Diego, un ingeniero contra todos

En los escorzos imposibles suele esconderse la gloria. Cuanto m¨¢s dif¨ªcil, m¨¢s purpurina tiene el relato. Claro que el d¨®nde y el contra qui¨¦n tambi¨¦n importa. Y, sobre todo, si el gesto termina en gol. El de Diego Garc¨ªa (Madrid, 24 a?os) acab¨® con la bola sacudiendo las mallas mojadas que defend¨ªa el Getafe en Butarque.

Era el primer remate del partido entre palos. Minuto 92. El ¨¦xtasis. Porque jam¨¢s hab¨ªa ganado el Legan¨¦s en Butarque y en Primera a su eterno rival. Por fin lo hizo en el momento justo (el equipo se acercaba a puestos de descenso) y en un momento de esos que escribe la historia. Si el gol, encima, es de chilena y lo marca un canterano, el resultado es el orgasmo perfecto. La gloria hecha aullido de gol.

Lo marc¨® el futbolista pepinero que menos alza la voz para reclamar protagonismo. Lo suyo es el ejemplo. Y casi siempre a contracorriente. Diego Garc¨ªa es el t¨ªpico futbolista al que la vida parece colocarle siempre retos que ¨¦l supera con la normalidad como bandera. En Legan¨¦s lleg¨® all¨¢ por 2021 rebotado de una cantera, la del Rayo, que no confi¨® en ¨¦l. Jorge Broto, responsable de las inferiores pepineras, no dud¨® en ficharle para hacerle punta de lanza del filial con el que quer¨ªa dejar la Tercera para ascender a Primera RFEF. Lo clav¨®.

L¨ªder goleador de aquel equipo B (hizo 13 goles) tuvo a¨²n tiempo de debutar con el primer equipo (2021) en la b¨²squeda del retorno frustrado a Primera mientras segu¨ªa con su vida, esa que, cuando no la consagra a la vocaci¨®n del gol, la dedica a estudiar ingenier¨ªa industrial. A los ¨¦ntrenos iba con dos mochilas: la del f¨²tbol y la de la facultad. Con el tuper de cada comida listo para ser devorado en el Cercan¨ªas antes de llegar a la ID Butarque.

Aquella rutina le persigue. Diego no ha dejado la carrera. Con menos tiempo, le dedica toda su atenci¨®n porque, dice, le ayuda a desconectar del f¨²tbol y rendir mejor. Hobbie de una mente privilegiada que, en el verde, sigui¨® a lo suyo. Tras una temporada m¨¢s en el filial, dio el salto al Fuenlabrada de Primera RFEF en el que brill¨® (15 goles en competiciones oficiales) antes de un retorno entre signos de interrogaci¨®n.

En Butarque no ten¨ªan claro que pudiera ser delantero de Segunda. Una semana de entrenamiento tard¨® en convencer a todos, incluido un Borja Jim¨¦nez que lo coloc¨® por delante Poveda (fichaje estival para el puesto del 9) y a la par de Miguel de la Fuente. El resultado: otra eclosi¨®n sorprendente del gol que zanj¨® el curso del ascenso con doce tantos en su debut en la categor¨ªa. Solo uno menos que el mismo Miguel con el que reparti¨® la tarea de h¨¦roe del acierto en una campa?a hist¨®rica.

Renovado en diciembre de 2023 hasta 2027, su pen¨²ltimo reto tambi¨¦n lo ha superado con nota. En Primera, el club fich¨® competencia XXL con la llegada de Haller, pero Diego ha seguido repitiendo el patr¨®n del esfuerzo para superar barreras. ?sta la ha completado con nota hasta ser ya el ariete con m¨¢s goles de la plantilla blanquiazul (tres entre Liga y Copa) y h¨¦roe blanquiazul de un derbi para el recuerdo.

¡°Mejor imposible. Encima un chico de la casa. D¨ªa de diez para que disfrute la afici¨®n, para que se lleve una alegr¨ªa. Y contento en lo m¨ªo. A lo mejor en juveniles o as¨ª he metido alg¨²n gol de chilena pero esto es algo que sale solo, un recurso que a lo mejor no se puede entrenar porque pasa pocas veces, pero hay que estar preparado para la acci¨®n y para ponerla ah¨ª¡±, comentaba en zona mixta, feliz y con su gesto t¨ªmido de chico normal dominando la escena pese a haberse inventado un escorzo para la gloria del derbi.

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