Bono, un interrogante diferencial
El marroqu¨ª jug¨® sus primeros minutos del verano y fue protagonista con paradas de m¨¦rito ante el Crystal Palace. Su futuro sigue en el aire.
Los amistosos de verano pueden servir para muchas cosas. Una de ellas es confirmar que algunas piezas est¨¢n llamadas a seguir marcando la diferencia. El Sevilla empat¨® ante el Crystal Palace en un duelo que entreg¨® a Bono sus primeros minutos de este misterioso verano. Y los emple¨® con su mejor carta de presentaci¨®n, la que lleva aplicando como sevillista. Realiz¨® intervenciones de m¨¦rito ante el conjunto ingl¨¦s antes de marcharse al vestuario en el ecuador del duelo para dejar su sitio a Dmitrovic. ?Ser¨¢ la imagen del futuro contexto nervionense en la porter¨ªa? De momento, al Sevilla no lleg¨® un ofrecimiento de altura, pero desde Arabia Saud¨ª e incluso desde Europa siguen los focos colocados en el meta sevillista y su posible marcha.
Que Bono marque la diferencia en este Sevilla no es ninguna novedad. Pero el actual contexto contempla m¨¢s detalles. El club necesita ventas y el marroqu¨ª puede posibilitar una de buenos n¨²meros. No hay intenci¨®n de que salga por menos de 20 millones de euros, pero tambi¨¦n se encienden ciertos interrogantes a?adidos acerca del peso que tiene en la porter¨ªa del equipo. Mendilibar eligi¨® a Dmitrovic la pasada campa?a como baza titular en la Liga para su equipo tras su llegada. El contexto no es hoy el mismo, pero se antoja como una posibilidad m¨¢s si Bono no encuentra finalmente una salida en este mercado.
El t¨¦cnico sevillista conf¨ªa en el serbio tanto como en el marroqu¨ª. Y por ello quiz¨¢s reine la tranquilidad en Nervi¨®n a la hora de dejar abierto el futuro del meta en este verano y con miras a una campa?a que presenta a¨²n demasiadas inc¨®gnitas pese a que los partidos oficiales se asoman ya en las cercan¨ªas. Hay un derbi amistoso en esta semana y la batalla por la porter¨ªa entra en juego de nuevo con muchas cartas sobre la mesa repletas de incertidumbre. El mercado tiene casi todas las respuestas, aunque Mendilibar pueda tambi¨¦n ejecutar las suyas.