Desastre del Sevilla en Londres

El Sevilla, fantasmag¨®rico y desdibujado, padeci¨® un tormento en el Emirates Stadium. A los 20 minutos el vendaval del Arsenal ya hab¨ªa acabado con cualquier rastro del equipo de Julen Lopetegui, sin intensidad, despistado, con desajustes de principantes y una parsimonia sorprendente. El 4-0 era inapelable, sin justificaciones. El tributo emotivo a Jos¨¦ Antonio Reyes devino en fiesta de Saka y Gabriel Jes¨²s, dos fen¨®menos que se emplean con una calidad y un ritmo descomunales. La voracidad del equipo de Arteta castig¨® a esta versi¨®n mediocre del Sevilla, que fue un desastre en Londres, sin la contundencia habitual en los dominios de Bono.

La primera derrota de la preparaci¨®n estival fue muy cruda. Y sin miramientos. El desprop¨®sito arranc¨® con un choque desmedido de Rekik a Gabriel Jes¨²s. Dudosa carga en la guarida sevillista. El asistente, menos permisivo, advirti¨® al ¨¢rbitro ingl¨¦s, que se?al¨® penalti. Saka enga?¨® a Bono. Varapalo tempranero para este Sevilla estival que hab¨ªa recuperado el esplendor de sus se?as de identidad en sus primeros amistosos. El Arsenal no se acomod¨®. Oli¨® la sangre en los costados y por la izquierda, merced a un desajuste escandaloso entre Lamela y Jes¨²s Navas, se origin¨® el segundo gol, tras centro envenenado de Xhaka y rechace de Bono. Gabriel Jes¨²s, un diablo que aparec¨ªa por doquier, estuvo m¨¢s listo que ninguno y con la ca?a preparada remach¨®. 2-0.

Los movimientos cansinos, indolentes de Rakitic, Acu?a y compa?¨ªa constrastaban con la energ¨ªa inglesa, el rigor y dinamismo de Thomas y la magia de Saka, producto original de la f¨¢brica que ide¨® Ars¨¨ne Wenger, Gabriel Jes¨²s, un genio con diabluras incesantes que se ha incorporado a golpe de talonario, y dos incordios como Xhaka y Martinelli, que hicieron estragos. En un amistoso se admiten los despistes, sin duda, pero ante un adversario m¨¢s rodado, con unas ganas tremebundas y al calor de su grada inglesa, siempre hay que estar alerta. Y m¨¢s con esa desventaja inesperada, sin tiempo para sudar. La derrota merecida cobr¨® tintes de otro tenor. Nuevo despiste, ahora en la medular, en un saque de falta. El Arsenal, m¨¢s p¨ªcaro y con sa?a, activ¨® a Martinelli, cuyo centro caz¨® a placer Gabriel Jes¨²s, empe?ado en escribir una p¨¢gina con m¨¢s lustre en Londres que a las ¨®rdenes de Guardiola en el Manchester City. La l¨ªnea sevillista ni se inmut¨®. La falta de tensi¨®n era alarmante.

Bono, un seguro de vida que no se cre¨ªa el aluvi¨®n que estaba soportando, fall¨® con un regalo a Saka, que sac¨® provecho a la presi¨®n alt¨ªsima de los gunners y no perdon¨® con un bal¨®n entre las piernas del portero marroqu¨ª, para mayor sonrojo. A los veinte minutos, 4-0, el marcador que puso de los nervios a Tuchel hace unos d¨ªas en Florida. El Arsenal se tom¨® un respiro. El Sevilla se asom¨® con timidez en el ¨¢rea inglesa, pero En-Nesyri se enred¨® en un giro inexplicable, Rakitic ten¨ªa el punto de mira desviado y Fernando eligi¨® la peor soluci¨®n con un pase a Lamela, en lugar de poner a prueba a Ramsdale, un espectador m¨¢s.

Todav¨ªa tuvo tiempo el cuadro de Arteta de aumentar las diferencias en este rapapolvo, si bien Gabriel Jes¨²s y Martinelli no acertaron antes del descanso. Nadie alz¨® la voz en el Sevilla, si acaso el ¨²nico que se rebel¨® con raza y orgullo fue Jes¨²s Navas. Lopetegui, qui¨¦n sabe si por no se?alar descaradamente a nadie o por dar un voto de confianza, dio rienda suelta al mismo once en el segundo acto. Y porque ma?ana cierra su estancia inglesa con otro amistoso frente al Leicester.

El Arsenal seste¨® con tanto empacho de goles ante un Sevilla que Lopetegui decidi¨® poblar de canteranos en el tramo final. Uno de ellos, Kike Salas, abus¨® de biso?ez, una imprudencia, si cerca est¨¢ la amenaza de Gabriel Jes¨²s, que redonde¨® su partido antes de llevarse el bal¨®n firmado a casa. 5-0. La guinda la puso Nketiah, a pase en solitario de Martinelli. El brasile?o protagoniz¨® una escapada que puso al descubierto otro error garrafal del Sevilla. Desorientado en la medular, sin mordiente en ataque y desbordado de tareas atr¨¢s, sufri¨® el mismo set que le endos¨® al Angers en Lagos. En un d¨ªa tan se?alado, Jos¨¦ Antonio Reyes no merec¨ªa esto.