Bochorno inaugural en Qatar

Qatar ya tiene su Mundial y la FIFA, su bochorno. Nunca antes un partido inaugural del Mundial dej¨® la imagen de desinter¨¦s por el f¨²tbol que se vio el estadio Al Bayt, con un duelo desequilibrado en lo deportivo de principio a fin y sin casi aficionados locales en la segunda parte tras su espantada al descanso. Una imagen pat¨¦tica para un pa¨ªs que estaba siendo examinado con lupa y que ha tenido m¨¢s defensa en Infantino que en sus propios ciudadanos.

Han sido 12 a?os de preparativos, 26 partidos amistosos en 2022, y sin embargo, a la hora de la verdad, cuando el mundo estaba mirando, cuando el Emir vigilaba desde la grada, las piernas y la cabeza de los jugadores qatar¨ªes no respondieron. Es extra?o ver a un nivel tan alto como el Mundial una colecci¨®n de errores como los de la primera parte. Errores de falta de calidad. Fallos en controles, p¨¦rdidas absurdas, conducciones sin sentido.

Qatar fue un flan, empezando por su portero Al Sheeb, que en la primera intervenci¨®n del torneo sali¨® a cazar un bal¨®n imposible. No lleg¨® a tiempo, F¨¦lix Torres acab¨® centrando de chilena y Enner Valencia marc¨®. Tras una deliberaci¨®n del VAR y una imagen del sistema de fuera de juego semiautom¨¢tico, Orsato lo anul¨® por estar Torres adelantado en el origen de la acci¨®n. Una interpretaci¨®n dudosa, pues despu¨¦s pasaron varios lances hasta el gol.

Ni as¨ª despert¨® Qatar. El bloqueo general continu¨® y lo aprovech¨® para hacer sangre un Enner Valencia descomunal. La camiseta de Ecuador le transforma. Los Mundiales, tambi¨¦n. Antes del cuarto de hora traz¨® una diagonal, Estrada le habilit¨® y su regate al portero acab¨® en penalti. Con una clase asombrosa, Enner anot¨® echando el pie a un lado y la mirada al otro.

El segundo de Enner

Era una carnicer¨ªa el debut, un partido entre un equipo mundialista y otro sin nivel alguno para estas instancias. Lo peor para Qatar, adem¨¢s de su aturdimiento, fue que Ecuador no baj¨® el pist¨®n. Cada ataque fue un terremoto en el ¨¢rea de Al Sheeb. Ah¨ª estaba siempre Enner para recordar por qu¨¦ es el ecuatoriano con m¨¢s goles en la historia de los Mundiales. Un cabezazo suyo a pase de Ibarra se col¨® junto al palo para ahondar m¨¢s en la debacle local.

Ecuador se sinti¨® grande, gigante, con un Enner que parec¨ªa Mbapp¨¦ y una defensa que apenas sufr¨ªa. El aletargamiento qatar¨ª dur¨® casi todo el primero tiempo, aunque en el ¨²ltimo suspiro Almoez Ali pudo acortar distancias tras un centro fabuloso de Al Haydos. Ni en eso acert¨® Qatar, ni en confiar en el delantero que le hizo campe¨®n de la Copa de Asia hace dos a?os.

Lo peor vino despu¨¦s del descanso, sin embargo. Buena parte de la afici¨®n de Qatar abandon¨® el campo, se fue del estadio, dej¨® la grada vac¨ªa en una imagen deplorable para el Mundial y para la FIFA. La cultura del esfuerzo no est¨¢ muy arraigada en el Emirato, por lo que alrededor de un 20% se march¨® intuyendo que era imposible la remontada. Lo era.

En un ambiente fantasmag¨®rico, con los hinchas que permanec¨ªan en la grada en estado de shock, incluso los ecuatorianos, lo que se dibuj¨® despu¨¦s fue algo m¨¢s cercano a un partido amistoso que a uno inaugural del Mundial. Qatar no tuvo fe ni amor propio ni ganas de darle la vuelta a la situaci¨®n. Apenas Akram Afif, su mejor futbolista, dej¨® alg¨²n detalle interesante.

Para entonces el mundo ya era consciente de que el Mundial de Qatar, el que se ha construido en un escenario de cart¨®n piedra a lo largo de tantos a?os, no interesa a nadie local, no desde luego a aquellos que se marcharon del campo en su primera participaci¨®n mundialista, en su primer encuentro en la m¨¢xima ¨¦lite, en su presentaci¨®n al mundo. Dur¨ªsimo.