Dmitrovic, h¨¦roe por accidente

Aires de final con olor a Segunda en el Ram¨®n S¨¢nchez-Pizju¨¢n, en un partido ag¨®nico y milagroso para los intereses sevillistas, cuya victoria ahuyenta (s¨®lo de momento) los fantasmas de descenso que andan campando a sus anchas por el barrio de Nervi¨®n. Pero que calma, y mucho, la histeria. El Almer¨ªa se adelant¨® muy pronto, resisti¨® hasta el descuento de la primera mitad y luego se hizo acreedor a m¨¢s (bastante m¨¢s) durante la segunda mitad. Pero parece m¨¢s que condenado a seguir sufriendo. completa una vuelta entera (19 partidos) sin ganar fuera de casa entre Segunda y Primera Divisi¨®n. Dmitrovic, h¨¦roe por accidente (de Bono), tuvo mucha culpa de alargar esa penosa racha.

La marcha del portero marroqu¨ª en camilla y con un aparatoso collar¨ªn fue s¨®lo uno m¨¢s de los muchos percances de una primera mitad repleta de cosas extra?as, como que el Almer¨ªa se pusiera por delante cuando a pesar del intenso calor sobre una Sevilla primaveral ni un solo futbolista hab¨ªa arrancado todav¨ªa a sudar. Akieme (0-1, 2¡ä) empalm¨® en el coraz¨®n del ¨¢rea un buen centro de Pozo, hijo pr¨®digo sevillista al que todav¨ªa le quedar¨ªan por protagonizar varias jugadas importantes del partido, no todas tan celebradas por su entrenador, Rubi. Recompuesto a un juego que se mov¨ªa m¨¢s lento que el reloj por culpa de una marea de lesiones (el goleador Akieme, El Bilal, Bono...), el Sevilla acul¨® al Almer¨ªa sin acumular ocasiones claras pero s¨ª mucho bal¨®n en el ¨¢rea rival. En una de esas, casi a la orilla de descanso, Pozo (otra vez) derrib¨® a Telles en la caja fat¨ªdica y Ocampos no fall¨® desde los 11 metros (1-1, 47¡ä).

Parec¨ªa que el Sevilla se serenar¨ªa tras el descanso para dominar y poner cerco definitivo a Fernando, pero no. Descompuesto y ca¨®tico, m¨¢s a¨²n despu¨¦s de otro infortunio, de Nianzou, fue el Almer¨ªa el que coleccion¨® llegadas con filo, como un mano a mano de Luis Su¨¢rez o una volea de Centelles que Bad¨¦ sac¨® bajo palos. Bryan Gil, carrilero de circunstancias, no pod¨ªa con su amigo Pozo y Pozo no pudo con Bryan tampoco en un buen centro de barbate?o que Lamela convirti¨® de cabeza en el 1-2 (72¡ä). Demasiado tiempo por delante para que los locales se confiaran o para que los visitantes se rindieran. Dmitrovic tuvo que volver a aparecer en un cabezazo a bocajarro de Sousa y el Almer¨ªa muri¨® en el ¨¢rea de un Sevilla extenuado, al que la victoria le da un bocanada de aire vital.