
?AMARILLO!
Levant¨¦ el bal¨®n con ambas manos.
Estaba rodeado de ni?os y adultos que corr¨ªan a mi alrededor.
¡ª?Amarillo! ¡ªgrit¨¦ entusiasmado¡ª. ?Estoy en el equipo amarillo!
Voy a ser sincero.
Me hac¨ªa ilusi¨®n por una sola raz¨®n: porque as¨ª estar¨ªa con Helena.
La busqu¨¦ con la mirada, pero no la encontraba.
Aquello era un caos tremendo.
Vi a Anita, que sujetaba un bal¨®n azul.
¡ªCreo que estoy con Felipe¡ en el equipo Tristeza ¡ªdijo, sin saber c¨®mo reaccionar.
¡ªEnhorabuena ¡ªdije, y segu¨ª adelante.
Me iba topando con ni?os de todos los equipos que corr¨ªan con sus balones.
¡ªYo no estoy de acuerdo ¡ªprotest¨® Marilyn, mostrando el bal¨®n rojo que le hab¨ªa tocado¡ª. Equipo Enfado. ?Por qu¨¦? ?Y encima me ha tocado con Toni!, y con el abuelo Benem¨¦rito¡
¡ªBueno, seguro que os lo pas¨¢is genial ¡ªdije, por decir algo.
La verdad es que no me habr¨ªa gustado estar en ese equipo.
Pero como hab¨ªa dicho Jolly, en realidad, era el bal¨®n el que eleg¨ªa a cada uno.
Segu¨ª avanzando entre la mara?a de jugadores.
Vi a Laura, nuestra alcaldesa y madre de Anita, sosteniendo un bal¨®n negro entre las manos.
¡ª?Miedo yo? ?Ja! ¡ªexclam¨®.
Tampoco ella parec¨ªa muy conforme con su color.
¡ª?El negro no es para m¨ª, soy pura energ¨ªa, alegr¨ªa y buen rollo! ¡ªasegur¨® Laura.
Laura era muy¡ en¨¦rgica.
Creo que le pegaba m¨¢s el rojo.
Sin embargo, le hab¨ªa tocado el negro y ten¨ªa que aguantarse.
¡ª?Alguien me lo cambia? ¡ªpregunt¨®.
¡ªNo se puede cambiar, si te pillan te echan del campamento ¡ªdijo Molly, agobiada¡ª. El a?o pasado echaron a dos ni?os que se intercambiaron los balones.
¡ª?El negro mola! ¡ªsolt¨® Ocho.
Tanto ¨¦l como Tomeo tambi¨¦n ten¨ªan entre las manos balones negros.
¡ªSer¨¢ porque por las noches siempre le digo a mi madre que deje la luz encendida ¡ªsuspir¨® Tomeo.
¡ªEn mi caso porque todos son m¨¢s altos que yo y muchas veces estoy un poco asustado ¡ªconfes¨® Ocho.
¡ªVamos a quedar los ¨²ltimos, ya lo estoy viendo ¡ªdijo Angustias, con su bal¨®n negro¡ª. Me est¨¢n entrando ganas de llorar.
¡ªA m¨ª tambi¨¦n ¡ªdijo Molly¡ª. Todo es horrible, seguro que nos lesionamos en el torneo y tenemos m¨¢s de un accidente y nos caemos al r¨ªo¡
Angustias y Molly se abrazaron, muy angustiados.
Al abrazo se unieron Ocho, Tomeo, dos ni?as inglesas con pecas, un chino muy delgado y un argentino con gafas enormes.
Todos con sus balones negros.
Era el equipo Miedo en plena explosi¨®n de negatividad.
¡ª?Todo va a salir fatal! ¡ªexclam¨® Angustias, que se hab¨ªa convertido en el l¨ªder de los angustiados.
¡ª?S¨ª, s¨ª, todo va a ser horrible! ¡ªcontestaron los dem¨¢s.
¡ªMe hab¨¦is convencido, chicos, va a ser espantoso, y yo voy a estar todo el mes con vosotros ¡ªsuspir¨® Laura, que era la ¨²nica adulta que parec¨ªa haber en el grupo¡ª. Madre m¨ªa, vaya campamento que me espera.
Me di la vuelta, segu¨ªa buscando a Helena.
Quer¨ªa decirle que est¨¢bamos juntos.
Que ¨ªbamos a compartir equipo.
Al girarme, me choqu¨¦ con alguien.
