El ¡®socceroo¡¯ activista, pirata y fan de Lou Reed mide a Francia
Jackson Irvine juega con Australia y es capit¨¢n en el St Pauli alem¨¢n. Ha impulsado el apoyo firme de su selecci¨®n al colectivo LFTBI+ antes del Mundial.
Aunque el t¨¦rmino hipster empieza a ser casi un anacronismo, si hay un futbolista moderno en este Mundial ¨¦se es sin duda el australiano Jackson Irvine. El capit¨¢n del St Pauli alem¨¢n se estrena en Qatar contra Francia despu¨¦s de haber sido el propulsor de que la selecci¨®n australiana se pronunciase a favor del colectivo LGTBI+ antes de que los Socceroos pusieran un pie en el Golfo P¨¦rsico. Hace unos meses, concedi¨® una entrevista en la que no pudo ser m¨¢s expl¨ªcito: ¡°Tenemos que hablar de los derechos gays¡±. Un futbolista que ha encontrado su lugar id¨®neo en la Tierra en la zona pirata de Hamburgo, en el popular St Pauli, club con vocaci¨®n social y antifascista donde luce orgulloso el brazalete arcoiris como capit¨¢n de los Piraten. ¡°Somos la pareja perfecta¡±, dice Irvine.
En un pa¨ªs, Australia, donde ha generado controversia acudir a un pa¨ªs como Qatar, Irvine ha tomado la bandera multicolor y ha puesto la lupa sobre ¡°la toxicidad¡± que envuelve el f¨²tbol. ¡°Seamos claros, la homofobia en el f¨²tbol sigue siendo un problema¡±, expres¨® el centrocampista en una carta publicada por FIFPro, el sindicato mundial de futbolistas. ¡°A veces este deporte desprende una atm¨®sfera de masculinidad t¨®xica que provoca que la comunidad gay no se sienta bien recibida. Eso tiene que cambiar y tiene que cambiar ya¡±.
Irvine es uno de esos raros futbolistas que no se siente c¨®modo entre cochazos de alta gama y reguet¨®n. Prefiere calzarse una camiseta de The Cramps y rebuscar entre los cajones de vinilos de las tiendas de m¨²sica m¨¢s underground de Hamburgo. Fan del techno y del metal, sus inquietudes abarcan desde Seinfeld a Lou Reed. De ambos, de la m¨ªtica serie y del ic¨®nico artista neoyorquino, luce tatuajes.
Su pasi¨®n por la m¨²sica le lleva, en sus ratos libres, a agarrar su guitarra para rasgar los acordes de sus artistas favoritos, como esta versi¨®n del cantautor izquierdista ingl¨¦s Billy Bragg que comparti¨® con sus followers de Instagram.
Irvine naci¨® en Melbourne y cumplir¨¢ si toda va como espera 50 partidos con Australia en este Mundial (est¨¢ en 48) pero podr¨ªa haber sido h¨¦roe escoc¨¦s, en plan William Wallace con eyeliner. Lleg¨® a ser internacional Sub-19 con la selecci¨®n escocesa y dio un paso m¨¢s cuando form¨® parte de la cantera del Celtic de Glasgow y alcanz¨® el primer equipo, aunque finalmente vol¨® de las Islas y se decant¨® por ser un Socceroo.
La Australia m¨¢s futbolera ha perdido referentes sobre el verde, como Tim Cahill, pero ha ganado otro fuera del terreno de juego. El bigotito moderno y las inquietudes sociales de Jackson Irvine marcan el camino.