Las cuatrillizas estaban en el centro de la caba?a.
Cada una llevaba un bal¨®n con el color de su equipo.
Todos las observ¨¢bamos con expectaci¨®n.
¡ªUna vez hecho el recuento de los votos, ya tenemos una prueba ganadora, ?qu¨¦ emocionante! ¡ªdijo Jolly.
¡ªMe da pena, porque solo podemos hacer una prueba hoy ¡ªsuspir¨® Polly¡ª. Y a lo mejor hay gente que ha votado otra, ay. Qu¨¦ d¨ªa tan triste, con la lluvia¡
¡ªCon la que est¨¢ cayendo, a lo mejor deber¨ªamos suspender las pruebas y quedarnos todo el d¨ªa en la caba?a ¡ªpropuso Molly.
¡ª?No digas tonter¨ªas! ¡ªgru?¨® Dolly¡ª. Venga, al l¨ªo, ?ya estamos tardando! ?Quer¨¦is saber qu¨¦ prueba ha tenido m¨¢s votos?
¡ªS¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¡ decidlo de una vez¡ ¡ªrespondimos.
Las cuatrillizas se miraron y exclamaron a la vez:
¡ª?Tirolinas! ?Yincana! ?Waterpolo! ?F¨²tbol!
??EH!?
Cada una hab¨ªa dicho una cosa distinta.
¡ªVamos a ver, ni?as, ?qu¨¦ quer¨¦is decir? ¡ªprotest¨® el abuelo Benem¨¦rito¡ª. ?Qu¨¦ prueba tenemos que hacer?
¡ªPerd¨®n, perd¨®n, es que resulta que ha habido un cu¨¢druple empate en las votaciones ¡ªdijo Molly¡ª. Es muy extra?o. Nunca hab¨ªa pasado.
¡ª?En el campamento del Tr¨¦bol todo es de cuatro en cuatro, ja, ja, ja! ¡ªsonri¨® Jolly.
¡ªPero ?f¨²tbol se pod¨ªa votar? ¡ªpregunt¨® Felipe¡ª. Cre¨ªa que eso solo era para la final.
¡ªYa, eso s¨ª ¡ªadmiti¨® Dolly, encogi¨¦ndose de hombros¡ª. Aunque no fuera una opci¨®n, ha tenido muchos votos. Y, al final, ha habido empate a cuatro.
¡ªCuando no hay reglas claras y la gente vota una opci¨®n que no existe, el universo es un caos y yo lo veo todo negro ¡ªdijo Angustias, resoplando.
¡ªNegr¨ªsimo ¡ªcorrobor¨® Molly, agarr¨¢ndole de la mano.
Esos dos cada vez estaban m¨¢s compenetrados.
¡ªEntonces, ?qu¨¦ prueba hacemos? ¡ªpregunt¨® Ocho, nervioso.
Las cuatrillizas se miraron una vez m¨¢s.
Y volvieron a exclamar:
¡ª?Tirolinas! ?Yincana! ?Waterpolo! ?F¨²tbol!
¡ªSois como un disco rayado ¡ªmusit¨® Toni.
¡ªComo alcaldesa, tengo experiencia en tomar decisiones ¡ªintervino Laura¡ª. Teniendo en cuenta que llueve a mares, descartar¨ªa la yincana en canoa y el waterpolo en el r¨ªo. Creo que las tirolinas tal vez sea lo menos peligroso.
¡ªPero c¨®mo vamos a tirarnos por unas tirolinas con esta tormenta ¡ªse?al¨® Anita, mirando a trav¨¦s de la ventana.
Se pod¨ªa o¨ªr el viento.
Y los ¨¢rboles parec¨ªan a punto de salir volando por los aires.
Por si fuera poco, un rel¨¢mpago ilumin¨® el cielo.
Aguantamos la respiraci¨®n y, unos segundos despu¨¦s, un trueno terrible descarg¨® sobre el valle.
¡ªQued¨¦monos aqu¨ª dentro todo el d¨ªa, por favor ¡ªpidi¨® Angustias.
¡ªEso, y vamos a merendar ¡ªpropuso Tomeo.