¡ªUpppssss ¡ªdijo¡ª. ?Ah¨ª va, tienes un bal¨®n amarillo! ?Qu¨¦ alegr¨ªa, ja, ja, ja!
Era Jolly.
Tan alegre como siempre.
¡ªS¨ª, qu¨¦ bien ¡ªdije.
¡ªVamos a pasarlo s¨²per, ya lo ver¨¢s ¡ªasegur¨®.
¡ª?Ahora qu¨¦ tenemos que hacer? ¡ªpregunt¨¦.
¡ªNada, juntarte con los de tu equipo y disfrutar, aqu¨ª todo es felicidad y alegr¨ªa y¡ ¡ªcontest¨®.
?PLAF!
?Un bal¨®n rojo le impact¨® en la cara!
Y Jolly cay¨® al suelo del golpe.
¡ªTen cuidado ¡ªdijo Dolly, recogiendo el bal¨®n¡ª. Es que te has puesto en medio¡ y, claro, te has llevado un balonazo.
Dolly y varios miembros de su equipo se pasaban el bal¨®n a lo bruto. Toni parec¨ªa disfrutar con ese grupo.
Jolly mir¨® a su hermana, suspir¨® como si ya estuviera acostumbrada y dijo:
¡ªUy, s¨ª, perd¨®n, ha sido culpa m¨ªa, je, je.
Encima de que le hab¨ªan dado un golpetazo en el rostro, era ella la que ten¨ªa que disculparse. Aquello era una injusticia.
Not¨¦ un calor que me sub¨ªa por todo el cuerpo.
¡ªOye, tambi¨¦n pod¨ªais tener cuidado vosotros ¡ªintervine¡ª, que aqu¨ª hay mucha gente y vais sin mirar, ya os vale.
Jolly se incorpor¨® y me cogi¨® de la mano.
¡ªNo digas eso, somos el equipo Alegr¨ªa, nada de enfadarnos ¡ªdijo¡ª. Nosotros siempre con buena cara.
¡ªYa, somos Alegr¨ªa, pero no somos tontos ¡ªrepliqu¨¦.
¡ªUy, qu¨¦ car¨¢cter, a lo mejor te has equivocado de bal¨®n ¡ª me sonri¨® Dolly¡ª. ?Te habr¨ªa gustado m¨¢s estar con nosotros en el equipo Enfado?
¡ªNo, no y no ¡ªcontest¨¦, apretando los pu?os¡ª. Estoy muy a gusto en el equipo Alegr¨ªa, porque soy una persona muy feliz y muy¡ alegre.
Tuve que contenerme.
La verdad es que me estaba enfadando.
Un poco.
Un poco bastante.
Para colmo, Toni dio un paso al frente y me se?al¨®.
¡ªPakete no es tan alegre como quiere aparentar ¡ªdijo¡ª. En el fondo es muy miedoso y tambi¨¦n un poco enfadica. Cuando las cosas no le salen bien, se pone de muy mal humor¡
¡ª?Que no! ¡ªle cort¨¦¡ª. ?Que yo no me enfado, dejadme en paz, que sois unos pesados! ?Y tened cuidado con la pelota!
Me miraron un poco asustados.
La verdad es que hab¨ªa pegado un buen grito.
¡ªPues nada, genial entonces ¡ªdijo Dolly¡ª. Ha quedado clar¨ªsimo que t¨² nunca te enfadas, je, je. Hasta luego.
Dolly ech¨® a correr y sigui¨® pas¨¢ndose el bal¨®n con Toni y los otros.
Una vez que se alejaron, Jolly pos¨® su mano sobre mi hombro.
¡ªNo te preocupes, es normal que te pongas as¨ª ¡ªme intent¨® tranquilizar¡ª. Todos somos una mezcla de emociones. Todos tenemos un poco de miedo, de tristeza, de enfado, pero si has cogido un bal¨®n amarillo es porque en ti predomina la alegr¨ªa.
¡ªHum ¡ªrespond¨ª.
¡ªVenga, vamos a buscar al resto del equipo, ya ver¨¢s como te animas ¡ªpropuso Jolly.
No tuvimos que buscar mucho.
Unos metros m¨¢s all¨¢, apareci¨® Alicia con un bal¨®n amarillo en las manos.
¡ª?Pakete, qu¨¦ alegr¨ªa! ?Estamos juntos en el equipo Alegr¨ªa! ¡ªexclam¨® al verme.
¡ªS¨ª, fenomenal ¡ªdije.
