¡°Me tiraba del tranv¨ªa en marcha para poder ir a ver al Celta¡±
Carlos Mouri?o, el presidente m¨¢s longevo de Primera, repasa toda su vida y tambi¨¦n habla de su futuro en la primera entrega de la entrevista concedida a AS.
Entre el ni?o de familia humilde que tuvo que ponerse a trabajar tras quedarse hu¨¦rfano de padre y el empresario que hizo fortuna en M¨¦xico hay un aspecto que no ha variado ni un ¨¢pice, su pasi¨®n por el Celta, el club que preside desde el a?o 2006. Carlos Mouri?o (Vigo,1943) repasa su vida y habla sobre su futuro en la primera entrega de la entrevista concedida a AS.
Empecemos por el principio, por el a?o 1943, el de su nacimiento en Vigo. ?C¨®mo recuerda su infancia?
Nac¨ª en General Aranda, ahora calle Pi y Margall, al lado del Barrio del Cura, en una familia de cinco hermanos que nos criamos y estudiamos en los Salesianos. Tuve la desgracia de quedar hu¨¦rfano de padre muy joven y hubo que ponerse a trabajar. Yo era el hemano del medio. ?ramos cuatro hombres y una mujer y yo era el tercero de los hombres.
?C¨®mo era aquel contexto social en plena posguerra?
Muy duro, muy complicado. Nosotros ten¨ªamos un estatus medio, hasta que falleci¨® mi padre, que era el que llevaba los recursos a casa, y todos los hermanos tuvimos que empezar a colaborar para salir adelante.
?C¨®mo era Carlos Mouri?o de ni?o?
Era bastante travieso, con unas ideas muy claras y muy profundas de lo que quer¨ªa hacer y eso llevaba a decir que era un tanto caprichoso. Nunca tuve problemas con las notas, aunque s¨ª es cierto que una vez me pescaron faltando a clase y tuve un problema m¨¢s o menos gordo, pero fuera de eso, todo bien. Tengo much¨ªsima gente que despu¨¦s la he perdido, pero que ahora me paran por la calle y me dicen que estudiaron conmigo.
?As¨ª que era travieso?
S¨ª, bastante. Hab¨ªa que ser travieso para engancharse en el tranv¨ªa para ir a ver el Celta y tirarse en marcha. Cuando ven¨ªa el inspector, ten¨ªas que tirarte en marcha, con el peligro que eso supon¨ªa, y despu¨¦s no se pod¨ªan enterar en casa. Nos tir¨¢bamos en marcha para no pagar el billete, fui algo tremendo de peque?o.
Su primer trabajo es en una agencia de viajes siendo un ni?o. ?Coincide con el fallecimiento de su padre?
S¨ª, efectivamente. Todos en la familia ten¨ªamos que aportar nuestro granito de arena. Uno de los hermanos se cas¨® e hizo vida propia, al poco tiempo se cas¨® el otro y yo me qued¨¦ un poco al cargo de la vida familiar, con los otros dos hermanos y mi madre.
?Tuvo que hacer de padre de familia siendo un adolescente?
No tanto como padre de familia porque en Galicia el matriarcado es muy fuerte y mi madre ten¨ªa mucho car¨¢cter, a lo mejor lo saqu¨¦ yo de ah¨ª, pero s¨ª es verdad que tuve una cierta responsabilidad sobre la familia.
Se muda a Madrid muy pronto.
S¨ª, cuando me caso nos cambiamos a Madrid por cuestiones de trabajo, por abrir m¨¢s horizontes y m¨¢s perspectivas de crecimiento.
?C¨®mo recuerda su vida en Madrid?
Muy c¨®moda. Empec¨¦ desde abajo y fui escalando puestos en la empresa, me sent¨ª muy bien y muy considerado. Desgraciadamente, lleg¨® un cambio de sistema en Espa?a, nosotros trabaj¨¢bamos much¨ªsimo para agencias militares y hospitales m¨¦dicos y ah¨ª fue cuando el gobierno hizo un par¨®n grande para realizar nuevas medidas, entonces la empresa empez¨® a no ir bien, a retrasarse en los pagos y decidimos irnos a M¨¦xico.
Vida en Madrid
?Le gustaba la fiesta?
No, nunca fui de salir a fiestas o estar en discotecas. El poquito dinero que ten¨ªa y pod¨ªa ahorrar, me lo gastaba en ropa. Nunca fue fiestero. Cuando mis amigos se iban los fines de semana a las discotecas, yo me guardaba el dinerito para comprarme ropa. Siempre trataba de ir un paso adelante.
?Le apasiona la moda?
