1x1 del Real Madrid contra el Bar?a en la Supercopa: del pisot¨®n al bochorno

Todo parec¨ªa blanco, hasta que se puso negro. Diez minutos dur¨® el Madrid. Los que dur¨® Mbapp¨¦. El franc¨¦s cocin¨® un gol de bandera y estaba desatado. Pero un pisot¨®n fortuito de Kound¨¦ le dej¨® el tobillo maltrecho. Y al equipo blanco herido de muerte. El principio del fin. Los de Ancelotti fueron transparentes en defensa y se pas¨® del optimismo al bochorno. Raphinha se encarg¨® de ir dando estocada a estocada. Con el benepl¨¢cito de unos Tchouameni y Lucas V¨¢zquez que no le detectaron. Y que invitan a mirar al mercado... y Asencio, reforzado por su ausencia (de inicio). A veces no estar es el mejor mensaje. Superba?o del Bar?a.

Courtois: El clavo ardiendo... y no fue suficiente. Solvente en un chut envenenado de Lamine y estelar ante un cabezazo a bocajarro de Raphina. La llave que permiti¨® a Mbapp¨¦ abrir la lata. Pero el Bar?a respondi¨® cuatro veces antes del refrigerio. Cuatro goles imposibles para cualquier portero. Tambi¨¦n para Courtois, que no es cualquiera.

Lucas V¨¢zquez (52¡ä): Muy exigido. Raphinha le encontr¨® las cosquillas, y la espalda, con facilidad. E hizo mucho da?o. En dos jugadas previas a los goles y tambi¨¦n en el tercero. En el espacio existente entre el gallego y Tchouameni apareci¨® el brasile?o. Como un islote y como un avi¨®n remat¨® a la red. Sin oposici¨®n. Apenas se la puso un Lucas V¨¢zquez superado.

Tchouameni (64¡ä): Lewandowski domin¨® a la zaga blanca en lo posicional y Raphinha gobern¨® sus espaldas. La de Lucas, pero tambi¨¦n la de Aur¨¦lien. As¨ª se cocinaron varias ocasiones y el 1-3 del extremo. Tambi¨¦n el quinto, de nuevo de Raphinha, indetectable en la carrera para el franc¨¦s. Adem¨¢s, estuvo tibio al encimar a Lamine en el tanto del empate. Si hab¨ªa debate con Asencio, el Cl¨¢sico lo dispara. La actuaci¨®n de Tchouameni a?ade picante, mucho, a la conversaci¨®n.

R¨¹diger: Fue el menos se?alado en el desarme, pero semejante descosido se?ala a todos. No logr¨® sujetar a Lewandowski, tampoco anticipar en la frontal las apariciones de los atacantes y centrocampistas azulgranas, ni detener a Raphinha en el contragolpe que complet¨® el repoker azulgrana. No fue Rambo, tampoco R¨¹diger.

Mendy (75¡ä): Lamine, en varias ocasiones, ha confesado que Mendy es uno de los laterales que m¨¢s complicados. Pero el extremo le descifr¨® con facilidad. Con el partido te?ido de blanco, Lamine dej¨® atr¨¢s a Mendy y termin¨® enjaulando. Y a partir de ah¨ª, la defensa fue un azucarillo. Incluido un Ferland transparente en lo suyo, defender.

Valverde: Lo intent¨®, y no es poco. No en una noche donde falt¨® casi todo. Dej¨® varias jugadas de personalidad. Cortes para tratar de apagar fuegos que la defensa no pudo. Mucho esfuerzo, poco premio. El centro del campo azulgrana se impuso, asfixi¨® el blanco y Valverde no consigui¨® desplegar las alas. Ni atinar con bal¨®n, con alg¨²n error en la circulaci¨®n poco habitual. Termin¨® como lateral derecho.

Camavinga (46¡ä): Comenz¨® bien, como el Madrid. Pero se diluy¨®, como el Madrid. Tanto que fue sustituido al descanso. Trat¨® de ayudar a Mendy a sostener a Lamine, sin demasiada suerte. Aunque donde comenz¨® a oscurecerse su partido fue en el penalti que cometi¨® a Gavi. A punto estuvo de oscurecerse m¨¢s a¨²n cuando se jug¨® la segunda amarilla con un agarr¨®n. De ah¨ª que Carletto optase por el cambio.

Rodrygo: De una primera parte taciturna, donde err¨® un pase en un c¨®rner que acab¨® en gol barcelonista, a un segundo tiempo impetuoso. No fue suficiente, pero lider¨® el conato de reacci¨®n tras el descanso. Apenas arranc¨® estrell¨® una volea en el palo. Despu¨¦s, aunque con otro gol m¨¢s en contra, enjaul¨® una falta directa. Muy similar a su primer tanto como madridista en una pretemporada contra el Bayern. Rodrygo ha recuperado la confianza definitivamente. Un peque?o oasis en el desierto.

Bellingham: Sobrecargado. As¨ª termin¨® la semifinal y se not¨® en la final. Sin apenas incidencia en el juego y con una gestualidad poco habitual, con la sensaci¨®n de tener que controlar esfuerzos. Trat¨® de echar un cable en lo defensivo, especialmente en lo a¨¦reo, pero lejos de lo habitual. Una versi¨®n muy menor de Bellingham.

Vinicius (76¡ä): Rob¨® el bal¨®n en el gol de Mbapp¨¦. Y hasta ah¨ª. Aunque no tuvo ocasiones francas para encarar, cuando tuvo las situaciones no encontr¨® la tecla. Kound¨¦ le super¨®. Y tampoco ayud¨® en campo propio, algo que facilit¨® la percusi¨®n constante con la que Lamine facilit¨® la remontada. Vinicius ven¨ªa de merendarse al Bar?a con un hat-trick en Riad, pero se le atragant¨® Yeda.

Mbapp¨¦: Incontrolable... hasta el pisot¨®n involuntario de Kound¨¦. Ah¨ª se hizo da?o en el tobillo y complet¨® el duelo con un aparatoso vendaje. Ah¨ª se apag¨® Kylian y se apag¨® el Madrid. Porque hab¨ªa comenzado como un cohete. Presionante y exuberante al espacio. El tanto fue una exhibici¨®n f¨ªsica y t¨¦cnica en la que desdibuj¨® a Balde con una bicicleta y defini¨® con maestr¨ªa. Pleno de confianza, cocin¨® otro zigzag que termin¨® en resbal¨®n y en citado pisot¨®n. Mbapp¨¦, aunque complet¨® el encuentro, dur¨® siete minutos, los que dur¨® el Madrid.

Tambi¨¦n jugaron

Ceballos (46¡ä): Aport¨® algo de orden en el caos, s¨®lo err¨® tres pases, fue el que m¨¢s complet¨® en s¨®lo media parte y colg¨® un par de balones con peligro. El no haber estado en el origen de la debacle le refuerza.

Asencio (52¡ä): Fue lateral derecho por Lucas al entrar, pero sali¨® fortalecido como central. Donde termin¨® cuando Ancelotti sac¨® a Tchouameni. El canterano estuvo m¨¢s s¨®lido que el franc¨¦s. Paso al frente por el paso atr¨¢s de Aur¨¦lien.

Modric (64¡ä): Con el partido roto, Luka entr¨® para tratar de coserlo. Una media hora final convertida en tr¨¢mite.

Fran Garc¨ªa (75¡ä): Entr¨® para buscar que sus incorporaciones y centros encontrasen alg¨²n rematador.

Brahim (76¡ä): Calent¨® en el 10¡ä, pero no entr¨® hasta el 76¡ä. Sin ocasi¨®n de tener incidencia.

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