Aspas apunta a Europa

Pasan los partidos, pasan los a?os, pero en el Celta nada cambia. Iago Aspas sigue siendo el jugador decisivo del equipo vigu¨¦s. Ante Osasuna volvi¨® a ser suplente, quiz¨¢s como parte del proceso de recuperaci¨®n tras la lesi¨®n, pero fue saltar al campo y volver a decidir el encuentro con su zurda m¨¢gica. El primer bal¨®n que toc¨® fue para inventarse un pase imposible hacia Borja Iglesias, al que Torr¨® tuvo que hacer penalti para evitar su remate. Y el segundo golpeo ya fue para patear el bal¨®n a la red, otra vez desde los once metros, como hace siete d¨ªas en el Metropolitano, de nuevo con pasmosa tranquilidad. Y as¨ª sell¨® el Celta tres puntos que le permiten so?ar con Europa. La permanencia ya se ve muy lejos, a los vigueses les toca ahora mirar hacia arriba.

Y eso que el partido empez¨® siguiendo al dedillo la escaleta rojilla. El plan de Vicente Moreno se impuso en la primera parte, con Osasuna bien plantado en el terreno de juego, maniatando al Celta en la salida de bal¨®n y acechando la porter¨ªa de Guaita cada poco. Eso s¨ª, falt¨® much¨ªsima precisi¨®n en los metros finales. Bryan Zaragoza lo intent¨® en un par de ocasiones, pero su dispar¨® siempre se march¨® desviado. La r¨¦plica local lleg¨® gracias al talento de Fer L¨®pez, que filtr¨® un gran pase hacia Ilaix, pero el guineano defini¨® mal. Mingueza cerr¨® el primer acto con el primer disparo entre palos, al que estuvo atento Herrera para atajar sin excesivos problemas.

Debi¨® haber rega?ina de Gir¨¢ldez al descanso, porque la versi¨®n celeste fue completamente diferente. Sergio Herrera se vio obligado a intervenir para impedir un golazo de Sergio Carreira primero y el tanto de Swedberg poco despu¨¦s. Viendo que su equipo estaba volcado sobre el ¨¢rea rival, Gir¨¢ldez utiliz¨® el arma de destrucci¨®n masiva. El porri?¨¦s apret¨® el bot¨®n rojo, llam¨® a Iago Aspas y el moa?¨¦s se encarg¨® del resto en tiempo r¨¦cord. Cuando Osasuna se dio cuenta de que el Celta hab¨ªa cambiado de capit¨¢n, ya iban por debajo en el marcador.

A pesar de todo, la ventaja era m¨ªnima y Osasuna acab¨® habitando en el ¨¢rea de Guaita, aunque de nuevo sin finura. Eso s¨ª, el portero valenciano sac¨® una mano milagrosa en el tiempo de descuento para evitar el gol del empate a cargo de Jos¨¦ Arnaiz. Esa mano salvadora lleg¨® en la grada de Gol, que recibi¨® as¨ª la despedida que merec¨ªa. En esa grada donde Aspas celebr¨® su primer gol hace m¨¢s de quince a?os y tres lustros despu¨¦s sigue guiando el camino celeste. Ahora el objetivo no es la salvaci¨®n en Segunda, el reto es regresar a Europa. Casi nada.

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