No vivo pendiente de la moda, es m¨¢s del momento. Veo una cosa, me gusta y la compro, sin ver si est¨¢ tan de moda o si no lo est¨¢.
Usted emigra a M¨¦xico en 1978, poco despu¨¦s de la muerte de Franco y siendo ya director general de una empresa importante como Nautr¨®nica. ?Por qu¨¦ decide abandonar el pa¨ªs?
Cuando Franco fallece, se hace un par¨®n en las empresas que surt¨ªan al gobierno para analizarlas y clasificarlas para volver a hacerse proveedores del gobierno. Y en ese par¨®n la empresa lo pas¨® muy mal y los empleados est¨¢bamos cobrando con mucho retraso. Yo ya ten¨ªa a mis tres hijos y tomamos la decisi¨®n de irnos para que ellos no pasaran esa inclemencia. Nosotros no ten¨ªamos capital suficiente para aguantar sin cobrar un mes tras otro.
?Fue clave que en M¨¦xico estuviera su suegro, que ten¨ªa una cadena hotelera?
S¨ª, fue una circunstancia que ayud¨®, pero nosotros hicimos nuestra vida independiente de mi suegro, aunque es cierto que empec¨¦ a trabajar en uno de sus hoteles.
Al poco de llegar funda Ivancar, ?es su primera piedra como empresario emprendedor?
All¨ª s¨ª, aqu¨ª hab¨ªa tenido un intento que no me hab¨ªa salido bien, pero all¨ª s¨ª fue la primera y a partir de ah¨ª estuve en varios sectores. Siempre me gusta decir que soy un tipo de empresario creativo, que me gusta m¨¢s crear las empresas que trabajar en ellas. Por eso llegamos a diversificar tanto nuestras empresas.
Emprendedor
?C¨®mo era la vida en M¨¦xico?
Muy placentera. Sab¨ªamos que ten¨ªamos que hacer un gran esfuerzo para poder salir adelante, ten¨ªamos que hacer un gran trabajo dedic¨¢ndole todas las horas que pod¨ªas, pero dentro de eso era una vida c¨®moda y placentera. Para los que nos gusta el trabajo y no tenemos hora, nos es igual. Pero despu¨¦s ten¨ªa esa compensaci¨®n de placidez, de gente amable, de gente cari?osa, sobre todo cuando nos fuimos de M¨¦xico DF a Campeche, donde la gente era tremendamente campechana, como su propio nombre indica. Nos recibieron de maravilla, era todo muy agradable y nos hac¨ªan la vida muy f¨¢cil, dentro de la dificultad enorme que ten¨ªamos para salir adelante al principio. Mi familia ven¨ªa muchas veces de vacaciones y no pod¨ªamos venir todos. Ten¨ªamos que repartirnos y yo casi siempre me ten¨ªa que quedar. Al final el resultado fue bueno.
?Y el tema de la seguridad?
Nosotros nunca sentimos un problema de inseguridad. Sabemos que la inseguridad est¨¢ mucho en la calle, pero estamos m¨¢s acostumbrados, o al menos no tan afectados por los grandes titulares. Cuando se hablaba de una matanza de cincuenta personas, nosotros no consideramos que eso nos vaya a influir nunca porque normalmente son ajustes de cuentas entre bandas. El narcotr¨¢fico est¨¢ muy presente, se pelean mucho por las rutas y hay muchas guerras entre ellos. Claro que asusta leer que aparecen cuarenta personas degolladas, pero en el d¨ªa a d¨ªa, sobre todo en Campeche, que sigue siendo junto a Yucat¨¢n el estado m¨¢s tranquilo del pa¨ªs, nunca tuve sensaci¨®n de inseguridad.
?Nunca ha tenido ning¨²n episodio de atraco o algo parecido?
S¨ª, s¨ª, yo he tenido episodios de ese tipo. Cuando lo hacen profesionales, no tienes ninguna duda. El problema es cuando no son profesionales. Si a ti te viene a robar un profesional, te podr¨¢ robar lo que quieras, pero jam¨¢s va a estar en riesgo tu vida. Cuando secuestran a alguien, si lo hace un profesional, es muy dif¨ªcil que la vida del secuestrado corra peligro. A m¨ª me asaltaron en un hotel propiedad de mi suegro, el primero en el que trabaj¨¦. Me asaltaron una noche, se llevaron el dinero y no pas¨® nada m¨¢s. Fue al poco de llegar, pero no me asust¨¦. Yo soy muy tranquilo y creo que si no te metes en problemas, no los encuentras. Si llevas una vida normal, no pasa nada. Yo nunca tuve miedo de vivir en M¨¦xico.