¡ªPero si acabamos de desayunar ¡ªdijo Marilyn.
¡ªYa, bueno, por si acaso ¡ªcontest¨® Tomeo.
¡ªLo siento, yo tambi¨¦n estoy aterrorizada, pero tenemos que salir ¡ªdijo Molly, mirando a Angustias¡ª. Son las normas del Tr¨¦bol.
De un salto, Parker Parkenson salt¨® sobre una mesa de madera.
All¨ª, de pie, dijo:
¡ªYo votar por zip lines¡ c¨®mo llamar vosotros¡ s¨ª: carolinas¡
¡ªTirolinas ¡ªle apunt¨® Helena.
¡ªEso, ?tirolinas! ¡ªlevant¨® la mano Parker Parkenson¡ª. ?Qui¨¦n m¨¢s querer tirolinas?
¡ª?Yo me apunto, me encantan las tirolinas! ¡ªdijo Helena¡ª. Aunque salgamos volando, ja, ja, ja¡
¡ªEst¨¢ bien, voto a las tirolinas ¡ªconcedi¨® Marilyn.
¡ªPues venga ¡ªdijo Ocho.
Poco a poco, todos fueron levantando la mano.
¡ªYo hab¨ªa votado yincana, pero voto tirolinas ¡ªdijo Toni¡ª. El caso es salir ah¨ª fuera y liarla, ?el equipo rojo va a arrasar!
¡ªPues tirolinas ¡ªdijo Dolly.
¡ªNo s¨¦ qu¨¦ diablos es eso, pero all¨¢ vamos, ?adelante, tirolinas! ¡ªgru?¨® Benem¨¦rito.
Incluso Camu?as vot¨® tirolinas.
Un clamor se apoder¨® de la caba?a.
¡ª?Tirolinas, tirolinas, tirolinas!
Estaba claro que Parker Parkenson era el l¨ªder. No solo de nuestro equipo, sino de todo el campamento.
Jolly sonri¨® y anunci¨®:
¡ªPor unanimidad, la primera prueba del campamento ser¨¢¡ ?carrera de tirolinas! ?Yuhuuuuuuuuuuu!
Hubo aplausos, gritos y risas.
Y muchos nervios.
A continuaci¨®n, las cuatrillizas sacaron unas bolsas de deporte y repartieron equipaciones a todos los presentes.
Pantal¨®n y medias blancas para todos.
Y camisetas amarillas, azules, rojas o negras, seg¨²n el equipo que nos hubiera tocado.
¡ª?Tambi¨¦n tenemos chubasqueros de colores y botas para la monta?a! ¡ªdijo Jolly.
Los del equipo Alegr¨ªa nos enfundamos las equipaciones y, por encima, unos chubasqueros de color amarillo muy chulos.
¡ªM¨ª encanta amarillio ¡ªdijo Parker Parkenson, entusiasmado.
Laura se puso su chubasquero negro y trat¨® de poner orden.
¡ªYo esto lo veo un poco irregular, deber¨ªamos esperar a que escampe ¡ªdijo¡ª. Ya s¨¦ que todos hemos votado, pero si alguien se cae de una tirolina o hay un accidente, ?qu¨¦ pasa? ?Qui¨¦n se hace responsable?
¡ªSeguro que no hay accidentes, mujer, no seas aguafiestas ¡ªsonri¨® Alicia.
¡ªUy, s¨ª que hay ¡ªafirm¨® Polly, con su tristeza habitual¡ª. En las pruebas del Tr¨¦bol siempre hay accidentes, m¨¢s a¨²n con esta tormenta.
¡ªYo os avis¨¦ en el pueblo de que esto ten¨ªa pinta de ser muy peligroso ¡ªrecord¨® Benem¨¦rito¡ª. Ahora no os quej¨¦is.
¡ªYa, abuelo, pero es que vamos a hacer carreras de tirolinas bajo la lluvia y el viento, eso no lo sab¨ªamos ¡ªse lament¨® Ocho.
