?lvaro Garc¨ªa desangra al Sevilla

El Rayo Vallecano toma Nervi¨®n y desangra a un Sevilla que acabar¨¢ en puestos de descenso la jornada si el Girona punt¨²a en el Bernab¨¦u, y que en todo caso llega al derbi ante el Betis de la pr¨®xima jornada en la peor situaci¨®n, a estas alturas de temporada, de los ¨²ltimos 20 a?os. El equipo franjirrojo, que hab¨ªa empatado en el Camp Nou y el Metropolitano, culmina esta vez su obra y vuelve a cuajar un inicio de temporada notable, aupado en el f¨²tbol pele¨®n y descarado que propone Iraola, con uno de los despliegues m¨¢s reconocibles del campeonato. Todo lo contrario que el Sevilla, que acumula cinco meses ya sin ganar en casa en LaLiga y cuyo nuevo entrenador, Sampaoli, sigue sin dar con la tecla. Esta vez, ni siquiera demostr¨® las famosas buenas sensaciones.

No hac¨ªa presagiar un cambio de tendencia una primera parte en la que el Sevilla no fue capaz ni de poner a prueba a Dimitrievski. Insist¨ªa Sampaoli entonces en algo que ya ha probado sin mucho ¨¦xito en otros partidos: el falso 9, con Lamela e Isco otra vez intercambi¨¢ndose la posici¨®n m¨¢s adelantada de su equipo, pero sin ninguna profundidad. Los locales acumulaban entonces posesi¨®n, toda ella est¨¦ril. El Rayo no ten¨ªa entonces la posesi¨®n, aunque s¨ª las dos ¨²nicas ocasiones a rese?ar antes del descanso. Camello se top¨® ambas veces con Dmitrovic, que hab¨ªa vuelto a sustituir a un tocado Bono.

Rafa Mir y Papu G¨®mez entraron en la segunda mitad para el Sevilla y la decoraci¨®n no cambi¨® demasiado. El delantero murciano, eso s¨ª, perdi¨® otro trozo del poco cr¨¦dito que le queda al fallar una clar¨ªsima doble ocasi¨®n, con parada de Dimitrievski y lanzamiento luego fuera a puerta vac¨ªa. ?lvaro Garc¨ªa, despu¨¦s de madrugar a media defensa sevillista, pusiera al Rayo en ventaja (0-1, 61¡ä). Noqueado en esos primeros minutos despu¨¦s del tanto rival, el Sevilla anduvo m¨¢s cerca de recibir el segundo que de empatar. Otra vez pudieron marcar ?lvaro, Unai L¨®pez...

No lleg¨® la sentencia y los visitantes decidieron acularse en su ¨¢rea con mucho ¨¦xito, ante la impotencia de un Sevilla penoso, lento y sin pegada, incapaz de crear otra oportunidad medio clara. Catena, en un despeje equivocado que hizo estirarse a su propio portero, fue de hecho el que m¨¢s cerca estuvo de poner un empate que no lleg¨® y que ahonda el abismo del equipo de Nervi¨®n: justo en el momento m¨¢s delicado, a ocho d¨ªas de un partido de m¨¢xima rivalidad que jugar¨¢ adem¨¢s sin Isco, pues el malague?o vio la quinta tarjeta amarilla de la campa?a.