Camavinga se ¡®come¡¯ a Tchouameni
Brilla desde la lesi¨®n de su compa?ero con una versi¨®n mucho m¨¢s din¨¢mica y encaradora del pivote defensivo. ¡°Est¨¢ m¨¢s acostumbrado y lo est¨¢ haciendo muy bien ah¨ª¡±, dice Ancelotti.
El Real Madrid se est¨¢ sabiendo buscar la vida sin Tchouameni. El franc¨¦s sufri¨® durante el Cl¨¢sico una fractura en el pie que le tendr¨¢ fuera muy probablemente hasta 2024 y, en su ausencia, Ancelotti se ha entregado a Camavinga para que haga ese rol. En el pasado mostr¨® Carletto sus dudas sobre si el ex del Rennes pod¨ªa ser el hombre fuerte del Madrid en ese puesto, dada su juventud, su inexperiencia y su car¨¢cter din¨¢mico y encarador, m¨¢s propio de un interior o incluso de un mediapunta. El curso pasado apost¨® por Kroos, relegando a Camavinga al lateral izquierdo, donde el franc¨¦s brill¨®, aunque lo hizo a disgusto: ha repetido en no pocas ocasiones que no le gusta jugar ah¨ª, si bien Ancelotti tambi¨¦n ha dejado claro que si la ocasi¨®n lo pide, puede volver al carril izquierdo.
Pero en este momento el Madrid le necesita como mediocentro defensivo y su actuaci¨®n est¨¢ siendo brillante, lo fue ante el Rayo (9 recuperaciones) pese al pinchazo (0-0), tambi¨¦n contra el Braga y, en especial, ante el Valencia (7 posesiones recuperadas). La cuesti¨®n ahora es: ?cuando Tchouameni vuelva a estar disponible, se entregar¨¢ Ancelotti de nuevo a ¨¦l pese a que no estaba convenciendo en este inicio de curso, o preferir¨¢ no tocar lo que funciona y darle a Camavinga margen para que siga sumando minutos como el ¡®5¡ä del Madrid?
Va a ser una cuesti¨®n interesante de dilucidar, pues no se trata de dos jugadores que compiten por el mismo puesto, solamente; son dos futbolistas con una interpretaci¨®n totalmente distinta de ese rol, y de cuyas interpretaciones se contagia el equipo en cada partido, en lo positivo y en lo menos bueno. Tchouameni abandera un estilo m¨¢s sosegado y posicional, m¨¢s centrado en la destrucci¨®n y en la pulcritud con bal¨®n; Camavinga arriesga m¨¢s, pero tambi¨¦n obtiene mayor r¨¦ditos en el desborde.
El dilema de Ancelotti
No hay m¨¢s que ver sus porcentajes de pases buenos: el de Tchouameni es del 93%, el de Camavinga desde la lesi¨®n de su compa?ero, del 85%. El ex del M¨®naco da m¨¢s pases cada 90 minutos (69 a 53) y tambi¨¦n m¨¢s entregas buenas (64 a 45) y, aunque podr¨ªa parecer lo contrario, pisa m¨¢s el campo contrario (57% de pases en terreno rival por 52% de Camavinga). Pero el ex del Rennes lo compensa con muchas m¨¢s recuperaciones (7,1 cada 90 minutos por 4,3 de su compa?ero), aunque tambi¨¦n se expone a muchas m¨¢s p¨¦rdidas (14,3 contra 7,5); y Eduardo intenta muchos m¨¢s desbordes (3,4 a 0,5) y, claro, sale airoso en muchos m¨¢s casos (2 contra 0,3).
Ancelotti, mientras, no niega una evidencia: este Camavinga se adapta mucho mejor al puesto que aquel que lleg¨® en el verano de 2021 y al que ten¨ªa que sacar en muchos partidos en que hab¨ªa alineado de inicio porque se cargaba r¨¢pidamente con una amarilla y Carletto tem¨ªa quedarse con diez. Eso sigue pasando en parte (ante el Valencia vio una tarjeta evitable con 4-0), pero Ancelotti ve un salto adelante: ¡°Est¨¢ claro que como pivote est¨¢ m¨¢s acostumbrado. En los ¨²ltimos partidos sin Tchouameni lo ha hecho muy bien en esa posici¨®n...¡±. Ahora mismo no hay debate, pero cuando Tchouameni vuelva la pelota estar¨¢ en el tejado del italiano.
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