¡°Si jugar en Primera es un orgullo, en mi caso...¡±

?lex S¨¢nchez echa la vista atr¨¢s y est¨¢ m¨¢s que satisfecho de su carrera en el f¨²tbol. Esta temporada ha disfrutado de este deporte en las filas del Utebo de Segunda RFEF, donde mantiene su capacidad goleadora: cedido por el Ejea, se convirti¨® en apenas 17 partidos en el m¨¢ximo artillero con siete tantos y el equipo pele¨® por el ascenso. Dos clubes, tanto Ejea como Utebo, cercanos a su Zaragoza natal. ¡°Lo que me permite estar con la familia, con los amigos... la mayor parte de las cosas que quer¨ªa vivir en el f¨²tbol, ya las he vivido¡±, cuenta este futbolista de 33 a?os que lleg¨® a jugar en Primera con el Real Zaragoza y hasta ganar t¨ªtulos en la liga australiana... Y todo, con una discapacidad, ya que naci¨® sin la mano derecha.

¡°Si jugar en Primera ya es un orgullo, en mi caso, quedar en la historia como el primero que lo logr¨® con una discapacidad...¡±, destaca ?lex, cuya experiencia, desde el pudor que le daba siendo un ni?o pedirle a sus primeros entrenadores que le atasen los cordones, hasta c¨®mo se dio cuenta de que era un ejemplo esperanzador para otras personas con discapacidad, lo plasma en uno de sus libros publicados, ¡®La Vida al alcance de la mano¡¯ (Editorial Pregunta). Un relato en el que cuenta c¨®mo esa te¨®rica barrera le sirvi¨® ¡°para conocer cosas que nadie conoce, para crecer personalmente...¡±.

Y, ante todo, para servir de ejemplo. ¡°Logr¨¦ dar visibilidad a que mi discapacidad no me impidi¨® jugar al f¨²tbol en la ¨¦lite y que gente pudiera verse inspirada o representada¡±, explica este futbolista que no esconde tambi¨¦n todos los momentos malos. Como aquellos que, tanto cuando empezaba como ya en el f¨²tbol profesional, eran provocados por los insultos rivales o por el amarillismo con el que en ocasiones se contaba su caso. ¡°Yo demostr¨¦ estar preparado para jugar al f¨²tbol de alto nivel, pero la sociedad quiz¨¢ era la que no estaba preparada. Es verdad que por cada persona que me insult¨®, me encontr¨¦ much¨ªsimas m¨¢s que me apoyaron¡±, se sincera.

En su libro habla de muchos que le ayudaron a normalizar su vida, uno de ellos Ander Herrera, el futbolista del Athletic, con el que comparti¨® juventud, desde jugar partidos en el recreo hasta compartir vestuario en el Zaragoza. ¡°Hasta los 19 a?os tuvimos vidas casi paralelas, y siempre me pareci¨® que la forma que tuvo en tratar mi caso, la poca importancia que le daba a mi discapacidad, era la forma en la que yo me sent¨ªa bien¡±, comenta.

Porque su experiencia es que no se ha encontrado nada que no lograra hacer, incluso exclama que volver¨ªa a nacer con el mismo problema, que ha forjado su forma de enfrentarse a la vida. Tanto, que critica c¨®mo en ocasiones el deporte paral¨ªmpico excluye m¨¢s que incluye: ¡°Ha habido m¨¢s casos de deportistas con discapacidad que han logrado hasta competir en los Juegos. Est¨¢ claro que hay casos en los que no es posible, decir lo contrario es mentir, pero ?por qu¨¦ los Juegos Paral¨ªmpicos no se disputan en las mismas fechas que los Ol¨ªmpicos? No s¨¦, es un ejemplo, es que a veces me parece que no se intenta integrar, sino maquillar¡±.

Por eso sabe que su caso quedar¨¢ en el recuerdo y servir¨¢ para inspirar a mucha gente. El c¨®mo logr¨® cumplir muchos de sus sue?os, como el de debutar en Primera, jugar en Osasuna y hasta en S¨ªdney, de la liga australiana: ¡°Por decir alguna espina clavada... la de probar m¨¢s en el extranjero. Me encanta viajar. Quiz¨¢ pude haber ido a Tailandia, de donde tuve ofertas, y luego estuve y me encant¨®¡±. Y mientras completa sus estudios (aunque ya es doctor en Derecho y tiene varios M¨¢ster), espera que su Zaragoza vuelva a recuperar sus mejores tiempos y colabora con varios proyectos de integraci¨®n, ?lex sigue disfrutando del f¨²tbol. Ese deporte en el que su nombre quedar¨¢ para siempre por derribar barreras e inspirar a mucha gente.