Lezcano, un ¡®muro¡¯ de 17 a?os que idolatra a Militao: ¡°Se ha puesto el 3 por ¨¦l¡±
El central (o lateral izquierdo) ha conquistado a Arbeloa y es capital en el Juvenil A e indiscutible en la Sub-17. ¡°Es un jugador de equipo¡±, le describe en AS su padre Jes¨²s.
Paso a paso. Es la filosof¨ªa de ?lvaro Lezcano. De f¨²tbol y de vida. De un central zurdo elegante, con estupendo trato de bal¨®n y r¨¢pido al corte. Aptitudes que le permiten alternar como lateral izquierdo (un h¨ªbrido m¨¢s en La F¨¢brica tras los Diego Aguado, Valdepe?as...). La filosof¨ªa de un chico que ha crecido viendo finales de Champions del Real Madrid, su equipo de coraz¨®n (es miembro de la Pe?a Madridista El Nido) y de oficio, en el sal¨®n de su casa. De un Real Madrid donde se ha convertido en pieza capital para Arbeloa en su Juvenil A en el centro de la zaga. Como lo es para Hern¨¢n P¨¦rez en la Sub-17 (hoy se juegan el pase al Europeo de la categor¨ªa contra Austria). Sin despegar los pies del suelo, el madrile?o va tirando puertas. En La F¨¢brica y en la RFEF. Lezcano tiene 17 a?os reci¨¦n cumplidos (2 de marzo) y ve c¨®mo la realidad va atropellando a sus sue?os.
Reto a reto y escal¨®n a escal¨®n. El primero, el cara o cruz con la Rojita (necesitan ganar y que pierda Alemania). El segundo, el domingo (12:00 horas). May¨²sculo. El Atl¨¦tico visita Valdebebas. Con todos los ingredientes de un c¨®ctel explosivo. Por ser un miniderbi y por el contexto. Madrid y Atleti empatan a puntos (el goalaverage es de momento rojiblanco por cuatro tantos) y, tras el enfrentamiento, solo quedar¨¢n cuatro jornadas. El liderato, y pr¨¢cticamente el t¨ªtulo liguero, en juego. Dos d¨ªas de tron¨ªo con ?lvaro como uno de los actores principales. Porque, desde su estreno en el Juvenil A en enero (de titular en la victoria contra el Levante), no ha vuelto a mirar atr¨¢s. Un salto de categor¨ªa muy r¨¢pido. En un abrir y cerrar de ojos. Cuando no todos los radares le apuntaban, explosi¨®n.
Entre lesiones y ascensos aflor¨® la oportunidad. Y la ha aprovechado. ¡°Le llamaron en diciembre y, de un d¨ªa para otro, nos dijeron que entraba en din¨¢mica con el equipo¡±, explica Jes¨²s, su padre, en conversaci¨®n con AS en Arganda del Rey, el hogar de los Lezcano. Una decisi¨®n definitiva que fue un alivio. Lo deportivo era crucial, pero no la ¨²nica preocupaci¨®n. Lo lectivo pesaba, y pesa, mucho en la balanza: los entrenamientos del primer juvenil (por la ma?ana) colisionaban con las clases en el instituto. Pero, en cuanto se confirm¨® el ¡®fichaje¡¯, se reajustaron los horarios. ¡°Faltar a clase no era viable¡±. Aunque, obviamente, lo primario era el terreno de juego: ¡°Tambi¨¦n nos preocupaba que no tuviera tantos minutos al ascender a un equipo superior...¡±. Un runr¨²n que no tard¨® en desaparecer: ¡°De momento est¨¢ jug¨¢ndolo todo...¡±, sonr¨ªe Jes¨²s. Con el A lleva nueve partidos (las convocatorias con la Selecci¨®n le han restado apariciones) y siete como titular. Un ¡®nuevo muro¡¯ se alza en La F¨¢brica.
Centrocampista de cuna
¡°?Y en una posici¨®n que no es la suya!¡±, se?ala. Como apunte, que no como queja. ¡°?lvaro lo que quiere es jugar¡±. Y es que, en muchos partidos, Lezcano ha saltado al campo como central diestro, aunque su perfil favorito sea el zurdo. De hecho, en Valdebebas, donde destacan por encima de todo la mentalidad y la profesionalidad del joven futbolista, le han ido moldeando como tres. Por sus condiciones, su velocidad y un buen trato de bal¨®n cocinado en sus or¨ªgenes. ¡°Al principio era centrocampista, pero en La F¨¢brica le colocaron como defensa¡±. Demarcaci¨®n con una salud de hierro en la cantera blanca. Asencio, Jacobo Ram¨®n, Diego Aguado, Joan Mart¨ªnez, Valdepe?as... y un ?lvaro Lezcano que pisa fuerte. Y que crece con un referente con el que sue?a compartir c¨¦sped en alg¨²n momento: ¡°Le gusta mucho Militao. Empez¨® con el 5 en la Selecci¨®n, pero ha cogido el 3 por el brasile?o¡±.
Mucho input positivo que ?lvaro maneja sin hip¨¦rboles. Con calma, como le traslada su n¨²cleo. ¡°Que llegase al Madrid era algo impensable, nadie lo pensaba en la familia. De hecho, seguimos pensando que hay que ir ¡®paso a paso¡¯, porque esto tiene una fecha de caducidad. Ojal¨¢ que no, pero lo importante es que aprenda y disfrute como el primer d¨ªa¡±. Con el mismo sentimiento que le acompa?a desde que comenz¨® a dar patadas al bal¨®n. En el Arganda FS, primero, y en UD La Poveda, despu¨¦s. All¨ª conquist¨® el salto al club de sus sue?os.
¡°Jugador de equipo¡±
¡°Est¨¢ como dos o tres meses yendo a probar todos los mi¨¦rcoles en el Madrid. Le dec¨ªan que ya le llamar¨ªan. Hasta que llega la ¨²ltima semana y le dijeron que ten¨ªa que ir. De todos los que estaban yendo, solo apareci¨® ¨¦l. Y nos dijeron que quer¨ªan contar con ¨¦l¡±. Ten¨ªa 10 a?os y, desde entonces, no han dejado de hacerlo. A pesar de la perenne competencia interna. ¡°Desde que lleg¨® han ido firmando centrales y, por suerte, siempre ha terminado jugando. Es una satisfacci¨®n¡±. Y una forma de cincelar una personalidad resiliente que es uno de los grandes valores de ?lvaro. ¡°Es un jugador de equipo¡±, resume su padre.
A pesar de su edad, ha logrado sobreponerse a diversos sinsabores. Antes de llegar a La F¨¢brica recibi¨® el inter¨¦s del Atl¨¦tico... y no pas¨® las pruebas. Algo que s¨ª hizo en el Rayo Vallecano casi en paralelo, con un pero. Un cambio en el organigrama de cantera de La Franja vino con una reestructuraci¨®n. Y ?lvaro, antes de llegar, quedaba fuera. No hay mal, males en este caso, que por bien no venga. Porque despu¨¦s consigui¨® ganarse un hueco en Valdebebas. ¡°Le encant¨®, porque era su equipo. Fue una sorpresa y no pens¨¢bamos que iba a durar tanto, pero ya van siete a?os¡±. Y sumando.
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