Dimisi¨®n en San Mam¨¦s

El Barcelona desaprovech¨® en Bilbao una ocasi¨®n pintiparada para engancharse a LaLiga y no pas¨® del empate a cero ante el Athletic en un ejercicio de conformismo muy dif¨ªcil de justificar. Se puede empatar en La Catedral, pero hacerlo de la manera que lo hizo el conjunto blaugrana teniendo en cuenta lo que se jugaba da la sensaci¨®n de que el conjunto catal¨¢n mira m¨¢s por el retrovisor que hacia adelante. Cierto es que las lesiones de De Jong y Pedri alteraron el plan, pero tambi¨¦n lo es que el plan no estaba saliendo bien.

Sigue instalado el Barcelona en la zona inane en la que no se sabe que quiere ser de mayor. Esa indefinici¨®n es, quiz¨¢s lo peor que puede acontecer. Ante un Athletic con muchas bajas y que ven¨ªa de jugar una semifinal de Copa, los blaugrana dejaron pasar el tren de la ambici¨®n y dimitieron de cualquier opci¨®n de ir a por grandes objetivos. Lo que cuenta, parece, es quedar entre los cuatro primeros.

Tras la euforia de la Copa y a causa de las sanciones, Valverde sacudi¨® el equipo e introdujo siete cambios respecto al once que aplast¨® el jueves al Atl¨¦tico. El t¨¦cnico buscaba intensidad a cualquier precio y puso a Be?at e Imanol como laterales y apost¨® por Vesga y Dani Garc¨ªa en el centro del campo. Por su parte, Xavi quiso igualar el envite f¨ªsico manteniendo a Raphinha en el once y reservando de inicio a Lamine y volvi¨® a apostar por Cubars¨ª como titular.

La puesta en escena del partido fue favorable al Barcelona, que al menos evit¨® la habitual salida en tromba de los leones, pero enseguida los de Xavi regresaron a su nivel m¨¢s plano. Sin tener pausa, sin posesiones largas y sin dominar el juego el equipo blaugrana empez¨® a perder los duelos individuales ante un Athletic que se iba imponiendo sin hacer un gran partido. El encuentro era un duelo de desprop¨®sitos en el que nadie era capaz de dar cuatro pases seguidos.

Si a eso le a?adimos que el Bar?a perdi¨® por lesi¨®n a dos centrocampistas supuestamente claves como Frenkie de Jong en el minuto 23 y 20 minutos despu¨¦s a Pedri podr¨ªa servir para justificar el mal juego de un Barcelona que pareci¨® no ser consciente de la oportunidad que ten¨ªa que aprovechar tras los resultados del Madrid en Valencia y el Girona en Mallorca. Pero siendo honestos, el Bar?a ya jugaba mal antes de las lesiones. Ante las lesiones del holand¨¦s y el canario, Xavi tuvo que variar el plan de juego y dar entrada a Ferm¨ªn y Lamine Yamal.

La primera parte fue espantosa. No pas¨® nada rese?able, m¨¢s all¨¢ de las lesiones y la nueva tarjeta amarilla a Xavi por protestar, y s¨®lo Cancelo cre¨® una ocasi¨®n de peligro en un chut desde casi el centro del campo que salvaron entre Unai Sim¨®n y Yeray. Valverde ten¨ªa dinamita en el banquillo para poder cambiar el curso del partido, mientras que a Xavi s¨®lo le quedaba una ventana de cambios.

Ambos entrenadores aguantaban su movimiento t¨¢ctico a expensas de lo que pasara en el campo, donde el Athletic se estaba haciendo grande ante un Bar?a que ya empezaba a vivir de Cubars¨ª en defensa y de lamine por delante. Fue Valverde el que primero movi¨® ficha y dio entrada en el campo a falta de media hora a Ruiz de Galarreta y Sancet. Ingresaba la caballer¨ªa. Ante el asedio local, Xavi dio entrada a ¨ª?igo (recibido con una gran pitada), Romeu y Jo?o F¨¦lix para afrontar un final de partido en el que pareci¨® que el Bar?a se conformaba con no salir derrotado, a excepci¨®n de Lamine, que fue el ¨²nico que parec¨ªa querer ganar el partido.