¡ªBua, cosas peores hac¨ªa yo a vuestra edad ¡ªdijo Benem¨¦rito¡ª. Me pasaba el d¨ªa corriendo por el monte detr¨¢s de las cabras y nunca me ocurri¨® nada. Bueno, si exceptuamos cuando me abr¨ª la cabeza y me tuvieron que llevar al hospital, o cuando me part¨ª la pierna y ca¨ª rodando por una colina, o aquella otra vez¡
¡ªVale, vale, creo que ya lo hemos pillado, muchas gracias por tu experiencia ¡ªle interrumpi¨® Jolly¡ª. Animaos, todo saldr¨¢ bien, os aseguro que ser¨¢ muy divertido.
¡ªY los responsables son los adultos de cada equipo ¡ªindic¨® Dolly, mirando a Laura¡ª. Para eso hab¨¦is venido, no para quedaros ah¨ª de mirandas.
¡ªPero nosotros no tenemos ni idea ¡ªprotest¨® Laura¡ª. No conocemos estas monta?as, ni sabemos qu¨¦ hacer en caso de accidente.
¡ª?Seguro que se os ocurre algo! ¡ªzanj¨® Dolly¡ª. ?En marcha!
¡ª?En marcha! ¡ªrepiti¨® Jolly¡ª. ?Yuhuuuuuuu!
Abrieron la puerta de la caba?a y todos salimos al prado.
Afuera¡ diluviaba.
Era una lluvia tan intensa que apenas se ve¨ªa nada.
¡ª?Es un d¨ªa precioso, la lluvia es vida! ¡ªexclam¨® Jolly.
¡ªAh¨ª te has pasado un poco, nos estamos calando ¡ªmatiz¨® Alicia.
Seguimos a las cuatrillizas por la explanada.
Al trote.
Si alguien nos hubiera visto, habr¨ªa alucinado.
Unos cuarenta ni?os con chubasqueros de cuatro colores, corriendo bajo la lluvia en medio de un valle perdido entre las monta?as.
Los adultos tambi¨¦n llevaban chubasqueros del color de su equipo. Nos segu¨ªan a cierta distancia.
Como llevaba lloviendo desde muy temprano, el suelo estaba empantanado. A cada paso, las botas se hund¨ªan en el barro.
Nos est¨¢bamos poniendo perdidos.
Pero la verdad es que¡ ?molaba!
?Chof!
?Chof!
???Chof!!!
Nunca hab¨ªa corrido entre las monta?as, pisando el barro, rodeado de otros ni?os, en medio de una tormenta descomunal y con el permiso de los mayores.
Atravesamos una pradera muy extensa.
Pasamos junto a unas piedras muy grandes que alguien hab¨ªa colocado all¨ª en medio, unas encima de otras. Sobre ellas, hab¨ªa un objeto que brillaba con fuerza.
Era un¡ ?Tr¨¦bol de oro!
Ten¨ªa el tama?o de un gran trofeo, como la copa de la Champions.
¡ª?Oooooooooooh! ?Es enorme¡ y precioso! ¡ªdijo Marilyn, admirada.
Todos nos detuvimos a contemplarlo.
Los d¨ªas anteriores no lo hab¨ªamos visto, o tal vez es que no estaba all¨ª.
El caso es que aquel tr¨¦bol dorado de cuatro hojas brillaba incluso bajo la lluvia.
Te pod¨ªas quedar hipnotizado mir¨¢ndolo.
¡ªEs el trofeo que se llevar¨¢ el equipo ganador: ?el aut¨¦ntico Tr¨¦bol de Oro! ¡ªexplic¨® Jolly, orgullosa.
¡ªPero¡ pero¡ ?por qu¨¦ lo hab¨¦is colocado ah¨ª en medio? ¡ªpregunt¨® Angustias, escandalizado¡ª. ?Se lo puede llevar cualquiera!
¡ª?Nadie se atrever¨ªa a robarlo! ¡ªasegur¨® Dolly¡ª. Ese tr¨¦bol es m¨¢gico: trae buena suerte para el resto de su vida al equipo que gane, pero si alguien lo coge sin permiso, ?le traer¨¢ mala suerte para siempre!
Lo observamos con una mezcla de fascinaci¨®n y curiosidad.
