Okafor mete presi¨®n a Chelsea y Milan

Chelsea y Mil¨¢n se han encontrado con dos huesos duros de roer en la Champions. Salzburgo y Dinamo Zagreb estaban destinados a cumplir el papel de v¨ªctimas de grupo pero de momento se han ganado a pulso el de villanos principales para ingleses e italianos. Esta vez los croatas, que ganaron al Chelsea y pusieron en aprietos a los rossoneri en San Siro, no lograron puntuar en el Red Bull Arena, pero mantuvieron intacta su buena imagen. El Salzburgo, que hab¨ªa empatado sus dos encuentros anteriores, logr¨® su primer triunfo y se mete de lleno en la lucha por el liderato del grupo, aunque eso s¨ª, sud¨® sangre para conseguirlo.

Salzburgo y Dinamo son dos equipos que sufren cuando no tienen la iniciativa. Acostumbrados a dominar los partidos jornada tras jornada en sus respectivas ligas, que gobiernan tir¨¢nicamente desde hace a?os, tienden a dar muchas facilidades a sus rivales en Champions, donde los equipos tienen la capacidad para disputarles la pelota y aprovechar la cantidad de espacios que dejan atr¨¢s dos equipos dise?ados para ir hacia adelante y no hacia atr¨¢s. Por eso el partido fue a tumba abierta desde el principio. Ambos quer¨ªan la pelota y ambos aprovechaban los desbarajustes defensivos tras p¨¦rdida de su rival. Hubo mucho movimiento en las dos ¨¢reas y la primera parte termin¨® con ocho remates del Salzburgo y cinco del Dinamo. Kohn y Livakovic se marcharon al vestuario como grandes h¨¦roes de cada equipo, mientras que Sesko, Okafor, Orsic y Petkovic se fueron en busca de una toalla en la que secar la p¨®lvora.

Empujado por su situaci¨®n en el grupo, el Salzburgo fue m¨¢s ambicioso en la segunda parte. Okafor y Sesko volvieron loca a la zaga croata y de sus botas volvieron a salir las mejores ocasiones. Sin embargo, fue una ¡®jaimitada¡¯ de Moharrami, que agarr¨® innecesariamente a Ulmer en el ¨¢rea, la que permiti¨® que la igualdad se rompiera. Okafor, el que m¨¢s lo hab¨ªa intentado durante todo el encuentro, enga?¨® a Livakovic y marc¨® el 1-0 desde desde los once metros. Tras el gol, el Dinamo dio un peque?o arre¨®n que solo sirvi¨® para agrandar la figura de Kohn y para que el VAR hiciera acto de presencia anulando un gol a Drmic por fuera de juego.