Seguridad
?Le cost¨® mucho ascender en la escala social mexicana?
Todo cuesta mucho y hay que hacer mucho trabajo. En la escala social yo tengo una esposa que me ha ayudado much¨ªsimo, que es la pionera para abrir el camino a cualquier sitio que vamos. Ha hecho un trabajo extraordinario para situarnos socialmente en una posici¨®n bastante interesante.
Sin embargo, su mujer es la persona menos medi¨¢tica de la familia.
Es la persona m¨¢s importante dentro de la casa. Nosotros somos una familia tremendamente unida y eso se nota en todo. Esa uni¨®n familiar depende mucho de mi mujer. Hace falta una persona detr¨¢s que te marque ese rumbo. Merece un reconocimiento grande dentro de la familia.
?Para usted qu¨¦ significa?
Todo. Siempre estuvo ah¨ª, tiene mucho car¨¢cter y se pelea con todo el mundo, incluso conmigo, pero siempre nos marca la ruta recta de responsabilidad y de clarividencia y despu¨¦s la ampl¨ªa a la rama social.
Usted tiene mucho car¨¢cter. ?En casa es diferente?
Hombre, las normas casi siempre las marcan las mujeres en todos los matrimonios. Sobre todo en Galicia, donde siempre el matriarcado ha estado muy dominante. Mi caso no iba a ser una excepci¨®n. Llegamos a muchas cosas de mutuo acuerdo, pero si alguien impone su criterio, suele ser ella.
Regresa a Espa?a a principios de siglo y desde entonces le llaman ¡®el mexicano¡¯.
No me molesta porque yo me considero un vigu¨¦s, vigu¨¦s, un gallego, gallego, un espa?ol, espa?ol y un mexicano. Me llaman mexicano, mariachi... Si el mariachi es alegr¨ªa, es ilusi¨®n, es m¨²sica. No me molesta en absoluto.
?Entra en la junta directiva con la idea de comprar el Celta o lo decidi¨® una vez dentro?
Siempre tuve esa inquietud, pero nunca me vi en la posibilidad de hacerlo, sobre todo cuando est¨¢s empezando. El Celta es una inversi¨®n fuerte para lo que nosotros ¨¦ramos. Entr¨¦ en la directiva, pero no pens¨¦ que iba a tener la oportunidad hasta que ocurri¨®. Me lo propusieron, lo hablamos en familia y lo aceptamos con mucho gusto. Antes de hablarlo en familia, yo ya lo ten¨ªa decidido, pero la democracia es la democracia.
?Lo ha arreglado con Horacio G¨®mez?
No, no he vuelto a tener comunicaci¨®n ninguna con ¨¦l. No me importar¨ªa tenerla, pero tampoco la buscar¨ªa.
Horacio G¨®mez
?Qu¨¦ Vigo encuentra cuarenta a?os despu¨¦s de marcharse?
Un Vigo muy diferente, con mucha evoluci¨®n. Espa?a siempre va por delante de M¨¦xico en la diferencia de vida, de sistema democr¨¢tico, de religi¨®n, de pol¨ªtica y la evoluci¨®n la notas m¨¢s grande. Encontr¨¦ un Vigo con una potencia tremenda y una riqueza grande, pero creo que aquel Vigo que yo hab¨ªa dejado no fue capaz de llevar el crecimiento que se merec¨ªa para seguir compitiendo con otras grandes ciudades.
Se march¨® un ni?o trabajador y regresa un empresario de ¨¦xito.
Todos estos cambios suelen achacarse a la suerte. Y s¨ª, puede ser un factor determinante, pero yo nunca le dir¨ªa a nadie que espere a tener suerte, yo le dir¨ªa a la gente joven que trabajen, que se esfuercen, que peleen. Creo que hoy la juventud est¨¢ muy acomodada y les va a ser muy dif¨ªcil dar esos saltos que dimos en otras ¨¦pocas, de pasar de estar en una situaci¨®n normal a hacer un capital. Lo pueden conseguir, pero no diciendo a ver si tengo suerte.
?Se le acerca mucha gente desde que es presidente del Celta?
No. Yo tuve un h¨¢ndicap muy grande porque me fui de aqu¨ª y perd¨ª el conocimiento de la ciudad y de los amigos. Estuve muchos a?os sin poder venir de vacaciones a Vigo. Cuando llego s¨ª se me acerca mucha gente, pero s¨®lo con el ¨¢nimo de decirme que hab¨ªa estudiado conmigo o hab¨ªa tenido alg¨²n contacto conmigo.
?Sufri¨® mucho en los inicios?
