El C¨¢diz respira y hunde al Valencia

Si hay un equipo capaz de crecerse en la adversidad ese es el C¨¢diz. Los amarillos se mueven en el filo de la navaja como nadie y aunque le quitan a?os de vida a su gente, cada victoria se celebra el doble (o el triple). Los de la Tacita de Plata se alejan del descenso y lo hacen tras vencer con el sufrimiento que le caracteriza, a un Valencia que s¨®lo se meti¨® en el partido tras un error de Ledesma. Escalante y Guardiola hicieron los goles locales; y Lino, el visitante. Hab¨ªa dudas sobre como podr¨ªa afectarle a los de Sergio la inesperada derrota ante Osasuna, un equipo salvado que se llev¨® los tres puntos del Mirandilla, con un once plagado de suplentes. Las dudas se disiparon pronto. El C¨¢diz sali¨® a atestiguar su presencia e intenciones con varias llegadas que pusieron en jaque a la defensa del Valencia. De hecho si no llega a ser por Diakhaby, el partido podr¨ªa haber estado resuelto antes del descanso. Chris Ramos y sobre todo Escalante, inquietaron la meta de Mamardashvili con varias oportunidades. La del argentino, la m¨¢s clara, que salv¨® Diakhaby en la l¨ªnea. El Valencia se vio desbordado desde el inicio. Baraja tuvo que introducir cambios debido a la fatiga de sus jugadores. Los che, recordemos, llegaban tras encadenar dos victorias seguidas, pero en el Mirandilla nada era igual.

Una de las armas del C¨¢diz, son los saques de banda, donde Luis Hern¨¢ndez deja patente su maestr¨ªa con centros que parecen c¨®rners. La ocasi¨®n de Escalante lleg¨® a partir de uno de estos y ante el Valencia se barruntaba el gol. A seis minutos del final de la primera parte por all¨ª se asom¨® de nuevo Luis Hern¨¢ndez, que la puso en el primer palo, peinada de Sobrino y gol de Escalante adelant¨¢ndose a la defensa. El C¨¢diz, que romp¨ªa una racha de 340 minutos sin ver porter¨ªa, se iba al descanso por delante en el marcador. Se antojaba partido pl¨¢cido en el Mirandilla, cuando nada m¨¢s volver del vestuario, Guardiola hac¨ªa el segundo tras un taconazo excelso de Chris Ramos y asistencia posterior de Espino. Pero en la Tacita de Plata nada es f¨¢cil. Un error del que nunca falla, meti¨® al Valencia en el partido sin merecerlo. Ledesma fall¨® en un control f¨¢cil y Lino, casi sin ¨¢ngulo, marc¨® tras robar el bal¨®n al argentino.

Quedaba un mundo y el Valencia, entonces, se volc¨® al ataque con m¨¢s criterio. Los de Baraja mejoraron sus prestaciones con los cambios y bombardearon la meta de Ledesma con multitud de centros. Los che pudieron empatar en el 85¡ä, en un centro de Castillejo que remat¨® Diego L¨®pez de espaldas. La pelota iba directa a la escuadra, pero el argentino enmend¨® su error con un parad¨®n en el que pareci¨® suspenderse en el aire por un momento. El agobio le llegaba al Valencia, que empez¨® a estar m¨¢s impreciso en sus acciones en los ¨²ltimos minutos y a decir verdad, le falt¨® algo de creatividad en el ataque. El a?adido fue un acoso y derribo de centros de los visitantes que pudieron empatar en el 93¡ä, con una doble ocasi¨®n despejada por Momo y Ledesma. El sufrimiento de cada d¨ªa por estos lares. Una explosi¨®n de j¨²bilo de toda la grada del Mirandilla lleg¨® con el pitido final de De Burgos. El ¡®Muchachos¡¯ son¨® en la grada de un equipo que respira en la clasificaci¨®n y que se agarra con u?as y dientes a Primera. Todo lo contrario que el Valencia, al que la derrota le deja en una situaci¨®n comprometida y con el goalaverage particular perdido con los amarillos.