De Vinicius al esc¨¢ndalo
Gil Manzano pita el final un segundo antes del gol de Bellingham que daba el triunfo al Madrid. El brasile?o, con dos goles, salva un punto para los blancos. El Valencia, de m¨¢s a menos.
Iba a ser solo un partido, que es lo mejor que se puede decir vista la tensi¨®n previa que ni la masclet¨¢ de hermandad de Almeida en Madrid R¨ªo pudo rebajar, y no iba a ganarlo nadie cuando Gil Manzano se atragant¨® con el silbato. La jugada traer¨¢ cola por su imprudencia. Con 2-2 y al borde del descuento establecido se produjo un c¨®rner favorable al Madrid. El ¨¢rbitro advirti¨® que era la ¨²ltima jugada. La pelota vol¨®, sali¨® rechazada, Gil Manzano call¨®, dej¨® seguir, y cuando Brahim colg¨® un segundo centro, con ese caprichoso bal¨®n en el aire camino de la cabeza de Bellingham, pit¨® el final. El remate del ingl¨¦s acab¨® en gol. Fin del partido, tangana descomunal, roja para el ingl¨¦s y principio de un esc¨¢ndalo para mucho tiempo por el horrible manejo de los tiempos del colegiado. Hay Liga y hay l¨ªo.
Antes de aquello, el Valencia se hab¨ªa ganado un punto desde la disciplina, la fiereza y la oportunidad en dos momentos de debilidad del rival en la primera mitad. A los de Ancelotti les sobr¨® ese primer tiempo desastroso que luego supieron corregir. Y Vinicius se manej¨® estupendamente en el infierno, con dos goles y alg¨²n gesto de m¨¢s. Por la boca muerde y muere el pez. Pero nadie se acordar¨¢ de todo esto despu¨¦s de lo sucedido en el fat¨ªdico segundo final. La peor noticia para un arbitraje en solfa.
El partido ven¨ªa decorado con pinturas de guerra y no solo en la grada, tambi¨¦n abajo. A los 33 segundos el Valencia le hab¨ªa hecho una falta a Rodrygo y otra a Vinicius. A los tres minutos Yaremchuk hab¨ªa visto la primera tarjeta por una entrada destemplada a Tchouameni, al que Ancelotti procura encontrar un porvenir como central, por la emergencia de dos cruzados rotos, pero tambi¨¦n porque no ha cuajado de mediocentro.
Ese partido de tensi¨®n extrema quiso manejarlo el Madrid desde el toque, con largu¨ªsimas posesiones sin ninguna profundidad. Una estrategia de espera hasta que bajasen las aguas frente a un adversario sobreprotegido por la estrategia de su entrenador y por el impulso de la grada, y entregado a una primera presi¨®n extremadamente agresiva. La excitaci¨®n silenciaba el juego. El partido estaba exactamente donde lo quer¨ªa el Valencia. Ambientes tan cargados confunden mucho al Madrid.
En otros tiempos se hubiera esperado una acometida inicial del Valencia, pero aquello ya pas¨®. Ha sido tal la reducci¨®n de expectativas que el equipo blanquinegro, dos veces finalista de Champions, celebrar¨ªa como fiesta mayor una clasificaci¨®n para la Conference. La afici¨®n se siente desahuciada por un magnate de Singapur que pseudodirige desde el ?ndico un proyecto mediterr¨¢neo v¨ªa sat¨¦lite y celebra el nacimiento de una generaci¨®n de j¨®venes murci¨¦lagos nacida desde la precariedad, obligada a madurar con el descenso al cuello. As¨ª que la hinchada se dej¨® el alma en la marcha anti-Lim, primero, y en el campo, despu¨¦s.
Un Madrid en la lona
Y el equipo respondi¨® desde la intensidad, que nunca falt¨® en los partidos ante el Madrid, y desde la efectividad, con un gol en su primera aproximaci¨®n. Foulquier pele¨® una pelota con Vinicius, que se complic¨® en exceso, sobre la l¨ªnea de fondo, centr¨® al segundo palo, remat¨® defectuosamente Can¨®s y Hugo Duro meti¨® su cabeza en aquella bala perdida para adelantar a su equipo. El Madrid se fue a la lona y regal¨®, de inmediato, el segundo gol, en una cesi¨®n inexplicable de Carvajal a Lunin que result¨® una asistencia a Yaremchuk. El delantero ucraniano sent¨® con facilidad a su compatriota y desat¨® la locura en Mestalla.
Lo que vino a continuaci¨®n fue un derrumbe desconocido del Madrid, con una ins¨®lita falta de precisi¨®n en los pases y una preocupante falta de energ¨ªa en los duelos. Los centrocampistas del Valencia mandaban y recuperaban y Yaremchuk era un permanente factor de desestabilizaci¨®n en la defensa madridista.