¡ªNo s¨¦ qu¨¦ me pasa, pero desde que he cogido el bal¨®n amarillo tengo una especie de subid¨®n y buen rollo por todo el cuerpo, ja, ja, ja ¡ªexplic¨® la entrenadora.
¡ªYo tambi¨¦n¡ m¨¢s o menos ¡ªmurmur¨¦.
¡ªSomos un equipazo ¡ªsigui¨® Alicia¡ª. Mira, tenemos jugadores del Boca, del City, del Tao Feiyu¡
Efectivamente, otros ni?os y ni?as sosten¨ªan balones amarillos cerca de nosotros.
Todos parec¨ªan encantados.
Sonrientes.
Felices.
¡ªAh, y tenemos al mejor portero infantil del mundo ¡ªsigui¨® Alicia, se?alando a un ni?o con una gorra¡ª. Alucina, es¡ ?Parker Parkenson!
All¨ª estaba:
El famoso Parker Parkenson.
Un ni?o ingl¨¦s de once a?os que hab¨ªa batido todos los r¨¦cords de precocidad.
Imbatido durante 48 partidos seguidos.
Hab¨ªa parado 55 penaltis en partidos oficiales.
Mejor portero de la liga infantil de Inglaterra.
Mejor portero del campeonato europeo.
Mejor portero del mundial infantil y juvenil.
Se rumoreaba que ya ten¨ªa firmado un contrato profesional secreto con el Manchester City.
?Era un crack!
Y sosten¨ªa un bal¨®n amarillo.
?Toma ya!
Llevaba una gorra con un enorme uno dorado que brillaba desde lejos.
¡ªI¡¯m the best goalkeeper in Manchester, Europe and the whole world, ha, ha, ha ¡ªsolt¨® como si tal cosa.
¡ªDice que es el mejor portero de Manchester, de Europa y del mundo¡ ja, ja, ja ¡ªtradujo Alicia, que parec¨ªa muy contenta.
¡ªWelcome al equipo, Parker Parkenson, m¨¢s conocido como Big Parker o The Best! ¡ªdijo Jolly, dando brincos¡ª. ?Qu¨¦ emocionante!
¡ªThank you, gracias ¡ªrespondi¨® ¨¦l¡ª. Yo ser uno m¨¢s en equipo. Todos poder llamarme a m¨ª Parker Parkerson.
¡ªQu¨¦ humilde y qu¨¦ majo ¡ªsonri¨® Alicia¡ª. Yo soy Alicia, entrenadora, encantada. Contigo en la porter¨ªa, seremos un equipo invencible.
¡ª?Un momento, un momento! ¡ªintervino alguien.
En ese instante, lleg¨® corriendo con un bal¨®n amarillo en las manos.
¡ª?Camu?as! ¡ªexclam¨® Alicia¡ª. Genial, t¨² tambi¨¦n est¨¢s en el equipo Alegr¨ªa.
¡ªS¨ª, genial, pero que conste que yo tambi¨¦n soy un gran portero ¡ªdijo ¨¦l¡ª. ?Soy el mejor portero de mi familia! ?Pod¨¦is llamarme Big Camu?as¡ o The Best Camu?as¡ o tambi¨¦n Camu?as a secas, si lo prefer¨ªs!
Parker Parkenson se acerc¨® a ¨¦l y choc¨® su mano con la de Camu?as, que se qued¨® muy sorprendido.
¡ªEncantado, Big Camunias ¡ªsonri¨® Parker Parkenson¡ª. Somos equipo Alegr¨ªa, nosotros siempre very happy¡ y siempre ganar, ja, ja, ja¡
¡ªEso, very happy ¡ªcontest¨® Camu?as¡ª. Pero ya veremos qui¨¦n es el portero titular¡ ah, y me llamo Camu?as, con e?e.
¡ªYou are very gracioso, Camunias con e?e, ja, ja, ja ¡ªdijo Parker Parkenson, que no paraba de re¨ªrse.

En ese momento, me daba igual qui¨¦n fuera el portero del equipo.
Yo solo estaba buscando a¡
¡ª?Pakete! ?D¨®nde te hab¨ªas metido?
Helena con hache surgi¨® entre una mara?a de jugadores.
Con un bal¨®n amarillo.
Mir¨¢ndome con sus enormes ojos.
¡ªEstoy s¨²per mega contenta ¡ªdijo.
¡ªYo tambi¨¦n, me encanta que estemos juntos ¡ªconfes¨¦.
