Algo pasa con Tchouameni
El franc¨¦s no ha marcado a¨²n, apenas lleva dos asistencias y todas sus estad¨ªsticas defensivas son peores que las mostradas en M¨®naco, que llevaron al Madrid a pagar 80 millones por ¨¦l.
Tras el quiebro de ¨²ltima hora de Mbapp¨¦ para dejar plantado al Real Madrid, el principal protagonista del mercado blanco el pasado verano fue pura sorpresa, incluida para ¨¦l mismo: Aur¨¦lien Tchouameni lleg¨® al Madrid a cambio de 80 millones para empezar a dar refresco a Casemiro y seguir profundizando en la transici¨®n dulce del mediocampo que ha sido fundamental en cuatro de las ¨²ltimas cinco Champions League. En agosto, la marcha de Casemiro al United le dio un impulso inesperado al ex del M¨®naco, que de la noche a la ma?ana se encontr¨® siendo parte del once de gala del campe¨®n de Europa. As¨ª, sin anestesia. En sus primeros meses mostr¨® cierta timidez, pero la combin¨® con buenas actuaciones desde la t¨¢ctica. Sin embargo, el paso de la temporada est¨¢ demostrando que los zapatos de Casemiro a¨²n le vienen grandes. Y el Madrid lo nota.
El Real Madrid firm¨® a Tchouameni no s¨®lo por sus cualidades como perro de presa del centro del campo, aunque esa es su primera labor y la que m¨¢s valora Ancelotti. Pero tambi¨¦n buscaba en ¨¦l sus evidentes aptitudes para la ofensiva, gracias a su talla (188 cent¨ªmetros) y a su buen disparo con la derecha desde la media distancia. No en vano, Casemiro se fue del Madrid habiendo anotado 31 goles en 336 encuentros, o lo que es lo mismo, marcando un tanto cada 11 duelos. Una remesa realizadora que se march¨® rumbo a M¨¢nchester y que, al menos parcialmente, hab¨ªa que reponer.
Con esas aptitudes hizo 3 goles y dio 4 asistencias en la temporada 2020-21 y logr¨® anotar cinco goles y dar tres asistencias en la 2021-22, la de su eclosi¨®n y en la que el Madrid se decidi¨® a ficharle. Pero de momento, no se ha estrenado en el equipo blanco en t¨¦rminos goleadores y apenas ha repartido dos asistencias, ambas en las seis primeras jornadas de la Liga. No se quita de momento el cors¨¦ en ataque: la temporada pasada, en M¨®naco, remataba una vez cada 90 minutos; este curso tarda casi 100¡ä. Ante el Betis, con el Madrid pidiendo a gritos un gol que le ayudase a engancharse a la Liga, tampoco ¨¦l remat¨®, ni entre los tres palos ni fuera de ellos.
Pero lo m¨¢s grave en Tchouameni es que parece pasar por muchos momentos de los partidos de puntillas, sin hacerse notar, ni en ataque ni, sobre todo, en defensa, faceta en la que el Madrid necesita m¨¢s solvencia y recuperaci¨®n temprana para luego lanzarse al ataque con convicci¨®n. Apenas ha visto tres amarillas esta temporada cuando cerr¨® la campa?a pasada con doce y la anterior, con siete. Y todas sus estad¨ªsticas defensivas han pegado un baj¨®n respecto a la versi¨®n que mostr¨® en M¨®naco el curso pasado.
En lo que va de campa?a con el Real Madrid, hace una falta cada 59 minutos, recupera un bal¨®n cada 15¡ä, intercepta una posesi¨®n rival cada 52¡ä y ve una amarilla cada 593¡ä; el curso pasado tardaba a¨²n m¨¢s en cometer una falta (63¡ä), pero se deb¨ªa principalmente a su gran capacidad de anticipaci¨®n (interceptaba un bal¨®n cada 30¡ä y recuperaba uno cada 11¡ä), y corr¨ªa tambi¨¦n m¨¢s riesgos al hacer falta, con una amarilla cada 391¡ä.
Los 80 millones y un viaje a Par¨ªs
Un futbolista de su corte no puede permitirse pasar por los partidos sin dejar nada de poso; si no es por hacer da?o al rival, que al menos sea por evitar que el Madrid lo reciba. Pero en las ¨²ltimas semanas, tras atravesar unos problemas en el s¨®leo, le est¨¢ costando desplegar el nivel que Ancelotti espera de ¨¦l y, de hecho, Camavinga ha abierto con su rendimiento un debate sobre qui¨¦n debe ser ahora el pivote defensivo del equipo.
Evidentemente, pesan sobremanera los 80 millones de euros que el Madrid pag¨® por ¨¦l el verano pasado para sacarlo de M¨®naco, una losa con la que tendr¨¢ que cargar como ya hicieron otros. Y tampoco benefici¨® su viaje a Par¨ªs para ver la NBA mientras el Madrid se jugaba el pase a cuartos de final de la Copa del Rey, un error que ¨¦l mismo admiti¨® primero en sus redes sociales y luego personalmente, en rueda de prensa.