SUPERCOPA DE ESPA?A | REAL MADRID
Camavinga tropieza de nuevo
Por sexta ocasi¨®n, el franc¨¦s es sustituido en el descanso desde que es jugador del Madrid. En cinco de ellas, con una amarilla en su haber. Ante el Valencia se jug¨® la expulsi¨®n.
Como revulsivo, sobresaliente. Como titular, barbecho perenne. El problema aparece cuando Camavinga sale de inicio. Ante el Valencia, el mejor ejemplo. La baja de Tchouameni y la rotaci¨®n de Modric entreg¨® un lugar al francoangole?o en el once. Una oportunidad que dur¨® apenas 45 minutos. Tras el refrigerio, el ¡®10¡ä por el ¡®12¡ä. Al saltar Modric al campo, son ya seis las ocasiones en las que una titularidad de Camavinga termina en el descanso. En el King Fahd de Riad, Cama reapareci¨® en el banquillo con hielo en su rodilla derecha. Un golpe confirmado por Ancelotti en rueda de prensa. No obstante, se marchaba despu¨¦s de haber coqueteado peligrosamente con la expulsi¨®n...
En el 27¡ä, el de Cabinda lleg¨® tarde a un duelo con Lato que termin¨® en pisot¨®n y amarilla. Y antes del intermedio instal¨® el runr¨²n con alguna entrada a destiempo. Especialmente un pisot¨®n a Almeida por el que Iturralde Gonz¨¢lez, colegiado de AS y la SER, reprendi¨® al madridista: ¡°No hemos visto una repetici¨®n clara de la jugada. Lo que tengo claro es que Camavinga tiene que aprender, y tiene tiempo, en regular y medir mejor este tipo de acciones. Teniendo ya una amarilla clara, por un pisot¨®n, no puede arriesgarse a que le saquen la segunda por otro pisot¨®n. Al no tener una repetici¨®n clara de la acci¨®n y en caso de duda, el ¨¢rbitro siempre tiene raz¨®n¡±. Un riesgo excesivo que necesita aprender a torear.
Una amarilla cada 173 minutos
Carletto repet¨ªa por sexta vez modus operandi. En cuatro de las cinco anteriores, la hoja estad¨ªstica de Camavinga luce id¨¦ntica: titular, 45 minutos jugados y una amarilla en su haber. La ¨²ltima, ante el Almer¨ªa este curso. Tambi¨¦n fue Modric el que le sustituy¨® en el descanso, un ingreso que revitaliz¨® al Madrid en la jornada inicial y termin¨® en remontada (del 1-0 al 1-2 final). La temporada pasada, contra Espanyol, Osasuna y Sevilla tambi¨¦n se retir¨® el internacional franc¨¦s con tarjeta en el entretiempo, mientras que ante el Granada lo hizo limpio, pero tras otro encuentro titubeante. Una din¨¢mica peligrosa que alumbra un debe en el juego de Camavinga. En su temporada y media en el Real Madrid acumula 15 amarillas en 2.602 minutos. Una cada 173¡ä. Demasiadas.
En partidos alborotados, donde reina el caos, su f¨ªsico gobierna. Como jugador n¨²mero 12, es clase mundial. Los milagros ante PSG, Chelsea o City no se entienden sin ese Cama reactivo. Tambi¨¦n brill¨® recientemente contra el Valladolid, matando un partido con una cabalgada marca de la casa que termin¨® en asistencia a Benzema. Pero la cuenta pendiente crece titularidad a titularidad. Frente al Cacere?o en Copa, dej¨® nuevamente un regusto a oportunidad perdida. En un Pr¨ªncipe Felipe que permiti¨® pocas florituras, Camavinga no logr¨® imponer su f¨²tbol. No consigui¨® hacerse con el mando de la sala de m¨¢quinas, como s¨ª lo consigue habitualmente cuando su tarea es ser factor cambiante.
Hablar de Camavinga es hacerlo de un diamante con un potencial inmenso, pero necesita desembrutecerse y pulir aristas como la precipitaci¨®n y el exceso de ¨ªmpetu. Acaba de cumplir 20 a?os y ya tiene la mochila cargada de experiencia y ¨¦xitos en la ¨¦lite (clave en la Decimocuarta, presencia mundialista en Qatar...), pero tiene deberes para este 2023. Cuando el contexto es favorable es un tit¨¢n, toca lograr tener el mismo impacto, ya sea como mediocentro o como interior, cuando el viento sopla en contra.