¡ªEsto¡ lo de oro¡ supongo que es una forma de hablar, ?verdad? ¡ªapunt¨® Laura¡ª. Ser¨¢ de alg¨²n metal y lo habr¨¢n ba?ado en oro.
¡ªNada de eso, es de oro macizo cien por cien ¡ªrespondi¨® Polly¡ª. Pesa much¨ªsimo. Es tan bonito y queda tan bien, me da pena que se lo tengan que llevar cuando acabe el campamento.
¡ªDebe valer mucho dinero ¡ªdijo Camu?as.
¡ªEn parte por eso es tan famoso el campamento del Tr¨¦bol ¡ªdijo Dolly¡ª. Cada a?o se entrega un tr¨¦bol de oro a los ganadores, ?no hay ning¨²n sitio donde se haga algo parecido! ?Me explota la cabeza solo de pensarlo!
¡ª?Y qui¨¦n paga todo eso? ¡ªpregunt¨¦.
¡ªEres muy curioso, Pakete ¡ªdijo Dolly, mir¨¢ndome¡ª. No quieras saber todo, este campamento es m¨¢gico y est¨¢ lleno de leyendas muy antiguas.
Por unos instantes, nos quedamos all¨ª plantados, mirando en silencio el Tr¨¦bol de Oro.
Desprend¨ªa un brillo y una energ¨ªa muy especial.
Ah¨ª nos quedamos hasta que un rel¨¢mpago ilumin¨® el valle y¡
?BRRRRRRRRRRRRRRROMMMMMMMMMMMMM!
Un trueno gigantesco hizo temblar el suelo.
¡ª?Vamos, hay que seguir, es todo taaaaaaan emocionante! ¡ªdijo Jolly.
Volvimos a trotar.
Sobre el barro.
Entre los ¨¢rboles.
¡ªDicen que ponerse debajo de un ¨¢rbol es peligroso cuando hay tormenta el¨¦ctrica, nos puede caer un rayo ¡ªsuspir¨® Angustias.
¡ªPues cuando sub¨¢is a las tirolinas, vais a flipar, ja, ja, ja ¡ªcontest¨® Dolly.
La verdad es que no parec¨ªa la mejor idea del mundo subirse a unas tirolinas durante aquella gran tormenta, pero a esas alturas yo hab¨ªa decidido dejarme llevar.
Aquel campamento era un sitio¡ diferente.
Subimos por una ladera muy empinada, cada vez con m¨¢s ¨¢rboles.
¡ªEs un bosque caducifolio ¡ªexplic¨® Anita¡ª. La mayor¨ªa de los ¨¢rboles que hemos dejado son de hojas caduca, como los robles o las hayas.
¡ª?Es que nunca descansas, listilla? ¡ªreplic¨® Toni.
¡ªEscucha y a lo mejor puedes aprender algo, ignorante ¡ªcontest¨® ella.
Seguimos subiendo un buen rato.
Est¨¢bamos tan empapados que ya casi no me daba ni cuenta de lo mucho que segu¨ªa lloviendo.
Hasta que, al fin, llegamos a lo alto de una colina.
¡ª?Bienvenidos a las tirolinas del Tr¨¦bol! ¡ªexclam¨® Jolly, levantando los brazos¡ª. ?Las m¨¢s grandes del mundo!
Delante de nosotros, surgi¨® un espect¨¢culo monumental.
Hab¨ªa una enorme plataforma sobre un precipicio, a la que hab¨ªa que subir por una especie de pasarela.
De la plataforma sal¨ªan un mont¨®n de cables met¨¢licos que bajaban por el valle y se perd¨ªan al fondo.
La tirolina pasaba por encima de un lago y descend¨ªa hacia un pinar.
Ni siquiera se ve¨ªa el final.
¡ªMide exactamente tres kil¨®metros de largo ¡ªexplic¨® Jolly¡ª. Como treinta y cinco estadios de f¨²tbol.
¡ªEso es mucho ¡ªdijo Ocho, haciendo el c¨¢lculo mental.
