Las siete claves de la temporada del Real Valladolid Promesas
El filial blanquivioleta dio por terminado el curso en el playoff, despu¨¦s de promocionar a varios jugadores y ser, por momentos, irregular.
El Real Valladolid Promesas dio por terminada la temporada con su eliminaci¨®n en las semifinales del playoff de ascenso a Primera RFEF a manos del Atl¨¦tico Sanluque?o, despu¨¦s de arrojar luces y sombras en su rendimiento, en buena medida, en funci¨®n de qui¨¦n haga la valoraci¨®n.
Objetivo clasificatorio alcanzado
Aunque desde el principio la premisa proclamada a los cuatro vientos era que la prioridad era formar, nunca alrededor del filial dej¨® de haber una exigencia clasificatoria, al tratarse de un equipo reci¨¦n descendido que, pese a la salida de jugadores experimentados en verano, contaba con una generaci¨®n llamada a destacar. El objetivo de luchar por el ascenso fue tambi¨¦n una autoimposici¨®n seg¨²n el equipo iba prosperando, hasta alcanzar las 30 jornadas de 34 entre los cinco primeros. El Atl¨¦tico Sanluque?o tir¨® por la borda el sue?o de volver a Primera RFEF, abriendo el caj¨®n de las cr¨ªticas a un a veces discutido Julio Baptista.
Dos buenas rachas
En lo estrictamente num¨¦rico, la temporada del Promesas sustent¨® sus resultados positivos sobre dos rachas positivas: la primera, en la primera vuelta, de cinco victorias consecutivas, que llegaron a llevar a los blanquivioletas a ser l¨ªderes y sirvi¨® para coger sitio en la parte alta, que nunca se termin¨® de abandonar. La segunda, de nueve partidos sin perder, con la que se lleg¨® al playoff, ayud¨® a confirmar esa clasificaci¨®n. Tres derrotas seguidas y cuatro envites sin conocer el triunfo, por ¨²ltima vez, justo en el cierre de la temporada, componen las peores rachas de un filial que tard¨® nada menos que 21 jornadas en conocer la igualada y que en toda la segunda vuelta solo perdi¨® con el Arenteiro y el Avil¨¦s, los dos primeros de su grupo.
Lunares en el juego
Curiosamente, los mejores picos de juego, desde el punto de vista est¨¦tico, llegaron seguramente en los momentos en los que el conjunto de Baptista solo sab¨ªa ganar y perder, con un tramo primero de campa?a semejante en ese sentido al comienzo de la pasada, cuando tambi¨¦n comenz¨® siendo m¨¢s propositivo justo en el tramo en el que peor resultados obtuvo. Sin embargo, con el paso de las jornadas, se convirti¨® en un rival dif¨ªcil de batir, al que, no obstante, tambi¨¦n le costaba m¨¢s imponerse. Aunque empez¨® a dominar otros registros, las igualadas en casa de Palencia Cristo, Compostela y Ourense, despu¨¦s de buenos momentos en cuanto a propuesta y de ir por delante, le lastraron en la pelea por el subcampeonato.
Promoci¨®n al primer equipo
A la hora de la verdad, cuando la temporada se resolv¨ªa en un ¡®mata-mata¡¯, que dir¨ªa Pezzolano, el Promesas no tuvo a algunos jugadores catalogados como importantes, caso de Torres o C¨¦dric, una situaci¨®n recurrente y normal en distintos instantes del curso. No en vano, siete jugadores del filial han tenido minutos con el primer equipo, seis de ellos en Liga (Aceves, Lucas Rosa, Torres, Tunde, Pozo y Arroyo) y uno en Copa (Diego Moreno). No por tratarse de algo normalizado y natural deja de ser destacable, ya que las 26 apariciones sumadas en Primera, sin contar a Fresneda, solamente se ven superadas recientemente por el a?o de la pandemia, cuando Salisu tir¨® la puerta y por ella se asomaron Kike P¨¦rez y Miguel de la Fuente.
Continuidad a la juventud
El escenario anterior, fundamentalmente el ascenso de Lucas Rosa, propici¨® la irrupci¨®n y el asentamiento de varios juveniles en el equipo. Sin el brasile?o, y debido a los problemas f¨ªsicos de Iker P¨¦rez, Koke ha sumado 19 partidos siendo juvenil de segundo a?o, como Garri, que ha totalizado solo 12 por culpa de las lesiones. Chuki, que agotaba esta etapa, disput¨® 26 y termin¨® marcando ocho goles, y Canario, Pedro y Jes¨²s Mart¨ªnez tuvieron una participaci¨®n residual. Con todo, fueron parte del once tipo cinco sub¡¯20, Aceves, Torres, Maroto, Arroyo y Chuki, parte del futuro del club y todos ellos, ya, en su segunda temporada en el Promesas.
Crecimientos individuales
De esos cinco jugadores anteriores, David Torres es quien est¨¢ teniendo m¨¢s minutos en Primera, donde Lucas Rosa (23 a?os), lleg¨® pronto, sin apenas jugar este curso en el filial. El central vallisoletano est¨¢ ofreciendo un buen rendimiento despu¨¦s de ser l¨ªder en el centro de la zaga de Baptista, una posici¨®n cuyo nivel baja sin ¨¦l. Aunque como colectivo al filial le ha faltado finura o regularidad en algunos momentos, los n¨²meros de Arroyo y Chuki, autores de siete y ocho goles, constatan su evoluci¨®n. Esta mejora se ha visto fundamentalmente en Pozo e Iv¨¢n C¨¦dric, llegados el pasado verano, procedentes del Sporting B, de Tercera RFEF, y del Alcorc¨®n, cuyo segundo equipo compiti¨® (y descendi¨®) en Segunda RFEF. El andaluz ha hecho ocho goles y el madrile?o trece, siendo dos pilares de un plantel en el que, en el lado opuesto, no han acabado de brillar otros, siendo Slavy el ejemplo m¨¢s claro.
Formar y competir... como un filial
La eliminaci¨®n en el playoff de ascenso a Primera RFEF, cuando no directamente el ascenso, gener¨® disconformidad en el entorno aun cuando desde el club las manifestaciones hab¨ªan todo en la misma l¨ªnea: la prioridad era formar. As¨ª, cuatro de los diez jugadores m¨¢s j¨®venes que participaron en el Grupo I pertenec¨ªan al Promesas, cuya edad media de su once m¨¢s joven (19,7 a?os) solo fue rebajada ocasionalmente por el Oviedo Vetusta, el Betis Deportivo y la Real Sociedad C. Ciertamente, no se entiende la formaci¨®n sin competir, obligaci¨®n m¨ªnima que no todo el mundo cumple en el mismo modo, tampoco entre los filiales. Si se atiende a los de Primera, ha vuelto a haber unos cuantos bastante por encima, desde un Villarreal B salvado en Segunda hasta un Celta B promocionando a dicha categor¨ªa, pero tambi¨¦n debacles como la del Bilbao Athletic, que tambi¨¦n jugar¨¢ en Segunda RFEF el a?o que viene, como el Valencia Mestalla, eliminado en la misma ronda que el Promesas del playoff, como el Sevilla Atl¨¦tico o el Betis Deportivo, que acabaron en la mitad baja de su grupo... manejando un presupuesto bastante mayor.