Dos minutos bastan

El Madrid le dio una alegr¨ªa a Aranda y se evit¨®, con cierta demora, uno de eso fracasos que, por su tama?o, acaban en ¡®azo¡¯. Fue en un partido tan polar como la noche, con pleno de suplentes y canteranos, en un campo bacheado y con un juego sin lustre. El equipo de Ancelotti meti¨® dos goles en dos minutos al comienzo de la segunda parte y archiv¨® pronto el caso, esperando mejor clima y mejor f¨²tbol en el derbi oriental que se avecina. Arda G¨¹ler, en su debut, tuvo un despegue vertical y un aterrizaje discreto, y los canteranos agraciados pasaron de puntillas, poca cosa a los ojos de un entrenador que alza mucho la ceja y mira poco hacia abajo.

La Copa en invierno es esto: fr¨ªo hasta los huesos, hierba hasta los tobillos y meritorios hasta las cejas. Partidos de suplentes y supletorias (las gradas) que entusiasman a una ciudad alejada del gran f¨²tbol y enmarronan al grande: un victoria se habr¨¢ olvidado despu¨¦s de la cena y una derrota se recordar¨¢ toda la vida. Este escenario, mitad costumbrista, mitad inh¨®spito, acogi¨® el debut de Arda G¨¹ler, turco con duende. Tambi¨¦n fue un observatorio para tres canteranos: Vinicius Tobias, Carrillo y Nico Paz, otro zurdo con porvenir, pero pegado a la derecha, fuera de su sitio. La Copa es su beca.

Un G¨¹ler decreciente

Ancelotti le reserv¨® a G¨¹ler el papel de Bellingham, con diferencia el m¨¢s imaginativo del equipo. La primera impresi¨®n habla de un jugador muy participativo, con un ¨¢rea de influencia mayor de lo esperado y ganas de gustar. Antes del primer tercio de partido hab¨ªa provocado una buena parada de Adri¨¢n ?lvarez y hab¨ªa lanzado una falta al palo. Ya ten¨ªa al Madrid metido en el bolsillo con esa impronta de futbolista desacomplejado. Luego le fue devorando la fatiga por la larga inactividad y Ancelotti entendi¨® que con una hora hab¨ªa sido suficiente.

La Arandina segu¨ªa el manual de supervivencia: resistir atr¨¢s, procurar alargar el partido y, de cuando en cuando, meter alg¨²n bal¨®n en el ¨¢rea, sobre todo en los saques de banda kilom¨¦tricos de Pesca, m¨¢s por empuje que por pericia. ¡°S¨ª se puede¡±, le recordaba la gente desde la grada, convertida tambi¨¦n en trinchera.

Lo cierto es que G¨¹ler al margen, al Madrid se le atragantaba el compromiso mesetario: poca creaci¨®n, poca progresi¨®n por las bandas y alarmante falta de suministro a Brahim y Joselu, que en la Liga han demostrado ser grandes felinos. Al ritmo que marcaba en la primera mitad el equipo de Ancelotti bailan demasiados en todas las categor¨ªas del f¨²tbol espa?ol.

Al descanso al Madrid no solo se fue con el inesperado empate inicial, sino con la sensaci¨®n de que aquello se alargar¨ªa m¨¢s de lo conveniente. Solo dej¨® en la recta final de ese periodo una media vuelta de Joselu al lateral de la red y un cabezazo alto de Nico Paz.

El penalti

La cosa no parec¨ªa mejorar en la segunda mitad hasta que Zazu meti¨® el pie y la pata en el mismo instante. Brahim, capaz de regatear en un ascensor, parec¨ªa salir de una encerrona cuando el exterior arandino, sin necesidad, le derrib¨®. Joselu transform¨® el penalti. Y en la siguiente jugada, el malague?o se encontr¨® un bal¨®n en el coraz¨®n del ¨¢rea y lo despach¨® de derecha a la red. Ancelotti ten¨ªa ya preparados los cambios del por si acaso. Los hizo, pero sin el estado de necesidad previo a los tantos de de su d¨²o de ataque. A la Arandina se le fue el santo al cielo discuti¨¦ndole a Garc¨ªa Verdura el penalti que lo cambi¨® todo y tambi¨¦n le abandonaron las fuerzas. L¨®gico en jugadores que, de alg¨²n modo, los son a tiempo parcial.

Ah¨ª se acab¨® todo. El equipo de ?lex Izquierdo entendi¨® que el imposible era verdaderamente imposible y al Madrid no le pusieron m¨¢s ilusi¨®n los que entraron, aunque ?lvaro Rodr¨ªguez, aquella aparici¨®n ef¨ªmera del curso pasado que se evapor¨® pronto, cabece¨® fuera un bal¨®n franco. Tambi¨¦n se le fue un gol a Joselu, traicionado por un bache verde, y lo encontr¨® finalmente Rodrygo, para ponerle cifra a la distancia entre dos mundos. El autogol final de Nacho le dio una salida honorable a la Arandina. Llegar a m¨¢s estaba fuera de su alcance.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrar¨¢s todas las claves deportivas del d¨ªa.