¡ªMenos mal que yo no tengo que subir ¡ªsuspir¨® Molly¡ª. Tengo v¨¦rtigo y me mareo un poco, jeje¡
¡ª?Al l¨ªo! ¡ªdijo Dolly¡ª. La prueba se llama ?carrera de tirolinas?, as¨ª que ya os pod¨¦is imaginar que se trata de llegar a la meta en menos tiempo que los rivales. En este caso, es una carrera contrarreloj por equipos, ?a tope!
¡ªPero no solo consiste en ir deprisa, eso puede hacerlo cualquiera ¡ªsonri¨® Jolly¡ª. Durante el trayecto, tambi¨¦n hay que¡ ?atrapar balones!
¡ªNo entiendo, ?qu¨¦ balones? ¡ªpregunt¨® Marilyn.
¡ªYa lo ver¨¦is, son unos balones que disparan unos ca?ones autom¨¢ticos ¡ªaclar¨® Dolly¡ª. En cuanto salga el primer participante, se pondr¨¢n en marcha.
¡ª?Hay que atrapar los balones mientras estamos ah¨ª arriba colgados en el vac¨ªo? ¡ªdijo Angustias, temblando.
¡ªEs muy bonito ¡ªasegur¨® Polly¡ª. Los balones vuelan, los participantes vuelan, todo es muy hermoso y buc¨®lico y¡
¡ªY muy peligroso ¡ªdijo Molly¡ª. Yo no soy partidaria de esta prueba, si alguien se cae desde la tirolina¡ no lo quiero ni pensar.
¡ªQu¨¦ cosas dices ¡ªintent¨® sonre¨ªr Jolly¡ª. Las medidas de seguridad son extremas: doble arn¨¦s, casco, protectores corporales¡ Nunca se ha ca¨ªdo nadie.
¡ªPero si esta tirolina gigante la vamos a estrenar este a?o ¡ªprotest¨® Molly¡ª. ?No ha dado tiempo a que se caiga nadie todav¨ªa!
¡ªYa, bueno, por lo que sea no ha habido ning¨²n accidente ¡ªinsisti¨® Jolly¡ª. Ahora hay que elegir a los titulares. Para esta prueba, tendr¨¢n que subir cuatro participantes por equipo, ?me encanta!
¡ª?Los cuatro a la vez? ¡ªdijo Toni¡ª. Yo prefiero ir solo, a m¨ª me gustan los desaf¨ªos individuales.
¡ªEsta es una prueba de equipos ¡ªexplic¨® Jolly¡ª. Los cuatro ir¨¦is amarrados en la misma tirolina. Ten¨¦is que poneros de acuerdo para llegar a la otra punta cuanto antes, y a la vez atrapar la m¨¢xima cantidad de balones posible.
¡ªLa puntuaci¨®n es muy sencilla ¡ªsigui¨® Polly¡ª. Es una carrera contrarreloj, como en los campeonatos ciclistas. El equipo que llegue en menos tiempo gana.
¡ªPero por cada bal¨®n que atrap¨¦is, se descuentan diez segundos ¡ªdijo Molly¡ª. Eso es important¨ªsimo. Si, por ejemplo, un equipo atrapa seis balones, se le descuenta un minuto entero.
¡ªO sea, que se trata de llegar lo m¨¢s r¨¢pido posible ¡ªresumi¨® Dolly¡ª. Sin embargo, a veces, compensa ir un poco m¨¢s despacio y atrapar balones. La estrategia la decide cada equipo sobre la marcha.
¡ª?Yo quiero subir! ¡ªdijo Marilyn.
¡ªPues yo le cedo mi puesto a cualquiera ¡ªdijo Angustias, resoplando.
All¨ª arriba, delante de la tirolina m¨¢s larga del planeta, ten¨ªamos que decidir qu¨¦ cuatro participantes representar¨ªan a cada equipo.
¡ªParker Parkenson es un fijo para cualquier prueba ¡ªdijo Alicia, como entrenadora¡ª. Tiene personalidad, fuerza y es un l¨ªder.
Todos asintieron, como si estuviera clar¨ªsimo.
¡ªThank you, yo dar todo por equipo ¡ªcontest¨® ¨¦l¡ª. Si poder opinar, a m¨ª gustar Helena con la hache tambi¨¦n subir en tirolina.
¡ªPor m¨ª encantada ¡ªdijo Helena.
