Cuando lo inveros¨ªmil gana a los datos
El Real Valladolid mejor¨® ante el C¨¢diz algunos de sus mejores registros ofensivos de la temporada, pero no encontr¨® el camino del gol.
El f¨²tbol es ese deporte capaz de contradecir en el resultado a las sensaciones cosechadas por sus competidores, algo de lo que dio buena cuenta el Real Valladolid frente al C¨¢diz. Al acabar el envite, su t¨¦cnico, Jos¨¦ Rojo Pacheta, se preguntaba amargamente ¡°qu¨¦ m¨¢s hay que hacer para ganar¡±, a sabiendas de que buena parte de lo que sus pupilos hab¨ªan producido era de un nivel aparentemente suficiente para hacerlo. Solo lo fue as¨ª, en apariencia, por situaciones que se escapan de la objetivaci¨®n m¨¢s all¨¢ del mero resultadismo del marcador imperante.
Porque, objetivamente hablando, el conjunto blanquivioleta fue superior al cadista en todos los aspectos de generaci¨®n de juego, por m¨¢s que la primera media hora pudiera valorarse como de atasco. La presi¨®n de sus delanteros a los centrales y la persecuci¨®n continua de uno de los mediocentros a Roque Mesa impidi¨® una salida siempre limpia desde atr¨¢s, hasta el punto de hacer bajar el acierto del canario a un 72% de acierto en el pase antes del descanso. Poco a poco la posesi¨®n creci¨® hasta un 62%, el porcentaje m¨¢s alto en 45 minutos de esta temporada.
En la primera mitad se explor¨® una v¨ªa no siempre explotada, la activaci¨®n de los laterales, a menudo ganadores ante sus pares. Con todo, pese a la ocasi¨®n de Weissman, que dispar¨® fuera un servicio de Fresneda, no fue el primer tiempo de campanillas. En el segundo, a partir aproximadamente del 50¡ä, la fluidez fue mayor y el juego guard¨® similitudes con varias de las grandes tardes de la pasada campa?a; el campo se inclin¨® hacia la porter¨ªa de Ledesma, que, con seis paradas, igual¨® la mayor cifra de un portero rival hasta ahora, hasta ahora solo en manos de Rulli.
Precisamente, contra el Villarreal, como contra el Almer¨ªa, el Real Valladolid dispar¨® seis veces entre los tres palos, si bien ante el C¨¢diz totaliz¨® m¨¢s, hasta 18, por los 12 y 14 tiros de esos otros dos d¨ªas. Ciertamente, tuvo peor punter¨ªa, aunque contabiliz¨®, quiz¨¢s, m¨¢s ocasiones claras que nunca: el tiro mencionado de Weissman, el cabezazo alto de Joaqu¨ªn, el de Monchu a las manos de Conan, la doble intentona de Kike P¨¦rez y Weissman y el larguero de ?scar Plano. Seis situaciones con un marchamo de gol bastante claro, a las que cabr¨ªa sumar otras prometedoras.
Y es que nueve de los disparos totales acabaron siendo dentro del ¨¢rea, parte de ellos, fruto de los centros, en los que tambi¨¦n se rompi¨® un registro de este curso. Por primera vez, el cuadro vallisoletano super¨® la treintena, con 33 env¨ªos al ¨¢rea. De ellos, solo seis hallaron destino, si bien esta circunstancia hay que colocarla tambi¨¦n en el haber del C¨¢diz, que sum¨® 25 despejes, uno menos que el propio Pucela ante Sevilla o Barcelona. De hecho, diez vinieron de las intervenciones de sus centrales, Chust y Luis Hern¨¢ndez, con cinco cada uno, y cuatro del citado Ledesma.
Todas estas aproximaciones se produjeron bajo un contexto de dominio de bal¨®n claro, tal y como cab¨ªa esperar en el plan de partido de ambos conjuntos. Sin embargo, el ritmo m¨¢s alto impreso en el segundo periodo por el de Pacheta hizo que la tenencia se repartiera un poco m¨¢s a costa de la velocidad en la circulaci¨®n, a pesar de lo cual tambi¨¦n en este sentido el dato se convirti¨® en el mayor de estas seis jornadas, con un 58%. A nivel porcentual, con un 24,27%, fue el d¨ªa con menos pases en el primer tercio de campo, lo que habla tambi¨¦n a las claras de una propuesta decidida, penalizada por el resultadismo con el gol: lo ¨²nico que le falt¨®.