Mbapp¨¦ baja a la Real de la nube

Par¨ªs, la ciudad del amor, mostr¨® su desafecto hacia la Real en el d¨ªa m¨¢s rom¨¢ntico. Desde bien temprano llegaron los flechazos, pero no los enviaba Cupido sino un ¡®diablo¡¯ con el dorsal n¨²mero 7, ballestas mortales al coraz¨®n del equipo de Imanol. Oyarzabal tuvo que claudicar y se descart¨® para el partido, muy a su pesar, por las molestias en la rodilla. Y luego apareci¨® Mbapp¨¦, para recordar a los donostiarras que la Champions es otro mundo, que los genios te torpedean las ilusiones sin piedad. Un par de apariciones deslumbrantes del mejor jugador del planeta dejaron la eliminatoria muy cuesta arriba para la tropa de Imanol. La traves¨ªa de esta por el gran torneo continental hab¨ªa sido impecable hasta este momento, pero los errores se pagan muy caros. Desde 2014 no se ha ganado ni una eliminatoria europea, van cinco tropiezos, y nada hace presagiar que se va a romper la tendencia.

Un fallo en la marca de un c¨®rner y otro en una internada por el extremo envi¨® al conjunto txuri-urdin a la lona. En las dos fotos sali¨® Traor¨¦, para su desgracia. Si en toda su traves¨ªa por la fase de grupos hab¨ªan encajado solo dos tantos y no hab¨ªan perdido ni un partido, ahora los admitieron en 12 minutos y rompieron su imbatibilidad. El actual es un momento complicado, porque se prolongan las malas sensaciones de la Liga y el gol se le ha muerto a esta gente: cinco partidos sin ver puerta, algo inaudito desde 1973. Tras una esperanzadora primera parte, en la que tutearon a un rival de enorme pedigr¨ª, en la segunda se fueron desinflando, emergi¨® un equipo muy plano en ataque que no sab¨ªa qu¨¦ hacer con el bal¨®n. Se fundieron los plomos una vez m¨¢s. No pudieron mitigar las opciones de ataque del enemigo, que empez¨® a abusar de su dominio, control y profundidad.

El plan inicial de Imanol era claro: presionar muy alto, no dejar ni un cent¨ªmetro al PSG para impedirle jugar a lo que le gusta, arrancando sus motos de la delantera en busca de Remiro. El mensaje que se le¨ªa en esas acciones valientes era: te tengo respeto, pero no miedo y voy a ser fiel a mi libreto en un escenario tan majestuoso. Claro que esa idea entra?a sus riesgos, especialmente en las p¨¦rdidas en zonas intermedias. Tom¨® nota de ello Zubimendi en el minuto 6, con un despiste que activ¨® a la manada. Demb¨¦l¨¦ cedi¨® a la carrera a su colega Mbapp¨¦ y el disparo cruzado de ¨¦ste fue atajado `por Remiro con un parad¨®n.

Los dos contendientes se mostraron muy agresivos. La sensaci¨®n que dej¨® la Real a partir del minuto 15 tras sufrir varias acometidas de los velocistas parisinos es que estaba exhibiendo su habitual desparpajo en el marco europeo: no se arrug¨® lo m¨¢s m¨ªnimo. Aparecieron jugadores que generaban peligro, ten¨ªan desborde, la tutela de la bola y la chispa. Kubo especialmente, emergi¨® con personalidad en un gran coliseo. Muy buena actitud para amansar a la fiera. El PSG no estaba c¨®modo, no se ve¨ªa la alegr¨ªa de las centellas de Luis Enrique, que, como siempre, dejaba a Demb¨¦l¨¦ y Mbapp¨¦ descolgados, muy predispuestos para la carrera. A Kylian le acaloraba lo que ve¨ªa, se agobiaba porque apenas cog¨ªa juego, y se quit¨® la camiseta interior y la arroj¨® cerca de la meta de Remiro. Los laterales Hakimi y Beraldo profesaban enorme respeto hacia Barrenetxea, y eso que tuvo una noche aciaga, y Kubo. Era Gal¨¢n otro de los jugadores activos por la banda. La Real empez¨® a tener posesiones largas de la mano de Merino y un zapatazo de ¨¦ste en el 44 pudo significar el 0-1.

La segunda parte arranc¨® con un visible parentesco con la primera, con un remate de Mbapp¨¦, aunque esta vez mucho m¨¢s t¨ªmido. Pero todo se vino abajo en un abrir y cerrar de ojos. Los genios salen de las l¨¢mparas casi sin frotarlas. Un mal apoyo de Traor¨¦ hizo temblar a la Real, temi¨¦ndose una grave lesi¨®n del lateral. Eso fue en el minuto 57 y fue el origen de las desgracias blanquiazules. Tuvo que salir para ser atendido, algo que critic¨® Imanol con inusitada dureza, porque le exig¨ªa no abandonar el campo de batalla a no ser que se tratase de una lesi¨®n grav¨ªsima ¡°para ir al hospital¡±. Un azote inusual en el t¨¦cnico, que nunca se?ala, ni siquiera a Sadiq en la desgraciada noche copera en Mallorca, jam¨¢s particulariza con las culpas, y esta vez se ceb¨®, s¨ªntoma de que las piezas se est¨¢n desencajando en el otrora paisaje id¨ªlico de Anoeta. Porque, y si Traor¨¦ se queda dolorido en ese c¨®rner y no puede ajustar bien la marca a Kyrian ?qu¨¦? El caso es que eso desorganiz¨® la defensa del bal¨®n parado. Porque Kubo fue el encargado de la marca a Mbapp¨¦ y se despist¨® fat¨ªdicamente, normal en un jugador no habituado a ser un secante. Marquinhos prolong¨® el saque desde la esquina y la estrella del PSG, completamente sola, remach¨® a gol ante Remiro. Todo el castillo de las certezas se desplom¨® por ese fugaz instante. El punta con el que sue?a el Madrid se desencaden¨® y empez¨® a arrear zapatazos; uno iba a gol, pero la roz¨® Remiro y la desvi¨® al larguero; otro se le march¨® alto... Provocaba terror ver ese 7. El mazazo tras el 1-0 fue visible en el rostro y, sobre todo, el f¨²tbol de los vascos.

La puntilla lleg¨® poco despu¨¦s y por otro lado. Con Barcola, que progres¨® veloz por la banda izquierda del PSG e hizo un quiebro que se comi¨® Traor¨¦ con patatas. Zubeldia trat¨® de realizar la cobertura, pero no pudo llegar a tiempo. El partido estaba decantado para los franceses y la Real corr¨ªa el riesgo de entregar la eliminatoria si no reaccionaba. No pod¨ªa mantener la misma marcha que su rival y este le despellejaba. Intent¨® reflotar la nave Imanol con los cambios, y levant¨® s¨®lo levemente al p¨²gil de la lona, en parte ayudado porque Luis Enrique pidi¨® plegar velas. La amarga sensaci¨®n es que el 2-0 es lo mejor de la noche en la ciudad del amor convertida en la del desafecto. El PSG solo ha perdido en una ocasi¨®n este a?o por el resultado que env¨ªa a los txuri-urdin a cuartos, fue ante el Newcastle (4-1) en la fase de grupos el 4 de octubre. Ha llovido mucho desde entonces para un equipo que no pierde desde el 7 de noviembre y que suma 24 compromisos marcando. El presidente Aperribay se lanz¨® con que quieren ganar la Champions, que no est¨¢n de paseo. Pues la gesta hay que empezar a trabajarla desde ya.