Qatar respira f¨²tbol a falta de 50 d¨ªas del arranque del Mundial
Doha se engalana con decorado mundialista. Modric, Man¨¦ y Kane aparecen en las fachadas de los edificios. Las obras siguen sin descanso para llegar a tiempo a la fecha prevista.
El Mundial se empieza a vivir en Qatar. Faltan 50 d¨ªas para que el bal¨®n eche a rodar y las calles de Doha est¨¢n cogiendo color a f¨²tbol, a la par que las excavadoras y los obreros siguen teniendo una gran presencia mientras ultiman los preparativos. Todo ello bajo la supervisi¨®n de FIFA, cuyos directivos y empleados est¨¢n por todos los rincones de la ciudad yendo y viniendo. Al igual que los emisarios de la selecciones, que acuden a sus ¡®cuarteles generales¡¯ para prepararlo. La organizaci¨®n mide todo para que haya ning¨²n desajuste que afee lo que en Qatar consideran uno de los momentos m¨¢s importantes de su historia.
El pa¨ªs est¨¢ volcado con la Copa del Mundo. Y la importancia del torneo se ve cuando se visita el Museo Nacional de Qatar. Todos los episodios que ha vivido el pa¨ªs vienen reflejados de alguna manera en las exposiciones: desde la tradici¨®n de recolectar perlas hasta el descubrimiento del gas y el petr¨®leo. Pero se reserv¨® un apartado del museo para el Mundial. Lo que consideran un antes y un despu¨¦s para el pa¨ªs y el gran motor de cambio en la sociedad. Tanta importancia se le da, que se expone y guarda con gran recuerdo el sobre con la cartulina que anunci¨® que Qatar era la elegida para organizar el Mundial de 2022.
Con esa ilusi¨®n de acoger el acontecimiento se trabaja d¨ªa y noche en la ciudad de Doha. El ruido de las excavadoras y las radiales sigue teniendo una gran presencia ya que todav¨ªa tienen que terminar de construir los alrededores de los estadios (algunos creados en mitad de la nada y de los que surgir¨¢n futuros barrios) y levantando las fan zones, adem¨¢s de algunos accesos y aceras. Las obras ya est¨¢n finalizadas en todos los estadios, pero en este mes de septiembre han tenido todav¨ªa trabajo: FIFA ha supervisado el cambio al c¨¦sped de invierno. A su vez, las selecciones mandan a emisarios para supervisar el acondicionamiento de sus ¡®cuarteles generales¡¯. Como le sucede a Espa?a con la Qatar University, lugar donde se concentrar¨¢n.
La ciudad tambi¨¦n se va engalanando poco a poco y se observa m¨¢s decoraci¨®n mundialista. El paseo Corniche, una de las principales arter¨ªas de la ciudad y que ser¨¢ conquistada por los aficionados durante el torneo, luce con las banderas de todas las selecciones participantes al igual que los estandartes con la presencia de La¡¯eeb, la mascota del Mundial. El distrito financiero, adem¨¢s, cuenta con la imagen de futbolistas como Kane, San¨¦ y Modric ocupando toda la fachada de los edificios.
Una de las preocupaciones y dudas que existe entre los habitantes, seg¨²n afirman a AS, es la seguridad. Hay una gran diferencia cultural. En Doha apenas se ve a polic¨ªas por las calles, es uno de los lugares m¨¢s seguros. Y se est¨¢ expectante del comportamiento de aficionados de ciertos pa¨ªses. Qatar, para poder controlarlo, se reforzar¨¢ con polic¨ªa de pa¨ªses cercanos y se muestra confiada en que no habr¨¢ ning¨²n problema. Y para ello se han ido probando. El pasado 9 de septiembre se inaugur¨® oficialmente el estadio Lusail, donde se jugar¨¢ la final del Mundial, y sirvi¨® de simulacro. Se vio un gran despliegue policial para controlar a los aficionados extranjeros procedentes de Egipto. Les quedan 50 d¨ªas por delante para cerrar la organizaci¨®n de un Mundial que ser¨¢ diferente y que aspiran a que sea el m¨¢s espectacular de todos.