Camavinga vuelve al pasado

Estuvo mal hasta Camavinga. Y ese podr¨ªa ser el resumen. Pero lo cierto es que estuvo muy, muy mal. Hasta el punto de recordar a ese futbolista de hace varios a?os: un jugador descontrolado, err¨¢tico y con tendencia a pasarse de frenada. Precisamente corregir esto es lo que le ha hecho erigirse como uno de los centrocampistas m¨¢s espectaculares del mundo. Y ser titular en el Real Madrid. Pero en Arabia... volvieron los fantasmas. Recuerdos de Vietnam. De ese futbolista que se carga de una tarjeta muy pronto y juega con fuego. Que parece superado. Yeda fue un par¨¦ntesis en una temporada notable. Pero Yeda fue, tambi¨¦n, una vuelta al pasado.

Ancelotti lo resumi¨® en una rueda de prensa memorable: ¡°?l intenta cortar pases... y a veces llega tarde. Pero el ¨ªmpetu es una cualidad, algo que debe tener¡±. Lo dijo porque, en sus primeros a?os, Camavinga se abon¨® a ver amarillas con demasiada asiduidad. Y aunque el discurso p¨²blico era de elogios, de puertas para dentro se trabaj¨® mucho este asunto. Que midiese mejor, que canalizase las energ¨ªas, que templase los nervios. Lo ha conseguido, hasta ser un futbolista que llega con precisi¨®n milim¨¦trica y hace de la recuperaci¨®n, arte. Pero todo esto se esfum¨® en el Cl¨¢sico.

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Desastroso

Y ah¨ª estuvo el problema. En el sentir que volv¨ªa al pasado. Camavinga protagoniz¨® el penalti del 1-2, golpeando con los tacos a Gavi de manera absurda. Una patada innecesaria y, sobre todo, car¨ªsima. Pero no qued¨® ah¨ª. Justo antes del descanso y teniendo tarjeta, realiz¨® un agarr¨®n sobre Lamine Yamal que fren¨® un contragolpe peligroso. Una acci¨®n de segunda amarilla clara, clar¨ªsima. Y un harakiri. Con la fortuna de que Gil Manzano, en otra noche para olvidar, no opt¨® por mostr¨¢rsela. Tal fue el milagro, que Ancelotti decidi¨® quitarlo en el descanso y evitar lo que asomaba.

Se march¨® tocado... y es duda para el Celta por gripe

En esos 45 minutos, los n¨²meros fueron funestos. Fue el medio que menos veces intervino (19), el que menos pases dio (12) y el que menos apareci¨® en el ¨²ltimo tercio (2). Ni un regate, ni un solo duelo a¨¦reo ganado y m¨¢s faltas cometidas (4), que recuperaciones (2). Un jugador descolocado por el terreno de juego y desaparecido en la creaci¨®n. Una noche para olvidar. El jugador se march¨® muy tocado del estadio, sabedor de que no le hab¨ªa salido absolutamente nada. Y sinti¨¦ndose responsable del desastre. Tambi¨¦n est¨¢ tocado de la salud, porque este martes no pudo ejercitarse por un proceso gripal y se qued¨® en su domicilio. Por ahora es duda, pero se espera que est¨¦ recuperado a tiempo para el choque copero este jueves (21:00 horas).

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Ancelotti, con ¨¦l

El partido lo atropell¨®. En su defensa, como a todo el equipo. Pero dentro del desastre, lo suyo fue de lo peor. Una pesadilla. Pese a ello, Ancelotti le mantiene la fe. Si ma?ana hubiese otra final, el centro del campo ser¨ªa para ¨¦l, acompa?ando a Valverde. La postura es la misma que se adopt¨® en San Mam¨¦s: ¡°A Valverde no hay que tocarlo. Es un grand¨ªsimo jugador y los errores, en el f¨²tbol, suceden. Le pasa a todo el mundo¡±. Apliquen esa frase, pero cambiando a Fede por Cama. As¨ª piensa Carletto. La vida sigue. Y Camavinga mira hacia delante. Esperando que su vuelta al pasado haya sido un mal espejismo. Nada m¨¢s.

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