Gonzalo, el dinamitero

Un resplandor e hizo pum. Ya estaba Gonzalo en el Di St¨¦fano. Cada vez m¨¢s l¨ªder, cada vez m¨¢s clave. Su batuta dirigi¨® una sinfon¨ªa perfecta sin Nico Paz (convocado por Ancelotti para esta noche), pero con el ¡®Toro¡¯ en punta. Llevaba cuatro jornadas sin ser titular, entre lesiones y decisiones t¨¦cnicas. Ten¨ªa ganas de rodeo. Enfrente, un fam¨¦lico Atl¨¦tico Baleares. Club may¨²sculo en evidentes horas bajas: vuelve a ser colista, tras esta derrota. Resisti¨® lo que pudo, pero en cuanto lleg¨® el primero, se deshizo como un azucarillo. La imagen, preocupante.

¡°Ante todo, espero regresar con la sensaci¨®n de haber sido un equipo de la categor¨ªa¡±, dijo su entrenador, Juanma Barrero, en la previa. Sincero, trasparente. Puso su cl¨¢sico 4-4-2... pero muy echado atr¨¢s. Soluci¨®n desesperada para intentar pescar en el oleaje del Atl¨¢ntico. Con los deberes claros: resistir y cruzar los dedos para que una de las dos-tres ocasiones que lleguen, entren. No fue as¨ª. El Castilla, jerarca ante una muralla, atac¨® hasta encontrar el gol. Una y otra vez, insistente. Tenaz.

Fue dif¨ªcil, muy duro. El muro del Baleares resist¨ªa todos los ca?onazos. As¨ª que la soluci¨®n fue llamar al dinamitero, Gonzalo Garc¨ªa. Y ah¨ª fue, a¨²n sin saber si es m¨¢s un nueve o un siete, pero convencido de su faena. El gol. Apretar el bot¨®n rojo. Era el minuto 40 cuando Edgar Pujol puso un centro... regulero al ¨¢rea (dur¨ªsimo y demasiado bajo), pero suficiente para su compa?ero, que lleva el remate en la sangre. Cabece¨® de espaldas y con la coronilla. Raro, f¨¢cil para ¨¦l. Bal¨®n al segundo palo y gol.

Embestida del ¡®Toro¡¯

Ra¨²l, a orillas del descanso, ped¨ªa cabeza. Aguantar ese 1-0. Pero mientras hablaba a sus pupilos, el ¡®Toro¡¯ regateaba un capote de rivales y enfilaba la porter¨ªa de Jero, al que bati¨® con un derechazo dur¨ªsimo por el primer palo. Fall¨® el portero, demasiado blando. Los visitantes enfilaron el t¨²nel cabizbajos. Sintiendo que tras 40 minutos de resiliencia, su muralla ya era escombros. Todo al traste en 5 minutos.

Efectivamente, fue as¨ª. En la segunda parte el Castilla bail¨® como quiso ante un rival con m¨¢s coraje que orden. Que iba a los balones por coraz¨®n, no por fe. Y los goles fueron cuesti¨®n de tiempo. Peter, tras un testarazo de Gonzalo al larguero, hizo el 3-0 de volea y su compa?ero, poco despu¨¦s, empuj¨® el doblete a placer. 4-0 y carrusel de cambios, con oportunidades para piernas frescas (Manu Serrano, Quique Ribes...).

Un harakiri final

La manita lleg¨® en el ¨²ltimo segundo y fue el perfecto reflejo de un Atl¨¦tico Baleares que preocupa. Tras un caracoleo de Peter un una acci¨®n que dio en el palo, Xisco, incomprensiblemente, remat¨® hacia su propia porter¨ªa y cuando se vislumbraba el autogol, meti¨® la bota el debutante Borja Alonso, que puestos a hacer uno m¨¢s, se lo adjudic¨®. Gan¨® el Castilla, que se queda a s¨®lo 2 puntos del playoff. Vuelve a creer. Se engancha y le ruge a la categor¨ªa. Con Gonzalo, vuela.

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