Mamour, con guantes en la patera
Este portero senegal¨¦s de 19 a?os, refugiado que se entrena con el Sevilla D, tiene a Neuer como ¨ªdolo y a Mendy de referencia: ¡°Quiero jugar en Primera Divisi¨®n¡±.
El portero Mamour Sen¨¦ (Senegal, 2005) ser¨¢ una de las estrellas de la selecci¨®n de f¨²tbol de refugiados que dispute el XVIII Mundialito de la Inmigraci¨®n, competici¨®n que impulsa la Fundaci¨®n Sevilla FC para fomentar la convivencia y la integraci¨®n de los inmigrantes en Espa?a. Sen¨¦ lleva en Espa?a 16 meses y el club de Nervi¨®n le hizo un sitio para entrenarse con su equipo D, el internacional, aunque no dispone de ficha y no puede jugar oficialmente porque solo caben dos futbolistas juveniles.
El despampanante y privilegiado f¨ªsico de Mamour contrasta con esa sonrisa casi adolescente que todav¨ªa muestra, t¨ªmido, cuando AS dice que le quiere entrevistar. ¡°Llevaba en la mochila mis guantes y no mucho m¨¢s, porque no nos dejaban meter muchas cosas en la patera¡±, relata este senegal¨¦s sobre sus cinco interminables d¨ªas con sus noches del Estrecho pasando fr¨ªo y hambre, entre las costas de T¨¢nger (Marruecos) y C¨¢diz.
Nacido en Bargny, una localidad cercana a Dakar conocida por su emigraci¨®n masiva hacia Espa?a (se estima que m¨¢s de 3.000 personas de entre alrededor de 50.000 han emprendido camino hacia el Norte solo en los ¨²ltimos a?os), Mamour lleg¨® a jugar en el ASC Minam de su pa¨ªs pero nunca pudo hacerlo de manera totalmente profesional.
Estudiaba automoci¨®n y trataba de contribuir a la casi inexistente econom¨ªa familiar... ¡°pero en Senegal, incluso en Primera, apenas hay jugadores que ganen dinero para vivir del f¨²tbol. Es imposible¡±, afirma el joven guardameta, cuyas cualidades ya han sido valoradas en la provincia por m¨¢s equipos que el Sevilla, pero al que la falta de medios econ¨®micos sigue cortando las alas: el Alcolea del R¨ªo, de la Tercera Andaluza, le fich¨® a principios de campa?a... Pero los 100 euros que le pod¨ªa pagar cada mes no daban ni siquiera para el transporte p¨²blico entre el CEAR, el Centro Espa?ol de Acogida al Refugiado donde reside, y esta localidad a 40 kil¨®metros de la capital hispalense.
S¨ª jug¨® a en liga juvenil hace unos meses con el equipo de Su Eminencia y sorprendi¨® a todos: apenas le marcaron 5 goles en 22 partidos. All¨ª sufri¨®, eso s¨ª, alg¨²n episodio desagradable que no duda en contar, pero con matices: ¡°Una vez un jugador rival me llam¨® ¡®P?to Negro¡¯. Pero mi entrenador me dijo que eso me deb¨ªa servir para crecer, que no le hiciera caso a gente as¨ª. Sinceramente, desde que estoy en Espa?a casi todo el mundo me ha tratado bien, sobre todo en el Sevilla. ?La verdad? No creo que ¨¦ste sea un pa¨ªs racista¡±.
¡°Tengo ya el permiso de trabajo y estoy aprendiendo bien espa?ol. Yo me ofrezco para trabajar de lo que sea, aunque es verdad que puedo hacerlo mejor de mec¨¢nico porque es una profesi¨®n que conozco¡±, chapurrea Mamour mientras aclara: ¡°Pero mi intenci¨®n es ser portero profesional y s¨¦ que lo voy a conseguir. Es el objetivo para sacar a toda mi familia de la pobreza. Mi madre y mis hermanos me llaman todos los d¨ªas, necesitan dinero¡±.
Sen¨¦ tiene un ¨ªdolo bajo los tres palos (¡°Manuel Neuer, el alem¨¢n: es el portero m¨¢s completo del mundo¡±) y una referencia con la que construirse el sue?o en su propio pa¨ªs, Edouard Mendy. El guardameta, nacido en Francia pero senegal¨¦s de origen e internacional con la selecci¨®n africana, pas¨® por graves problemas econ¨®micos a los 24 a?os y estuvo a punto de colgar los guantes. Meses despu¨¦s recibir¨ªa una llamada del Marsella que le cambiar¨ªa la vida. Y ahora, tras triunfar en el Chelsea y ya con 33 a?os, Mendy vive una ¨²ltima etapa de oro en el Al Ahli de Arabia, donde gana m¨¢s de 10 millones de euros al a?o. ¡°Conozco a Mendy de Senegal y ¨¦l, aunque naci¨® en Francia, es la referencia de los porteros que no nos rendimos. Casi se retira pero luch¨® hasta el final y consigui¨® su sue?o. Yo no me voy a rendir y entreno para demostrar que alg¨²n d¨ªa puedo jugar en Primera Divisi¨®n. Y, por qu¨¦ no, en el Sevilla¡±.
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