La ¨²nica respuesta del equipo de Ancelotti hab¨ªa sido un disparo lejano de Valverde que rechaz¨® Mamardashvili. Nada funcionaba: se quedaban cortos los laterales, no desbordaban ni Vinicius ni Rodrygo, Bellingham no andaba tan perspicaz como acostumbra, a Camavinga, el ¨²nico a la altura del Valencia en el intensi¨®metro, le costaba mucho conducir y progresar. Y en medio del desconcierto, en el descuento de la primera mitad, el Madrid se encontr¨® un gol, producto de un centro a media altura de Carvajal que nadie intercept¨® y Vinicius empuj¨® a la red.
Otra vez Vinicius
La segunda mitad trajo un doble temporal, el meteorol¨®gico y el que, por momentos, desat¨® el Madrid sobre el ¨¢rea de un Valencia m¨¢s fatigado y hundido sobre Mamardashvili. A Vinicius se le march¨® alto un remate de izquierda y el meta georgiano salv¨® milagrosamente con un pie un gol que llevaba la firma de Bellingham, cuya frialdad en el ¨¢rea resulta asombrosa.
Baraja, l¨ªder sobrevenido de este Valencia, dio un par de pasos atr¨¢s, con Guillam¨®n y Diego L¨®pez. Este tuvo el 3-1 casi de inmediato pero otro pie milagroso, el de Lunin, evit¨® que se empinase a¨²n m¨¢s la cuesta para el Madrid. Una acci¨®n aislada en un partido dominado ya clamorosamente por los de Ancelotti, que ahora no perd¨ªan duelos y le daban otro aire a la pelota. M¨¢s con la entrada de Modric y Brahim, m¨¢s activo que Rodrygo. Ah¨ª hay pelea para lo que queda de curso.
Baraja buscaba m¨¢s cambios, pero el equipo parec¨ªa haberse quedado vac¨ªo. El empate, en cabezazo de Vinicius, as¨ª de retorcido es el f¨²tbol, a centro del revitalizante Brahim, acentu¨® esa evidente superioridad del Madrid, ya con Fran Garc¨ªa y Joselu en el campo. Luego lo enfri¨® todo una lesi¨®n aparentemente muy grave de Diakhaby, arrollado involuntariamente por Tchouameni. Muy dentro del descuento Gil Manzano imagin¨® un penalti de Nacho a Hugo Duro que no existi¨®. El VAR le corrigi¨®. Y en el ¨²ltimo segundo, el l¨ªo de la Liga, que tuvo como da?o colateral la expulsi¨®n de Bellingham. Es de esperar que el suyo no sea el ¨²nico ingreso en la nevera.
- 25 Mamardashvili
- 20 Foulquier
- 14 Gay¨¢
- 3 Cristhian Ibarguen
- 4 Mouctar Diakhaby (88')
- 23 Francisco Martinez (72')
- 7 Sergi Canos (56')
- 8 Javi Guerra (72')
- 18 Pepelu
- 17 Yaremchuk (56')
- 9 Hugo Duro
- Banquillo
- 13 Cristian Rivero
- 21 Vazquez Alcalde
- 22 Alberto Mari
- 1 Jaume
- 15 Cenk ?zkacar (88') SC
- 16 Diego L¨®pez (56')
- 11 Peter Federico (72')
- 19 Selim Amallah (72') -
- 34 Yarek Gasiorowski
- 12 Thierry Correia
- 10 Andre Almeida
- 6 Hugo Guillam¨®n (56')
- 13 Andriy Lunin
- 2 Dani Carvajal
- 22 R¨¹diger
- 23 Ferland Mendy (71')
- 18 Aurelien Tchouameni
- 15 Federico Valverde (85')
- 5 Jude Bellingham
- 8 Kroos (62')
- 12 Camavinga (71')
- 7 Vinicius Junior x2
- 11 Rodrygo (62') -
- Banquillo
- 20 Fran Garcia (71')
- 10 Modric (62')
- 14 Joselu (71')
- 6 Nacho (85') SC
- 24 Arda Guler
- 30 Fran Gonz¨¢lez
- 17 Lucas V¨¢zquez
- 25 Arrizabalaga
- 19 Dani Ceballos
- 21 Brahim Diaz (62')
Cambios
Hugo Guillam¨®n (56', Sergi Can¨®s), Diego L¨®pez (56', Roman Yaremchuk), Brahim D¨ªaz (62', Rodrygo), Luka Modric (62', Toni Kroos), Fran Garc¨ªa (71', Ferland Mendy), Joselu (71', Eduardo Camavinga), Peter Gonz¨¢lez (72', Fran P¨¦rez), Selim Amallah (72', Javi Guerra), Nacho (85', Federico Valverde), Cenk ?zkacar (88', Mouctar Diakhaby)
Goles
1-0, 26': Hugo Duro, 2-0, 29': Yaremchuk, 2-1, 49': Vinicius Junior, 2-2, 75': Vinicius Junior
Tarjetas
Arbitro: Jes¨²s Gil Manzano
Arbitro VAR: Jos¨¦ Luis Munuera Montero, Iker De Francisco Grijalba
Yaremchuk (3',Amarilla) Vinicius Junior (71',Amarilla) Federico Valverde (79',Amarilla) Mouctar Diakhaby (82',Amarilla) Joselu (99',Amarilla) Jude Bellingham (99',Roja)