Claro. Se pasa muy mal, pero yo estoy voluntariamente, as¨ª que no tengo ning¨²n derecho a queja. Lo que tengo que aprovechar son los buenos momentos, no los malos. Y de esos momentos coger mucha fuerza para cuando vienen los malos. Si no disfrutara, si no estuviera a gusto, no ten¨ªa por qu¨¦ estar.
A esos inicios duros de presidente hay que sumar las p¨¦rdidas familiares que tuvo. ?En alg¨²n momento pens¨® en tirar la toalla?
No. No es defecto ni virtud, pero yo no me manejo por las circunstancias, sino por mi pensamiento. Estoy muy poco pendiente de las cosas que ocurren a mi alrededor, sean alegr¨ªas o tragedias. Yo formo mi sistema de vida y trato de llevarlo adelante. Es muy dif¨ªcil que una circunstancia u otra me hagan cambiar las cosas.
Sin embargo, hubo un momento en el que estuvo a punto de vender al Celta a los chinos. ?C¨®mo fue aquello?
Los chinos dicen que quieren comprar el Celta, yo les digo que no quiero vender y ellos insisten en que les pase todos los datos para hacerme una oferta. Yo les digo que los datos del Celta son p¨²blicos y lo ¨²nico que puedo hacer es garantizar que los n¨²meros p¨²blicos son los reales. Ellos los buscaron y me hacen una oferta que yo traslado a la familia. Ellos ve¨ªan que hab¨ªa sufrido mucho con el Celta y me dicen que es mi oportunidad para salir. Yo me lo pienso y decido rechazar la oferta.
?Lo decide usted solo?
Efectivamente. Yo valoro m¨¢s los buenos momentos que los malos y es muy dif¨ªcil que yo viva del pasado. Puedo ir a buscar alg¨²n recuerdo por alg¨²n motivo determinado en alg¨²n momento de mi vida, pero yo soy muy positivista y miro siempre hacia adelante. Ellos pensaban en m¨ª, que deb¨ªa dejarlo por el sufrimiento, pero yo tambi¨¦n pensaba en m¨ª, que todav¨ªa me quedaba mucho por hacer y disfrutar del Celta.
?Cu¨¢nto le ofrecieron?
Est¨¢ en la notar¨ªa, pero si no me equivoco eran 110 millones de euros.
Oferta de China
?Hasta cu¨¢ndo va a estar en el cargo?
Como siempre, me lo marcar¨¦ yo. Cuando me pregunte qu¨¦ hago aqu¨ª, que mis ideas ya no valen. La juventud viene pujando muy fuerte, los sistemas cambian y adaptarnos a nuestra edad a todo eso es muy duro. Con tanto aparato moderno, sabemos llamar por tel¨¦fono y poco m¨¢s. Se requieren cambios y esos cambios los empuja la juventud.
En el tapete del juego de tronos que hay sobre su silla, ?a qui¨¦n tiene primero en el ranking?
Yo siempre tengo una norma, que lo hice en las empresas y lo voy a hacer con el Celta. Yo voy a disfrutar el Celta hasta el momento que est¨¦ y en el momento que no est¨¦, no asumo ninguna responsabilidad ni ninguna directriz. La persona que est¨¦, sea quien sea, tiene el mismo derecho que yo cuando entr¨¦ de hacer lo que quiera, como quiera, de implementar sus ideas... Hay una l¨ªnea de sucesi¨®n familiar y hay una l¨ªnea de sucesi¨®n profesional. Tengo la gran suerte de que puedo aunar las dos. Le tengo un cari?o a Antonio Chaves, al que puedo considerar familiar, con una preparaci¨®n extraodinaria, y tengo una hija (Mari¨¢n), que es familiar, preparada en mil batallas, a pesar de su juventud, en empresas de muy diversa ¨ªndole. As¨ª que estoy tremendamente tranquilo. Es el momento en el que yo lo diga, reunirme con ellos y que ellos decidan. Todav¨ªa no s¨¦ cu¨¢ndo ser¨¢ ese momento.
Si pudiera elegir, ?vivir¨ªa su ¨²ltimo partido en el palco o en la grada?
Yo fui mucho tiempo de grada. Cuando viv¨ªamos en Madrid, los fines de semana cog¨ªamos el coche y nos tir¨¢bamos toda la noche conduciendo por aquella carretera que eran diez o doce horas de viaje, jugaba una pachanga con los amigos por la ma?ana y por la tarde ve¨ªamos al Celta. Despu¨¦s, al terminar el f¨²tbol, de vuelta para Madrid. Era mucho de grada, me encanta y la siento. No s¨¦ lo que har¨¦. Quiz¨¢s por edad y por movimiento, vaya m¨¢s al palco que a la grada.