Bala¨ªdos se apunta a la revuelta

El Celta en casa es un equipo hecho de otra pasta. Da igual las veces que le golpees y con cuanta fuerza, siempre tiene ¨¢nimo para reponerse y levantarse de la lona. No es la primera remontada celeste ni ser¨¢ la ¨²ltima, aunque la de este mediod¨ªa contra el Betis quiz¨¢ sea la m¨¢s inesperada de todas. Despu¨¦s de un primer tiempo ausente, encajando golpe tras golpe en la mand¨ªbula, en la segunda parte se levant¨® como un resorte en cuesti¨®n de segundos. Consigui¨® el empate con dos goles en dos minutos y a partir de ah¨ª el empuje de la afici¨®n hizo el resto. Bala¨ªdos se uni¨® a la revuelta celeste para culminar la haza?a. Lo hizo Swedberg a pase de Carreira, para rebeli¨®n de un banquillo que fue clave para la victoria.

El Betis salt¨® al c¨¦sped de Bala¨ªdos dispuesto a imponer su pegada y pronto se demostr¨® la gran categor¨ªa de los jugadores verdiblancos. El golpeo de Antony a los diez minutos es propio de un futbolista excelso. El brasile?o se encontr¨® con un rechace dentro del ¨¢rea y par¨® el tiempo para decidir la mejor opci¨®n. Levant¨® la cabeza, observ¨® un hueco en la escuadra de Guaita y amold¨® el cuerpo para pegarle justo donde no pod¨ªa llegar el meta valenciano. Parece f¨¢cil, pero es algo que est¨¢ al alcance de muy pocos.

A pesar de la ventaja, el equipo de Pellegrini no se conform¨® y continu¨® apretando el acelerador. Bakambu estuvo a punto de ampliar la ventaja con un buen cabezazo que despej¨® Guaita. El portero local ya no pudo hacer nada en el siguiente testarazo b¨¦tico. Isco ejecut¨® el saque de esquina, Roca prolong¨® en el primer palo y Llorente remach¨® en el segundo. Golpe duro para un Celta que no sab¨ªa ni c¨®mo abrir el paraguas.

La ley del ex estuvo a punto de hacer acto de presencia por medio de Iker Losada. Medio Bala¨ªdos celebr¨® como gol su derechazo desde la frontal, pero fue el bal¨®n bes¨® la red por donde no vale. El Celta quer¨ªa levantarse de la lona, pero el Betis no paraba de asestar golpes. Bakambu y Jes¨²s Rodr¨ªguez estuvieron a nada del KO, el larguero protegi¨® a los vigueses en ambas acciones.

Los jugadores celestes miraban al marcador suplicando que llegara el descanso. Y cuando este ya acechaba, de repente resurgieron los locales, como el corredor que esprinta exhausto ya en la l¨ªnea de meta. Un zurdazo de Mingueza, un cabezazo a bocajarro de Javi Rodr¨ªguez, un mano a mano de Dur¨¢n. Tan cerca y, sin embargo, tan lejos. Se les escap¨® por cent¨ªmetros el gol que pod¨ªa meterles en el partido.

El paso por vestuarios asent¨® al Celta en el c¨¦sped, aunque tambi¨¦n le quit¨® la efervescencia de esos ¨²ltimos minutos de la primera parte. Los vigueses se adue?aron del esf¨¦rico y se plantaron firmes en campo rival, pero no encontraban el ¨²ltimo pase. Hasta que Gir¨¢ldez movi¨® el banquillo y el clic fue instant¨¢neo, como quien activa el microondas para calentar la leche. En un abrir y cerrar de ojos, el Celta empat¨® el partido con un golazo de Beltr¨¢n y un tanto de pundonor de Javi Rodr¨ªguez tras una fant¨¢stica jugada, en la que el reci¨¦n incorporado Fer L¨®pez fue el encargado de encender la luz.

Como suele ser habitual en los planes de Gir¨¢ldez, el Celta no se conform¨® con el empate. Bala¨ªdos estaba en plena ebullici¨®n y hab¨ªa que aprovechar esa ola. El guion no pudo ser m¨¢s perfecto, con gol en el ¨²ltimo minuto de Swedberg a pase de Carreira. Fue la rebeli¨®n de un banquillo que consigui¨® darle la vuelta al marcador en apenas media hora. Milagros de otra ¨¦poca, gestas que unen a equipo y afici¨®n.

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