50 a?os de oropeles, f¨²tbol y Atl¨¦tico en viejas fotos de Segovia
AS accede al archivo de Los ?ngeles de San Rafael que cuenta la historia de sus estad¨ªas y el lugar. De Manolo Escobar a la Jurado. De Cruyff a Futre, de Luis y Adelardo a Antic y el doblete.
Marina asoma por el centro log¨ªstico de Los ?ngeles de San Rafael, entre el m¨ªtico Baguettin y la piscina municipal cargando una caja llena de fotos envueltas con mimo entre papeles de peri¨®dicos. Las fechas no son demasiado alejadas. Hay AS, hay Marca, hay La Raz¨®n, de 2018 a 2013. El tiempo que encierran va mucho m¨¢s all¨¢. ¡°Se guardaron hace unos a?os en el economato¡±, explica Juan Carlos Sanz, jefe de operaciones de Los ?ngeles de San Rafael, rebautizado Air Homes Club tras la pandemia. A la espera de elegir un lugar donde luzcan como el tesoro que son. La huella de los 50 a?os de pretemporadas y vida en la urbanizaci¨®n desde que el primer Atleti arrib¨® en Segovia para realizar su preparaci¨®n, y marcar el camino de todos los que vendr¨ªan despu¨¦s, hasta el de este 2022. Muy pocas veces han faltado. Alguna en los a?os 90, el equipo concentrado en Segovia. En 2018 cuando la estad¨ªa fue en Brunico y no en Segovia.
Las fotos dorm¨ªan en el s¨®tano sobre el que duermen y sue?an los Griezmann, Jo?o, Oblak, Koke y los dem¨¢s ahora. Marina camina lento con las cajas, bajo el calor intenso de la ola de calor, los recuerdos pesan. Son ocho, e infinidad de ¨¢lbumes que cuentan la historia del lugar mientras rezuman Atleti. Impresas en mate, algunas con grano, sin foto, con los bordes amarillentos por el tiempo y tantas personas que ya no est¨¢n pero s¨ª estuvieron. Casi s¨®lo permanece igual la fachada del N¨¢yade, ese lugar que comenz¨® club n¨¢utico, a lo marbell¨ª, con las estrellas de la ¨¦poca poni¨¦ndole la banda sonora, y se convirti¨® en hotel despu¨¦s de un acuerdo entre Jes¨²s Gil e Isidoro ?lvarez, quien fuera el presidente del grupo El Corte Ingl¨¦s, para que se convirtiera en la sede de los cursos donde se preparaban los que trabajar¨ªan en sus tiendas y centros. El paso a ser lo mismo en el f¨²tbol fue natural. Primero el Atleti de la 1972-73, despu¨¦s todos los dem¨¢s. Cruyff incluido.
¡°La de Cruyff es una de las m¨¢s m¨ªticas¡±, aduce Juan Carlos, sosteni¨¦ndola con mimo. A su lado, Carmen Villa, la gobernanta de los hoteles en Los ?ngeles de San Rafael, lo hace como quien acuna a un hijo en los brazos. En parte lo son. 42 de esos cincuenta a?os ella ha estado ah¨ª. Cuidando del Atleti. Ella y su marido son los empleados m¨¢s antiguos del lugar, su voz pone los pies de foto a lo que va brotando bajo el envoltorio de peri¨®dicos. ¡°F¨ªjate, yo recuerdo cuando era una cr¨ªa, 12, 13 a?os, vino un Atleti a algo de la Caja de Ahorros y me salt¨¦ las clases para ir a ver a los jugadores. Y despu¨¦s...¡±. Despu¨¦s ha pasado mas de cuatro d¨¦cadas cuid¨¢ndoles. Empez¨® con 17 a?os, fregando cocinas, ahora dirige la limpieza de los dos hoteles, el N¨¢yade, con 120 habitaciones, y el Sierra Segovia, 150, donde se aloja el Atleti, 72 habitaciones ocupa.
De 35 habitaciones a 72
¡°Es una de las cosas en las que m¨¢s se nota el crecimiento del club, cu¨¢nta gente hay m¨¢s all¨¢ de los futbolistas, cuerpo t¨¦cnico, m¨¢rketing, prensa del club... Ocupaban 35 antes¡±, enumera Juan Carlos mientras Carmen ya est¨¢ muchos a?os atr¨¢s, cuando el Atleti era la plantilla, el entrenador, el m¨¦dico y poco m¨¢s. Van pasando por su boca, nombre a nombre. ¡°Luis impon¨ªa mucho, era muy serio, mucho¡±, cuenta. ¡°Penev tambi¨¦n, ten¨ªa un tono de voz tan fuerte... F¨ªjate, recuerdo que una vez Caminero le ri?¨®: ¡®H¨¢blales un poco bien que parece que les est¨¢s echando la bronca¡±, r¨ªe. Antic era ¡°un caballero¡±; Juanfran, un tipo inolvidable. ¡°Cuando el Atleti se iba, se desped¨ªa uno a uno de todos los empleados, del primero al ¨²ltimo, se recorr¨ªa el hotel, cocina, comedores, habitaciones, para dar las gracias por los cuidados estas dos semanas¡±, revela Juan Carlos. No es el ¨²nico, tampoco habitual. ¡°Le echamos mucho de menos, es uno de los mejores tipos que hemos conocido, como Fernando Torres, que siempre ser¨¢ nuestro ni?o aunque ya sea entrenador¡±, a?ade Carmen antes de contar que en los t¨ªmpanos a¨²n guarda gritos de finales de los a?os 80, cuando lleg¨® Paulo Futre. ¡°Era un adelantado a su tiempo. Lo de ahora, la gente esper¨¢ndoles para verles, conseguir una firma, una foto, ya lo tra¨ªa ¨¦l¡±.