¡ªClaro, claro, a m¨ª tambi¨¦n ¡ªdijo Helena¡ª. Pero me refer¨ªa a otra cosa¡ ??Has visto que Parker Parkenson est¨¢ con nosotros!? ?Es incre¨ªble! ?Parker Parkenson en persona! ?Guauuuu!
¡ªYa, eso est¨¢ muy bien¡ ¡ªempec¨¦ a decir.
Helena no le quitaba ojo al portero ingl¨¦s.
¡ª?Si es que tengo un p¨®ster suyo en mi habitaci¨®n! ¡ªexclam¨® ella¡ª. Y ahora¡ ?Vamos a jugar juntos!
Me qued¨¦ un poco cortado.
Helena estaba exultante.
Dio unos saltitos.
Lanz¨® su bal¨®n al cielo y lo volvi¨® a atrapar.
Sin m¨¢s, sali¨® corriendo, disparada.
¡ª?Hey, Parker Parkenson, soy Helena con hache! ¡ªgrit¨®, acerc¨¢ndose al ingl¨¦s.
?l choc¨® su mano con Helena.
¡ªEspa?oles todos very graciosos ¡ªcoment¨® Parker Parkenson¡ª. Camunias con e?e, Helena con hache, yo¡ Parker Parkenson con ka, ja, ja, ja.
Helena se rio con ganas de aquel chiste mal¨ªsimo.
¡ªEres la bomba, Parker Parkenson, ja, ja, ja ¡ªsigui¨® Helena.
Alicia y los dem¨¢s miembros del equipo amarillo rodearon al portero ingl¨¦s.
Le pidieron aut¨®grafos, selfis y no paraban de re¨ªr y de exclamar: ?Guau! ?Qu¨¦ simp¨¢tico! ?Me flipa tu gorra! ?Ji, ji, ji!
Estaba claro que era la gran estrella de nuestro grupo.
Camu?as y yo permanec¨ªamos un poco apartados.
¡ªNo te preocupes, r¨ªe mejor el que r¨ªe el ¨²ltimo ¡ªme dijo Camu?as¡ª. Te apuesto lo que quieras que al final ser¨¦ yo el portero titular.
¡ªNo creo, es Parker Parkenson, el mejor portero del mundo ¡ªrespond¨ª con sinceridad.
¡ªYa, la verdad es que es buen¨ªsimo ¡ªadmiti¨® Camu?as.
Hab¨ªa esperado otra reacci¨®n de Helena al descubrir que est¨¢bamos en el mismo equipo.
Pero Parker Parkenson lo eclipsaba todo.
Supongo que Camu?as estaba un poco picado porque ve¨ªa que le iba a tocar ser portero suplente.
¡ª?Todos subir a trenecito de Parker Parkenson, chuuu, chuuuu! ¡ªexclam¨® Parker Parkenson.
De inmediato, todos se pusieron detr¨¢s de ¨¦l, agarrados por la cintura, haciendo el trenecito.
Era una celebraci¨®n que hab¨ªa hecho famosa Parker Parkenson.
Cada vez que paraba un penalti o despejaba un bal¨®n dif¨ªcil, ?hac¨ªa el trenecito en el campo! Y siempre, siempre, todos los miembros de su equipo iban detr¨¢s.
Hab¨ªa un mont¨®n de fotos y v¨ªdeos en todas partes con aquel baile que se hab¨ªa inventado.
El dichoso trenecito pas¨® a nuestro lado.
¡ª?Chuuuu, chuuuuu! ?Ja, ja, ja! ?Big Parker, The Best, The One! ?Chuuuu, chuuuu!
Se lo estaban pasando en grande con aquella tonter¨ªa.
¡ªVamos, Camu?as, Pakete, no os qued¨¦is mirando como dos pasmarotes, un¨ªos al trenecito ¡ªdijo Alicia¡ª. Con esa cara de mustios parec¨¦is del equipo azul. ?Venga un poco de¡ alegr¨ªa, ja, ja, ja!
No tuvimos m¨¢s remedio que unirnos.
No hab¨ªamos marcado ning¨²n gol.
Ni hab¨ªa detenido ning¨²n penalti.
Ni siquiera hab¨ªamos empezado el torneo.
Pero all¨ª est¨¢bamos.
Celebrando algo, aunque no sab¨ªa muy bien el qu¨¦.
¡ª?Chuuuuuu, Chuuuuuuu!
Y venga risas.
No s¨¦ cu¨¢nto tiempo estuvimos haciendo el trenecito, pero se me hizo eterno.
