Cuando el Real Madrid so?¨® con fichar a Michael Jordan

El Real Madrid ha cambiado el sol permanente de Los ?ngeles por Chicago para montar su cuartel general durante esta gira de verano por Estados Unidos. La Ciudad del Viento no es un punto cualquiera de la geograf¨ªa americana: es la tercera ciudad m¨¢s poblada de Estados Unidos, tras Nueva York y Los ?ngeles; en 1871 ardi¨® casi por completo, seg¨²n cuenta la leyenda por una vaca de la granja O¡¯Leary que derrib¨® una l¨¢mpara de aceite; en los a?os 10 y 20 del pasado siglo, con la Ley Seca como tel¨®n de fondo, fue el epicentro del crimen organizado y el hogar de un tal Alphonse Capone; pero si hay una figura que ha hecho m¨¦ritos para darle a Chicago fama global, no es otra que Michael Jordan, el para muchos mejor jugador de la historia del baloncesto. La leyenda de los Bulls cre¨® en Chicago una dinast¨ªa a la altura de la que el Madrid ostenta en Europa, aunque la suya se apag¨® en cuanto ¨¦l dej¨® de abanderarla.

Y, curiosamente, hubo un momento en que los caminos de ambos, del Madrid y de Jordan, pudieron cruzarse. O al menos, en que en el club blanco so?aron con ello. Fue en diciembre de 1998 y el diario AS llev¨® ese sue?o a su portada, el d¨ªa 30 de aquel mes; no confundir con una inocentada (este peri¨®dico sol¨ªa llevar los 28 de diciembre de cada a?o una noticia inventada a modo de broma, pero nunca como tema principal de su primera p¨¢gina), pues el inter¨¦s existi¨® y el titular de AS rezaba as¨ª: ¡°Sanz ficha a Ognjenovic ?y pregunta por Jordan!¡±. Acompa?aba al titular el siguiente subt¨ªtulo: ¡°Sobre el alero de los Bulls: ¡°He pedido que me informen de cu¨¢l es su situaci¨®n, a ver si es factible¡±.

La historia demostr¨® que no era factible, pero sin duda la situaci¨®n invitaba a ello: Jordan hab¨ªa terminado la temporada 1997-98 ganando su sexto anillo de la NBA, consiguiendo el doble ¡®three-peat¡¯ (dos ocasiones ganando tres a?os seguidos), pero con el compromiso de marcharse de los Bulls por su enemistad con el director general del club, Jerry Krause, y por la marcha del entrenador con el que gan¨® todos sus t¨ªtulos, Phil Jackson. Sin embargo, en diciembre de 1998 la situaci¨®n segu¨ªa siendo de hiato indefinido, pues la NBA no hab¨ªa arrancado por un cierre patronal, es decir, por falta de acuerdo entre la organizaci¨®n y la asociaci¨®n de jugadores en el convenio colectivo. Jordan no estaba jugando, pero oficialmente no se hab¨ªa retirado y el Madrid crey¨® posible convencerle de que, mientras no hubiese basket en Chicago, pod¨ªa jugarlo en Espa?a. ¡°A ver si es factible y podemos hacer una gracia¡±, bromeaba Sanz al respecto, consciente de que la operaci¨®n era pr¨¢cticamente imposible. Dio orden a un representante espa?ol con contactos en la NBA para que le informase sobre esa opci¨®n y durante unos d¨ªas el Madrid so?¨® con tener al 23 m¨¢s m¨ªtico de siempre. Pero la enso?aci¨®n dur¨® poco: el 13 de enero de 1999, s¨®lo 15 d¨ªas despu¨¦s, Jordan anunciaba su retirada por segunda vez (aunque terminar¨ªa volviendo de nuevo, para jugar con los Washington Wizards).

Y la figura de Jordan est¨¢ muy presente en esta gira del Madrid, empezando por Chicago y siguiendo por Charlotte, la ciudad en la que los blancos cerrar¨¢n su estad¨ªa en EE UU. All¨ª Jordan fue due?o de la franquicia de la NBA de la ciudad, en su momento los Charlotte Bobcats cuando compr¨® una peque?a parte del accionariado en 2006, y actualmente llamados Charlotte Hornets; la leyenda de los Bulls se hizo el principal due?o de la franquicia, pero entre 2019 y 2023 fue vendiendo su paquete de acciones para distanciarse del equipo. En Charlotte, su figura genera opiniones diversas; en Chicago son un¨¢nimes respecto a ¨¦l y la estatua que tiene en el United Center, casa de los Bulls, es de las atracciones m¨¢s visitadas de la Ciudad del Viento. Aunque ya no es tan f¨¢cil: antes estaba en el exterior del edificio, accesible para cualquiera; ahora est¨¢ en las galer¨ªas interiores y s¨®lo puede verse de cerca durante la temporada de la NBA.

Jordan, con su talento innato pero tambi¨¦n su competitividad que rozaba lo enfermizo (los testimonios de compa?eros que cuentan el maltrato que recib¨ªan por su parte cuando no los consideraba a la altura son innumerables), ha inspirado a varias generaciones de deportistas, y en el vestuario del Madrid hay ejemplos de ello. Como Tchouameni, que siempre le ha reconocido como un faro a seguir: ¡°Intento inspirarme en la cultura americana, en figuras como Kobe Bryant o Michael Jordan. Leyendas que siempre daban todo lo que ten¨ªan, intentando hacer el partido perfecto siempre¡±. O Vinicius, que se tatu¨® en diciembre de 2023 la espalda completa con varias figuras del deporte como Pel¨¦, Muhammad Al¨ª, Kobe Bryant o el propio Jordan¡­ lanzando un tiro libre con la izquierda. Las redes hicieron creer r¨¢pido que hab¨ªa sido un error, pero la escena existi¨®: en un partido ante Atlanta Hawks, Jordan quiso mostrarse tan superior que lanz¨® un tiro libre con su mano mala. Atenci¨®n, alerta de ¡®spoiler¡¯: la meti¨®.

El d¨ªa que Jordan jug¨® en la ACB

El Madrid no logr¨® el fichaje de Jordan, pero la leyenda de los Bulls s¨ª jug¨® en Espa?a brevemente. Fue el 30 de agosto de 1990, en Barcelona, en un partido de presentaci¨®n de la nueva temporada de la ACB. Jordan ya era una estrella de la NBA, dominaba la competici¨®n a nivel individual, pero a¨²n no hab¨ªa logrado ninguno de los seis anillos con que cerr¨® su carrera. La ACB logr¨® su presencia como invitado estrella y ¨¦l cumpli¨®, jugando una parte con cada equipo e incluso animando a que las partes, que iban a durar 12 minutos cada una, se fuesen a 15 minutos. Cerr¨® el partido con 37 puntos y luego se fue con varios jugadores de aquel combinado de la ACB, como Audie Norris o Mike Davis, de marcha al Up&Down, m¨ªtica sala de fiesta de la Ciudad Condal.

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