Adi¨®s al ¡®Betis de los b¨¦ticos¡¯
La ampliaci¨®n de capital, que salvo sorpresa ser¨¢ aprobada este viernes, dejar¨¢ a los accionistas de a pie sin capacidad para decidir el futuro del club verdiblanco.


El futuro del Betis se dirime esta tarde en el hotel Barcel¨® Renacimiento de La Cartuja, en Sevilla, lugar donde se celebra (18:00 horas) la Junta Extraordinaria de Accionistas donde el Consejo pretende aprobar una ampliaci¨®n de capital de casi 43 millones de euros. La medida, motivada por los p¨¦simos n¨²meros econ¨®micos del club verdiblanco y la necesidad de aumentar el l¨ªmite salarial de la plantilla, amenaza con acabar para siempre con el denominado ¡®Betis de los b¨¦ticos¡¯. Hasta ahora, las minor¨ªas accionariales pod¨ªan decantar la balanza a la hora de decidir qui¨¦n dirig¨ªa el club. Si se aprueba la ampliaci¨®n, el Betis quedar¨¢ en manos de unos pocos, con todo lo que eso conlleva.
La acogida real (en las redes, dominadas por la parte m¨¢s cercana al poder, ha sido m¨ªnima) de la plataforma opositora ¡®Que no te quiten tu Betis¡¯ parece insuficiente a todas luces para detener la ampliaci¨®n, que a priori ganar¨¢ por extensa mayor¨ªa. Las explicaciones p¨²blicas de algunos grandes accionistas contrarios a la medida no han calado. ¡°Esto es una ampliaci¨®n para tapar una p¨¦sima gesti¨®n econ¨®mica que creo que es parte de una estrategia para llevarnos a esta situaci¨®n. Creo que es una estrategia premeditada para apropiarse del club¡±, se?ala Francisco Galera, hijo del expresidente ya fallecido Hugo Galera, que ostenta m¨¢s de un 7 por ciento del capital verdiblanco.
Desde la perspectiva del vicepresidente ?ngel Haro y del vice L¨®pez Catal¨¢n, obviamente, este movimiento es ¡°lo mejor que le puede pasar al Betis¡±. ¡°No hay que demonizar una ampliaci¨®n de capital. Es dinero fresco y para el Betis es lo mejor, aunque supone un esfuerzo para el accionista que quiera mantener su peso accionarial¡±, afirmaba Haro, que hace no demasiado tiempo negaba rotundamente esta posibilidad. Apenas hace unos meses, en febrero, la entidad cerr¨® un acuerdo con Pricoa Private Capital por el que recibir¨ªa del fondo de inversi¨®n estadounidense 65 millones de euros a devolver en seis a?os. Pero ni siquiera ese dinero ha cambiado de rumbo la terrible deriva econ¨®mica en la que se encuentra el Betis.
¡°Hay dos motivos por los que yo recomendar¨ªa a los b¨¦ticos de a pie no ir nunca a una ampliaci¨®n como ¨¦sta. Uno, no se puede confiar en unos gestores que han llevado al Betis a esta situaci¨®n. El segundo motivo es que ir a esta ampliaci¨®n no supone nada, porque despu¨¦s de ella sus derechos pol¨ªticos habr¨¢n disminuidos. Para el b¨¦tico de a pie hay esa p¨¦rdida. El Betis de los b¨¦ticos nunca ha sido verdad desde que rechazaron el primer acuerdo con Lopera. Desde septiembre 2015 eso nunca ha sido verdad¡±, denuncia en Diario de Sevilla el expresidente Juan Carlos Ollero. Ollero comparti¨® barco con Haro y Catal¨¢n hasta febrero de 2016, cuando se march¨® de un club donde ya no se encontraba a gusto.
Cada acci¨®n tendr¨¢ un valor de 365,44 euros y se pondr¨¢n a la venta 117.500. En la pr¨¢ctica esto supone que quien tenga diez acciones y desee mantener su porcentaje deber¨¢ comprar otras diez, es decir, que deber¨¢ gastarse nada menos que 3.654,9 euros. Si no se diluir¨¢ el valor de las que ya tenga. Si no desea suscribirlas, puede ceder sus derechos a otro socio. Los no accionistas podr¨¢n adquirir acciones si otro accionista les cede los derechos.
La ¨²ltima ronda de suscripci¨®n de acciones estar¨¢ destinada ¡°a aquellas personas f¨ªsicas o jur¨ªdicas, de naturaleza p¨²blica o privada e incluso sin ser accionista o abonado del Real Betis, a quien el Consejo de Administraci¨®n solicite la suscripci¨®n. La sociedad publicar¨¢ los terceros que puedan considerarse como destinatarios de esta oferta de suscripci¨®n de la ¨²ltima ronda y, por tanto, como ¨²nicos legitimados para aceptarla¡±. Es decir, que el Consejo tiene potestad para decidir quien en ¨²ltima instancia puede ¡®quedarse¡¯ con una parte importante del club. Y esto es lo que m¨¢s asusta a los que no desean la ampliaci¨®n, que temen la entrada definitiva de una importante cuota de poder extranjero.