Despu¨¦s de aquello, ayudamos a recoger la malla.
Los balones que, por lo visto, ten¨ªamos que quedarnos durante todo el campamento.
Cada uno con su bal¨®n, del color que le hab¨ªa tocado.
¡ª?El que pierda el bal¨®n ser¨¢ expulsado, m¨¢s vale que no lo perd¨¢is de vista! ¡ªadvirti¨® Dolly.
¡ª?Venga, vamos, no os retras¨¦is, que luego vienen las l¨¢grimas! ¡ªa?adi¨® el abuelo Benem¨¦rito, que parec¨ªa muy integrado.
El equipo rojo del Enfado, a pesar de que protestaban por todo, fue el primero en organizarse.
Era como si su malhumor les impulsara, o algo as¨ª.
Nosotros, sin embargo, entre el trenecito y otras celebraciones absurdas, fuimos los ¨²ltimos en llegar a todo.
El campamento funcionaba as¨ª:
Hab¨ªa dos tiendas de campa?a por equipo: una muy grande para los menores y otra m¨¢s peque?a para los adultos.
Los miembros de cada equipo dorm¨ªamos juntos.
Luego estaba la gran caba?a de piedra, donde se hac¨ªan el desayuno, la comida y la cena.
Las actividades diarias y los horarios aparec¨ªan programadas en un tabl¨®n de anuncios muy r¨²stico que hab¨ªa a la entrada de la caba?a.
A primera hora de la ma?ana se publicaba lo que hab¨ªa que hacer ese d¨ªa.
Los primeros d¨ªas no paramos ni un minuto.
Excursi¨®n al lago.
Senderismo.
Aprender a hacer una hoguera.
Clase de remo.
Nataci¨®n en el r¨ªo.
Escalada.
Explorar las monta?as.
Ah, bueno, y preparar las comidas, recoger el comedor y limpiar las tiendas todos los d¨ªas.
Fue muy¡ interesante.
Y agotador.
No era exactamente lo que hab¨ªa esperado.
Muy bonito todo, pero no hab¨ªa ni un minuto libre.
Aunque Benem¨¦rito hab¨ªa repetido mil veces que era un lugar peligroso y lleno de misterios, por ahora no hab¨ªa ocurrido nada raro.
Simplemente estaba agotado.
Y echaba mucho de menos jugar al f¨²tbol y, sobre todo, a mis otros compa?eros del Soto Alto, apenas nos cruz¨¢bamos con ellos.
Yo me pasaba casi todo el d¨ªa con Camu?as.
De la organizaci¨®n, a las ¨²nicas que ve¨ªamos era a las cuatrillizas.
¡ªPerdonad que insista, pero me gustar¨ªa hablar con alg¨²n adulto del campamento ¡ªrepiti¨® Laura varias veces.
Ellas siempre le daban largas.
¡ªSi est¨¢ todo fenomenal, ?tienes alguna queja? Est¨¢ yendo de maravilla, ?verdad que s¨ª? Todo el mundo es tan incre¨ªble y encantador ¡ªdijo Jolly.
¡ªYa, ya, pero querr¨ªa intercambiar algunas sugerencias con los responsables, como alcaldesa tengo varias propuestas ¡ªinsisti¨® Laura.
¡ªSe nota que eres del equipo negro, Laura ¡ªse lament¨® Polly¡ª. An¨ªmate, por favor, cuando alguien no est¨¢ contento, me pongo muy triste.
¡ªPues a m¨ª me entran ganas de golpear cosas ¡ªintervino Dolly.
¡ªNo os met¨¢is con la pobre Laura, encima que le ha tocado nuestro equipo ¡ªintercedi¨® Molly¡ª. Todo va fatal, lo raro es que no se haya lesionado nadie todav¨ªa, ay, ya lo veo venir¡
El caso es que ning¨²n adulto de El Tr¨¦bol asomaba por all¨ª.
Todas aquellas actividades las hac¨ªamos por grupos, con los miembros de nuestro propio equipo.
¡ªAs¨ª nos vamos conociendo, es muy importante ¡ªasegur¨® Jolly¡ª. Cuando llegue la competici¨®n, tenemos que estar muy unidos.
En el equipo amarillo ¨¦ramos diez menores y cuatro adultos.
Jolly fue elegida capitana, como era previsible.
¡ªC¨®mo sois, no me lo esperaba, ja, ja, ja ¡ªdijo Jolly, haci¨¦ndose la sorprendida.