¡ªQu¨¦ bien, adem¨¢s hac¨¦is muy buena pareja ¡ªsonri¨® Jolly.
Hubo risitas y alg¨²n aplauso.
Lo que faltaba¡
¡ªA los dem¨¢s todav¨ªa no os conozco mucho ¡ªintervino Alicia¡ª. Pero para esta primera prueba, adem¨¢s de Parker, me gustar¨ªa que participasen Helena, Camu?as y Pakete. Son del Soto Alto, como yo, y s¨¦ que van a estar muy compenetrados.
¡ªUn poco de favoritismo veo yo ah¨ª ¡ªintervino Rosaura, la mujer argentina¡ª. Debes dar cabida a todos, entrenadora.
¡ªPrometo que en las pr¨®ximas pruebas ir¨¦ alternando a los dem¨¢s ¡ªdijo Alicia¡ª. Pero para esta, dejadme que la alineaci¨®n sea la formada por estos cuatro: Parker Parkenson, Helena con hache, Camu?as y Pakete.
El resto acept¨®.
¡ªYo no me he enterado muy bien de lo que hay que hacer ¡ªreconoci¨® Camu?as¡ª. Pero intentar¨¦ hacerlo lo mejor posible.
¡ªVamos a ir los cuatro enganchados con un arn¨¦s a la tirolina ¡ªdijo Helena, se?alando la plataforma¡ª. Se trata de que lleguemos a la otra punta lo antes posible. Y al mismo tiempo, de que atrapemos la mayor cantidad de balones posibles.
¡ªLos balones¡ ?de d¨®nde saldr¨¢n? ¡ªpregunt¨® Camu?as.
¡ªNi idea ¡ªcontest¨® Helena¡ª. Han dicho que los disparar¨¢n unos ca?ones, tendremos que estar muy atentos.
Los cuatro nos preparamos.
Nos pusieron cascos, coderas, rodilleras y otros protectores.
¡ªSi nosotros caer, esto no servir de nada, ja, ja, ja ¡ªdijo Parker Parkenson.
¡ªEso es verdad, ja, ja, ja ¡ªsonri¨® Helena.
No s¨¦ de qu¨¦ se re¨ªan.
Me puse un poco nervioso.
Por un lado, iba a ser una experiencia incre¨ªble deslizarse por esa tirolina.
Pero, por otro, me asustaba un poco. Y, adem¨¢s, Parker y Helena no paraban de decir tonter¨ªas.
¡ªCuando yo empezar en f¨²tbol, mi apodo ser the bird, el p¨¢jaro ¡ªcoment¨® Parker Parkenson¡ª. Porque yo volar en porter¨ªa. Hoy¡ volver a ser p¨¢jaro, ja, ja, ja.
¡ªSomos el equipo amarillo¡ los p¨¢jaros, ja, ja, ja ¡ªremat¨® Helena.
No pod¨ªa soportarlos.
Intent¨¦ relajarme.
Deb¨ªa concentrarme en la prueba.
Los cuatro miembros de cada equipo nos acercamos al pie de la pasarela.
Segu¨ªa lloviendo much¨ªsimo, parec¨ªa que no iba a parar nunca.
En el equipo azul, vi a Anita, a un ni?o chino, otro ingl¨¦s y una argentina.
En el equipo negro, all¨ª estaba Ocho junto a tres ni?as que no conoc¨ªa de nada.
En el equipo rojo, Toni, Marilyn y dos ingleses.
Y en el equipo amarillo, Parker Parkenson, Camu?as, Helena y yo.
Las cuatrillizas anunciaron el orden de participaci¨®n:
¡ªEmpezar¨¢n los negros, es la tradici¨®n ¡ªdijo Molly¡ª. Mucha suerte, equipo.
¡ªDespu¨¦s seguir¨¢n los rojos ¡ªdijo Dolly.
¡ªLuego, los azules ¡ªcontinu¨® Polly.
¡ªY los ¨²ltimos, los amarillos ¡ªsonri¨® Jolly.
Los diecis¨¦is jugadores respiramos hondo.
Aquella enorme tirolina impon¨ªa.
