Ancelotti tiene un plan anti-Flick

El Real Madrid llega a este Cl¨¢sico con sensaciones encontradas. De hecho, se encontraron, unas y otras, dentro de un mismo partido, contra el Dortmund. Si el equipo blanco es el de la primera parte ante este Barcelona casi infalible en Liga (nueve victorias en diez partidos de Liga) y que adem¨¢s viene de arrollar al Bayern, mal asunto; si es el de la segunda mitad, en la que endos¨® un parcial de 5-0 al Dortmund, ya es otro cantar. Jugar en casa otorga cierto favoritismo en estos casos y la historia reciente tambi¨¦n: el Madrid se ha impuesto en los cuatro ¨²ltimos Cl¨¢sicos.

Tres de ellos sucedieron la pasada campa?a, con facturas bien diferentes. En Montju?c, Bellingham le dio la vuelta a un partido que pintaba cul¨¦ con un doblete; en el Bernab¨¦u hubo un intercambio de golpes en el que el Madrid peg¨® m¨¢s fuerte gracias a un Lucas V¨¢zquez inspirad¨ªsimo; y luego estuvo el de Riad, en la final de la Supercopa, el m¨¢s contundente y del que le conviene a Ancelotti extraer m¨¢s lecciones de cara al duelo de ma?ana, con un 4-1 que habla por s¨ª mismo.

A los diez minutos mandaba el Madrid en el marcador por 2-0 gracias a dos tantos con un denominador com¨²n: la velocidad de Vinicius castig¨® la arriesgada propuesta del equipo entonces entrenado por Xavi, sobre todo en lo relativo a la defensa adelantada. En el 1-0, Bellingham conect¨® con Vini cuando la zaga se encontraba a 41 metros de la porter¨ªa; en el 2-0, un pase profundo para Rodrygo con la defensa a 52 metros de Ter Stegen fue la antesala del remate a placer del 7 del Madrid. Ese fue el plan de Ancelotti ese d¨ªa y ma?ana apunta a ser la base de su propuesta, de su plan anti-Flick con el que recortar los tres puntos de ventaja que el Bar?a el lleva a los blancos, con Mbapp¨¦ y Vinicius como cooperadores necesarios.

El equipo cul¨¦ se distingue desde la llegada del alem¨¢n por su presi¨®n alta y por lo mucho que adelanta la l¨ªnea defensiva, comprimiendo a sus diez jugadores de campo en unos pocos metros, casi siempre en territorio contrario. Eso produce beneficios, aunque tambi¨¦n tiene contraindicaciones. Los dos ¨²ltimos goles que ha encajado el Bar?a as¨ª lo demuestran: ante el Bayern, un cambio de orientaci¨®n del central Kim con la zaga a 52 metros de su porter¨ªa fue el germen del tanto anotado por Kane; y frente al Sevilla un pase desde la frontal del ¨¢rea de los andaluces fue suficiente para dejar solo ante Ter Stegen a Idumbo, que pill¨® a la defensa pr¨¢cticamente sobre la divisoria, algo que minutos antes ya hab¨ªa hecho Lukebakio, cuyo gol fue anulado por fuera de juego.

Del ¡°no cambiaremos¡± al ¡°nos podemos adaptar¡±

Ah¨ª est¨¢ la clave del plan de Carletto: utilizar la velocidad y clarividencia de cara a la porter¨ªa contraria de Mbapp¨¦ y Vinicius (ocho goles cada uno entre todas las competiciones) para castigar la ambici¨®n de un Flick que, antes de enfrentarse con el Bayern, se mostr¨® confiado: ¡°No cambiaremos nuestra forma de jugar¡±. Es normal la confianza del alem¨¢n, pues su equipo aplica a la perfecci¨®n la t¨¢ctica: es de largo el equipo que deja m¨¢s en fuera de juego a sus rivales en las cinco grandes ligas (65 veces, casi el doble que el segundo, el Brighton, con 34; el Madrid, apenas 14) y en la Champions (16, por s¨®lo 6 de los blancos). Aunque tras el 5-1 al Sevilla de la ¨²ltima jornada de Liga, no neg¨® posibles cambios en funci¨®n del duelo: ¡°Tenemos nuestra filosof¨ªa pero cada partido es diferente y nos podemos adaptar¡±.

Es muy probable que este partido ante el Madrid sea uno en el que Flick deba adaptar la propuesta para evitar que los delanteros blancos hagan estragos como en la segunda parte ante el Dortmund. Aunque no todo depende de ellos. Necesitan tambi¨¦n que los balones lleguen, de ah¨ª que Modric parta con grandes posibilidades de repetir en el once junto a Bellingham y Valverde, quedando una plaza del centro del campo a repartirse entre Camavinga y Tchouameni. La presencia en la media del primero dar¨ªa a Ancelotti una variante diferente en defensa: Tchouameni podr¨ªa ser central y, con ello, Militao pasar al lateral para centrarse en Raphinha, en estado de gracia tras sus tres goles al Bayern. Pero es, en cualquier caso, una opci¨®n remota. Lucas tiene cr¨¦dito.

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