Alicia fue haci¨¦ndose amiga de los otros mayores del equipo: un matrimonio argentino, que hab¨ªa venido acompa?ando al Boca Juniors, y una mujer china muy mayor, creo que era directora de una escuela.
Nombraron a Alicia entrenadora del grupo, era la ¨²nica que ten¨ªa experiencia en el puesto.
Lo peor fue que Helena se pasaba el d¨ªa con Parker Parkenson. Hab¨ªan hecho muy buenas migas y no se separaban.
¡ªYou are the best, Parker ¡ªle dec¨ªa Helena.
¡ªNo, no, you are the best, Helena con la hache ¡ªcontestaba Parker.
Y los dos se echaban a re¨ªr.
As¨ª discurrieron las primeras jornadas.
Pero al amanecer del quinto d¨ªa, todo cambi¨®.
Desde muy temprano, empez¨® a llover.
Much¨ªsimo.
Ca¨ªa tanta agua que parec¨ªa que el valle se iba a inundar.
La gran sorpresa lleg¨® cuando acudimos a la caba?a para desayunar.
El cartel del tabl¨®n de anuncios dec¨ªa:
?HOY EMPIEZA EL TORNEO!
TEN?IS QUE ELEGIR QU? MODALIDAD PREFER?S.
A LAS 10 EN PUNTO SE DISPUTAR? LA PRIMERA PRUEBA.
VOTAD EN EL DESAYUNO.
PROHIBIDO ABSTENERSE, TODO EL MUNDO DEBE VOTAR.
Enseguida empezaron los rumores.
Cada equipo reaccion¨® de una manera distinta.
El equipo negro estaba muy alterado.
¡ªPero ??se puede elegir la prueba!? ¡ªpregunt¨® Ocho.
¡ªYo prefiero que elijan los organizadores. ?Y si nos equivocamos? ¡ªdijo Angustias, atemorizado.
¡ªPerdonad, pero tenemos que votar entre todos ¡ªcontest¨® Molly¡ª. Ya s¨¦ que es demasiada responsabilidad, lo siento much¨ªsimo, ay.
En el equipo azul estaban a punto de echarse a llorar.
¡ª??Vamos a empezar el torneo con la que est¨¢ cayendo!? ¡ªpregunt¨® Felipe, observando las nubes¡ª. No lo han pensado bien¡
¡ªPues como elijan las tirolinas bajo la lluvia, va a ser horrible ¡ªa?adi¨® Anita¡ª. Me da mucha l¨¢stima solo de pensarlo.
¡ªA m¨ª tambi¨¦n me da pena, pero hay que votar obligatoriamente ¡ªrecord¨® Polly¡ª. Qu¨¦ tristeza tan grande.
En el equipo rojo, sin embargo, parec¨ªan muy decididos.
¡ª?Son todos unos flojos! ¡ªbram¨® el abuelo Benem¨¦rito¡ª. Por un poco de lluvia se acobardan.
¡ªSe van a enterar, les vamos a pegar una paliza ¡ªamenaz¨® Toni.
¡ªEs que ni siquiera vamos a tener rivales, vamos a arrasar, ya lo estoy viendo ¡ªzanj¨® Dolly.
Por ¨²ltimo, en el equipo amarillo hab¨ªa divisi¨®n de opiniones:
¡ªGreat! I love jugar bajo lluvia! ¡ªexclam¨® Parker Parkenson.
¡ª?A m¨ª tambi¨¦n! ¡ªasegur¨® Helena¡ª. ?No hay nada m¨¢s divertido! ?Estoy deseando empezar! ?Viva!
¡ª?Yuhuuuuu! ?Viva la lluvia! ?Y viva el torneo! ¡ªaplaudi¨® Jolly.
¡ªQue conste que yo tambi¨¦n estoy muy alegre, aunque no se note ¡ªintervino Camu?as, ajust¨¢ndose su gorra.
¡ªYo igual, a tope de alegr¨ªa ¡ªdije, intentando animarme un poco.
Ya puestos, hubiera preferido empezar por el f¨²tbol.
Pero por lo visto estaba reservado para la gran final.
Durante el desayuno hubo comentarios de todo tipo.
Y nada m¨¢s terminar, se produjo la votaci¨®n.
Por primera vez en mi vida, iba a participar en una competici¨®n jugando contra muchos de mis compa?eros del Soto Alto.
Solo faltaba por saber cu¨¢l ser¨ªa la primera prueba¡