Chris Ramos vuela muy alto para salvar al C¨¢diz

Por m¨¢s que sea hormiga antes que cigarra, Las Palmas es tambi¨¦n muy generosa con sus rivales. Tampoco supo matar este partido y el C¨¢diz, a base de resistir, logr¨® salir de unos puestos de descenso a los que se hab¨ªa marchado al descanso. El golazo de Ramos, que igual¨® otro no menos bello de Peji?o, le dio vida.

Los locales, fieles a su estilo (64,6% de posesi¨®n), volvieron a confiarse cuando lo ten¨ªan todo de cara para sumar otros tres puntos de una tacada y permitieron que el C¨¢diz, en un vigoroso ejercicio de aguante, no perdonara cuando tuvo la ocasi¨®n de empatar un partido que tan cuesta arriba se le puso en la primera parte, donde fue una mera comparsa, tan carnavaleras ambas ciudades, de la Uni¨®n Deportiva.

Las Palmas comenz¨® el envite devorando a un triste C¨¢diz que se limitaba a defenderse como pod¨ªa de las continuas embestidas amarillas. En apenas 15 minutos la hueste local se hab¨ªa adelantado con un zurdazo marca de la casa de Peji?o, quien se aprovech¨® de una gran internada de Javi Mu?oz. Munir perdon¨® el 2-0 en boca de gol tras un estupendo pase de Moleiro y, adem¨¢s, el equipo grancanario encerr¨® al de Sergio a base de amasar la pelota. En ese cuarto de hora acumulaba ya el 75% del tiempo con el bal¨®n en sus pies.

Claras las intenciones de ambos equipos, acaso evidente el plan de partido pr¨¢cticamente desde el calentamiento, tampoco es que se esperara otra cosa enfrent¨¢ndose la segunda mejor posesi¨®n de la categor¨ªa con la peor, la intensidad del duelo fue decayendo conforme los pulmones de los futbolistas de Garc¨ªa Pimienta se iban quedando sin aire. De la hueste visitante se ve¨ªa alg¨²n intento de zarpazo de vez en cuando, poquito m¨¢s, como ese cabezazo de Roger que se march¨® fuera por cent¨ªmetros o el mano a mano que un infinito ?lvaro Valles, esta vez s¨ª, le sac¨® a Ramos.

Las Palmas dominaba el partido a su antojo pero no terminaba, al menos en estos primeros 45 minutos, de sentenciar a un apocado C¨¢diz que, por c¨®mo iba la sesi¨®n, tampoco es que le molestara demasiado ese 1-0 al descanso, resultado que le condenaba a dormir en los puestos de descenso, haci¨¦ndose entonces oficial el cambio de Moleiro, lastimado en el hombro cuando la primera parte agotaba su ¨²ltimo aliento.

Suficiente.

En el segundo acto parec¨ªa como si Las Palmas sintiera que ya hubiera hecho lo suficiente para ganar el partido, nunca consiguiendo imponer una marcha m¨¢s. Se not¨®, y mucho, que Moleiro estaba con los m¨¦dicos. El C¨¢diz se vio con la oportunidad de puntuar y se lanz¨® con todo a por ella. A los locales les ayud¨® el angelical estado de forma de Valles, que se sac¨® dos manos prodigiosas a sendos cabezazos de Maxi.

Precisamente, en el segundo de ellos se gest¨® el gol cadista tras el c¨®rner de rigor, cuando un avi¨®n llamado Chris Ramos se zaf¨® de Coco para reventar la pelota con la testa y hacer el 1-1 de manera estupenda. No le sirvi¨® a su equipo para romper una racha liguera de partidos sin ganar que ya asciende a 13, pero al menos el C¨¢diz contin¨²a libr¨¢ndose, de momento, de las afiladas garras del descenso. Por su parte, Las Palmas sigue generosa, pecando a la hora de matar los partidos pero, pulgada a pulgada, marc¨¢ndose una temporada de libro.

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