando un entrenador se dispone a formular su trabajo debe, en primer lugar, conocer a fondo las caracter¨ªsticas de sus jugadores y s¨®lo despu¨¦s adoptar¨¢ y desarrollar¨¢ un sistema que permita a cada jugador manifestar sus cualidades lo mejor posible¡±, escribe el t¨¦cnico en su libro Il Mio Albero di Natale (2013). En la Reggiana su 4-4-2 ortodoxo le fue bien, pero en el Parma ese dibujo se tropez¨® con el talento como diez de Zola, que tuvo que irse al Chelsea... Tambi¨¦n se opuso a la compra de Roberto Baggio. Ancelotti se prometi¨® no volver a ser tan r¨ªgido.

Un 3-4-1-2 para Zizou
Cuando la Juventus contrat¨® a Ancelotti en 1999, Carletto cambi¨® el chip. La Vecchia Signora gravitaba alrededor de un crack que no encajaba en un 4-4-2 can¨®nico. ¡°Sin Zidane el autob¨²s no sal¨ªa, ni siquiera aunque se retrasase una hora, as¨ª que era impensable que yo idease un m¨®dulo de juego que no le pusiese en el medio del proyecto¡±, recuerda el transalpino. ¡°Abandon¨¦ mi querido 4-4-2 para pasar a un 3-4-1-2 que me permit¨ªa usar al jugador m¨¢s importante en la posici¨®n m¨¢s adecuada para ¨¦l¡±. Ancelotti, incluso, prob¨® un 4-4-1-1 con Zizou por detr¨¢s de Inzaghi en unas semis contra el United...

El ¡®tornado¡¯ Kak¨¢ y el 4-3-1-2
En Mil¨¢n, otra reinvenci¨®n. ¡°Kak¨¢ fue un tornado que sacudi¨® nuestro sistema; pasamos al 4-3-1-2 para resaltar lo que considero que debe ser un mediapunta moderno¡±. Una disposici¨®n que puede recordar a la que se podr¨ªa verse en el Real Madrid 2023-24 con Bellingham. Luego, en 2002, otra vuelta de tuerca. Pas¨® a un 4-3-2-1, el famoso ?rbol de Navidad por su similitud a un abeto. Lo ide¨® para fortalecer la calidad de Pirlo como v¨¦rtice del juego en la l¨ªnea de tres.

Un Lampard m¨¢s incisivo
Ancelotti aterriz¨® en Stamford Bridge en 2009 y aunque parti¨® de un ?rbol de Navidad al estilo milanista, r¨¢pido se percat¨® de que Lampard no terminaba de dar el m¨¢ximo. ¡°La posici¨®n de mediapunta no le permit¨ªa su mejor caracter¨ªstica, la entrada sin bal¨®n en el ¨¢rea rival. Lo solucion¨¦ descentrando a Malouda ligeramente a la izquierda y cre¨¦ un espacio para Lampard¡±. Con esa f¨®rmula hizo 27 goles, su r¨¦cord.

Par¨ªs y el Bayern...
Ancelotti fue el t¨¦cnico del primer PSG de los megafichajes y decidi¨® retornar al 4-4-2. Ese potencial 4-3-1-2 para potenciar a Bellingham lo emple¨® tambi¨¦n por momentos en Par¨ªs (con Pastore de enganche gan¨® 2-0 el siempre caliente duelo al Olympique de Marsella) y en M¨²nich. Aunque en el Bayern comenz¨® con un 4-3-3 antes de decantarse por un 4-2-3-1, ese 4-3-1-2 se vio, por ejemplo, en un 0-2 al Ingolstadt, con Thiago por detr¨¢s de Lewandowski y M¨¹ller. En el Everton tambi¨¦n recurri¨® a ese sistema en un 3-3 contra el United con James Rodr¨ªguez escalonado antes de Calvert-Lewin y Richarlison.