Entonces lo que hoy es la terraza aleda?a al Gale¨®n del N¨¢yade era un balc¨®n al aire libre donde los futbolistas jugaban al billar, se entreten¨ªan. Entonces no hab¨ªa burbujas tan gruesas, los jugadores m¨¢s accesibles, menos cromos, m¨¢s humanos, haciendo m¨¢s vida con aquellos con los que coincid¨ªan estas dos semanas en San Rafael. ¡°Entonces era todo muy familiar. Estaban muy cerca, hac¨ªamos mucha vida con ellos¡±. No hab¨ªa nutricionista, un plan transversal que siguen todos los equipos rojiblancos que preparan sus temporadas en San Rafael (despu¨¦s del primer equipo llegar¨¢ el B, antes estuvo el Femenino). Se ha profesionalizado much¨ªsimo todo. ¡°Llama la atenci¨®n lo de los horarios, ahora son un reloj, todo minutado, exacto¡±. ¡°Kiko ten¨ªa un arte... Recuerdo que sal¨ªa una ma?ana de pronto con la u?as pintadas, siempre con un chiste en la boca¡±, sonr¨ªe Carmen, su cabeza sigue en el antes.
Toni Mu?oz jugando a golf en la Escuela que ya est¨¢ cerrada. Fotos del viejo cine que ya no est¨¢. Jes¨²s Gil y Calder¨®n sentados a la mesa en el Gale¨®n. Leivinha leyendo un peri¨®dico a los pies del lago. Adelardo en pantal¨®n corto y cincuenta a?os menos. Laguna, Marcelino, Irureta, Salcedo, Melo, Panadero D¨ªaz. Miguel ?ngel Gil jovenc¨ªsimo junto a su padre. Todo est¨¢ ah¨ª. Como cuando se abre un caj¨®n olvidado en las casas y salen esas fotos de antes, en esos ¨¢lbumes de hojas grandes sobre las que se pegaban, bajo un pl¨¢stico, las fotos de nuestros padres, esas pintas, esos bigotes, esos salones, cuando a¨²n no exist¨ªan los degradados en los peinados, cuando las lacas no ten¨ªan sitio en las taquillas de f¨²tbol. Sacchi, las camisetas con la publicidad de Marbella, el viejo escudo. ?scar Gil cortando la cinta del Hotel Sierra Segovia, junto a su padre, el d¨ªa de la inauguraci¨®n. N¨²?ez dando una rueda de prensa en su interior. Manolo Escobar, Roc¨ªo Jurado y Pedro Carrasco, Raphael. Manolo Santana. Evangelista. La Vuelta ciclista. El Miss Madrid. Coches que ya no circulan, Renault 5, Peugeot 205, Citro?n CX, Ford Escort, y que se aparcaban al lado de los campos de f¨²tbol para ver de cerca al Bar?a de Stoichkov, de Rexach, a un Bar?a con Lopetegui y Luis Enrique que tambi¨¦n pas¨® por all¨ª. A Vieri, a Caminero, al Cholo jugador y luego entrenador. ¡°El Mono Burgos era muy gracioso y agradable. Recuerdo el ¨²ltimo a?o que nos dec¨ªa: ¡®Ya no fumo, ?lo he dejado!¡±. O cuando Torres regres¨® despu¨¦s del Liverpool, el Chelsea y el Mil¨¢n y se encontr¨® que, en el N¨¢yade, le hab¨ªan preparado su vieja habitaci¨®n, la de los primeros a?os.
¡°Hay gente dentro de la expedici¨®n que quiz¨¢ no se lleven los focos pero para nosotros son fundamentales, ahora tambi¨¦n¡±, expone Carmen y habla de Pedro Pablo, el delegado (¡±nos facilita mucho la vida¡±). O de Cristian, el utillero (¡±vino siendo un cr¨ªo la primera vez, en los a?os noventa, y ahora ya es padre de familia, de un ni?o y una ni?a que son iguales a ¨¦l¡±. ¡°Y Villal¨®n, el doctor, por supuesto¡±. Juan Carlos asiente. Ah¨ª est¨¢ eso que ocurri¨® en 2017, 2018, ¡°un a?o o dos justo antes de la pandemia¡±, a?ade Carmen: ¡°Le salv¨® la vida a un empleado del hotel¡±. ¡°Comenz¨® a sentirse mal y se desplom¨® en las cocinas¡±, dice Juan Carlos en este relato a dos voces. ¡°Llamamos al doctor que le hizo un masaje card¨ªaco mientras ven¨ªa la ambulancia. Despu¨¦s, mientras permaneci¨® ingresado, estuvo muy pendiente de ¨¦l¡±, finalizan.
¡°Son tantas cosas. Tantas personas...¡±. Tantas guardadas en esos ocho metros cuadrados sobre una mesa, en la profundidades del economato del hotel, como Gollum guardando su tesoro en la profundidad de la monta?a. La historia de esa urbanizaci¨®n que prepara, para los a?os que vienen, cumplir el sue?o de Gil. ¡°Terminar la urbanizaci¨®n¡±. Esa que se qued¨® a medias. 5.500 viviendas de obra nueva junto al lago y el club de golf como ya brotaron el hotel de arriba, el spa, el beach club, el comedor de la piscina..., y mientras, por supuesto, seguir¨¢n cuidando al Atleti. Porque ¡°50 a?os no es nada¡±, que cantaba Gardel. Su canci¨®n seguro que sonaba mientras se tomaba alguna de esas fotos, las de las cajas, el testigo del paso del tiempo atrapado para siempre en Los ?ngeles de San Rafael. Y la cabeza de Carmen.