QATAR 2022 (E) | JAP?N - COSTA RICA
Orgullo contra la resaca
Costa Rica se juega su ¨²ltima baja contra una Jap¨®n en estado de euforia.


El estadio Ahmad Bin Ali ser¨¢ testigo del enfrentamiento de las dos selecciones con las sensaciones m¨¢s contrapuestas del Mundial de Qatar. Jap¨®n y Costa Rica est¨¢n en las ant¨ªpodas psicol¨®gicas la una de otra despu¨¦s de lo que ocurri¨® en la primera jornada (sigue el partido en directo en AS.com). Los asi¨¢ticos vienen subidos en la ola buena. Moriyasu, seleccionador nip¨®n, se pertrecha en el refrendo moral sin precedentes que recibi¨® el equipo al remontarle un gol a Alemania. En eso y en la gesti¨®n de esa falange esforzada y ordenada que tiene a sus ¨®rdenes.
Pero tampoco puede olvidarse de que Gonda fue el h¨¦roe real de su hist¨®rico triunfo sobre Alemania y que, a¨²n viviendo recluido durante m¨¢s de una hora en su campo, recibi¨® una catarata de ocasiones en contra que deber¨ªa poner sobre aviso a tanto optimismo. Jap¨®n est¨¢ ante una ocasi¨®n ¨²nica de, por primera vez, sumar dos triunfos seguidos en un Mundial porque el rival aparece como propicio. Eso podr¨ªa dejar decidido su pase a octavos, pero no hay que enga?arse.
Los d¨ªas han sido un infierno para Luis Fernando Su¨¢rez y el combinado tico. Su discurso vital, optimista y ambicioso recibi¨® un golpetazo tremendo en el estadio de Al Thumama y la cr¨ªtica no ha tardado en hac¨¦rselo mirar. La goleada de Espa?a abri¨® la veda y todo se puso en duda en un equipo que llegaba a Qatar rodeado de amabilidad.
Sorprendi¨® que Su¨¢rez no se entregara a un dibujo con cinco defensas de inicio frente a Espa?a para taponar el torrente de f¨²tbol por dentro y por ah¨ª llegar¨ªa su factor corrector para atar a los correosos mediapuntas japoneses. La urgencia centroamericana puede ser la excusa nipona esta vez para no correr a cargo con la iniciativa del juego, pero Costa Rica llegar¨¢ con la lecci¨®n aprendida y se espera una imagen endurecida para jugarse su ¨²ltima carta en el grupo. Perder le manda a casa. Jap¨®n tiene margen, pero ser¨ªa un riesgo aplazarlo a un cara a cara con Espa?a.