Aspas siempre al rescate

Cambian los entrenadores, cambian los directores deportivos, cambian las plantillas, pero realmente nada cambia en el Celta. El plan sigue siendo el mismo que hace diez a?os: Iago Aspas Juncal. Los milagros del moa?¨¦s son innumerables, su saco de trucos de magia no tiene fondo. Da igual la circunstancia, el momento y el lugar, Aspas siempre aparece para salvar la vida a su equipo. Esta vez marc¨® con Vivian colgado a su espalda, con la presi¨®n del infierno respirando en el cogote. El Celta empez¨® pen¨²ltimo, con un mar de dudas, y escala cuatro puestos con un alivio inmenso.

El partido comenz¨® a un ritmo fren¨¦tico, con Carles P¨¦rez celebrando gol mientras muchos aficionados todav¨ªa estaban aparcando o apurando la ¨²ltima cerveza a la entrada del estadio. A los 25 segundos puso al Celta por delante, pero el VAR intervino para invalidar el tanto por mano del catal¨¢n. Pocos segundos despu¨¦s, Luca de la Torre estuvo a punto de ver puerta tras un gran servicio de Aspas, pero Unai Sim¨®n le cerr¨® la puerta de la gloria al estadounidense.

De la locura inicial se pas¨® a una tensa calma, que sirvi¨® al Athletic para empezar a adue?arse del partido. El paso de los minutos aument¨® el nerviosismo en la grada y tambi¨¦n en el campo, con Berenguer asomando como villano. El extremo navarro revent¨® el poste de Marches¨ªn con una tremenda volea, culminaci¨®n de una preciosa jugada coral. Los presentes en Bala¨ªdos empezaban a ponerse p¨¢lidos. M¨¢s a¨²n cuando de nuevo Berenguer dispar¨® al larguero en la reanudaci¨®n, aunque el linier levantara despu¨¦s el bander¨ªn.

El paso por vestuarios y los cambios causaron efecto en un Celta m¨¢s decidido en la segunda parte, volcado sobre el ¨¢rea de Unai Sim¨®n y sin contemplaciones en defensa. Carles lo intent¨® con sus desbordes y sus disparos. Pero finalmente fue Iago Aspas quien solvent¨® la papeleta. Como siempre, el de siempre. El moa?¨¦s aprovech¨® un buen pase de Luca de la Torre para correr al espacio, acomodarse el bal¨®n a su zurda de oro y encontrar red con un golpe magistral. M¨¢s que suficiente para encontrar una victoria bals¨¢mica, para espantar los fantasmas del descenso en el cierre de la primera vuelta.