¡ªAntes de empezar, solo una cosa m¨¢s, prestad atenci¨®n porque no lo voy a repetir ¡ªexplic¨® Dolly¡ª. Cada equipo tendr¨¢ una manivela en la parte derecha para detener la tirolina.
Nos fijamos atentamente: hab¨ªa una manivela colgando de la tirolina, enganchada a los cables, se ve¨ªa perfectamente.
La idea de quedarse parados, ah¨ª arriba, sobre el vac¨ªo me result¨® inquietante.
¡ªEsa manivela es fundamental ¡ªdijo Molly¡ª. Pod¨¦is detener la tirolina todas las veces que quer¨¢is. Puede ser muy ¨²til para atrapar balones, pero recordad que si os par¨¢is¡ perder¨¦is tiempo.
¡ªTendr¨¦is que buscar el equilibrio entre ir r¨¢pido y coger balones ¡ªrazon¨® Polly¡ª. No es f¨¢cil.
¡ªY lo m¨¢s importante ¡ªa?adi¨® Jolly¡ª. ?La manivela solo la puede usar el capit¨¢n del equipo! M¨¢s que nada porque el capit¨¢n es el que ir¨¢ enganchado a la derecha de la tirolina y los dem¨¢s no llegar¨¢n.
Nos miramos unos a otros.
¡ª?Exacto, ya s¨¦ que lo est¨¢is pensando! ¡ªnos anim¨® Jolly¡ª. ?Ahora ten¨¦is que elegir al capit¨¢n de cada equipo!
¡ªTendr¨¢ la responsabilidad de parar y poner en marcha la tirolina cada vez que lo considere, activando la manivela ¡ªrecord¨® Molly.
¡ªTen¨¦is que votar entre cada equipo para decidir qui¨¦n es el capit¨¢n ¡ªdijo Polly.
¡ªVamos, vamos, no hay tiempo que perder ¡ªapremi¨® Dolly.
Los amarillos nos miramos.
Demasiadas decisiones aquella ma?ana.
¡ªYo m¨ª ofrecer para capit¨¢n ¡ªdijo Parker Parkenson¡ª. Yo acostumbrado a gran responsabilidad.
¡ªPues yo tambi¨¦n me ofrezco para capit¨¢n ¡ªdije por impulso.
Me sali¨® as¨ª, sin pensar.
Supongo que estaba un poco cansado de que Parker fuera protagonista de todo.
Helena nos mir¨® a ambos.
¡ªHelena con la hache, t¨² votar a m¨ª for capit¨¢n, por favor please, t¨² ya sabes ¡ªsonri¨® Parker Parkenson.
¡ªSomos amigos y compa?eros desde siempre, Helena, supongo que me votar¨¢s a m¨ª ¡ªdije.
Helena nos mir¨® a ambos.
¡ªMe ca¨¦is muy bien los dos, pero¡ ¡ªdijo ella, pensativa¡ª. Me ofrezco yo como capitana, creo que lo har¨¦ muy bien.
Eso s¨ª que no me lo esperaba.
Ahora resultaba que ¨¦ramos tres candidatos.
Camu?as se ajust¨® la gorra.
¡ªA m¨ª me da igual, yo paso de ser capit¨¢n ¡ªafirm¨®.
¡ªGenial, entonces t¨² decides ¡ªle dijo Helena¡ª. Tu voto es el definitivo.
Camu?as nos observ¨® a los tres, dudoso.
¡ª?De verdad no me vas a votar a m¨ª? ¡ªdije¡ª. Soy tu mejor amigo.
¡ªYo te ofrecer trato ¡ªle solt¨® Parker Parkenson¡ª. Si t¨² votar a m¨ª, yo dejar que t¨² portero titular en partida de f¨²tbol.
¡ªPues yo creo que deber¨ªas votarme a m¨ª ¡ªasegur¨® Helena¡ª. Me conoces y sabes que siempre ayudo al equipo. Lo har¨¦ mejor que nadie. Tomar¨¦ las decisiones correctas.
Camu?as neg¨® con la cabeza y resopl¨®.
Parec¨ªa aturullado.
¡ªEst¨¢ bien ¡ªdijo al fin¡ª. Voto a¡