H?RCULES
El proyecto de C¨¢mara necesita el bolsillo de Ortiz para ver la luz
El exjugador del H¨¦rcules admite que su plan de futuro es ¡°trabajar junto a la propiedad¡±. El madrile?o asegura que el due?o ¡°se lo est¨¢ pensando¡±.
El herculanismo ya conoce de primera mano el proyecto de ?lvaro C¨¢mara (Madrid, 1978). El plan del exjugador del H¨¦rcules es interesante. Basado en el romanticismo y amor por unos colores, al madrile?o le gustar¨ªa recuperar ¡°el orgullo de una afici¨®n dormida¡±. C¨¢mara, en el proyecto que tiene para el H¨¦rcules, apostar¨ªa por ¡°grandes profesionales¡± para hacer crecer el club. ¡°En el primer d¨ªa, cambiar¨ªa la ¡®H¡¯ de H¨¦rcules por humildad¡±, confes¨® el madrile?o, quien liderar¨ªa como director general, una revoluci¨®n.
Los ojos de C¨¢mara brillaron cuando habl¨® del H¨¦rcules, pero su proyecto, tan ilusionante como ambicioso, necesita el visto bueno de Enrique Ortiz para ver la luz. Tambi¨¦n el respaldo econ¨®mico del propietario porque el plan de C¨¢mara es construir ¡°junto a la propiedad¡±. Y es que el exjugador aterrizar¨ªa en el Rico P¨¦rez sin capital, sin un inversor potente que hiciese que Ortiz diese un paso a un lado. ¡°En mi cabeza nunca ha estado apartar a Ortiz. Mi idea es trabajar junto a ¨¦l. No cabe un H¨¦rcules sin Ortiz porque ¨¦l no quiere, es el due?o del club. Adem¨¢s, ¨¦l nunca ha dicho que quiera apartarse o vender el club. Igual que he intentado manifestar ilusi¨®n a todo el mundo tambi¨¦n me gustar¨ªa ilusionarle a ¨¦l y que conf¨ªe en m¨ª para que me d¨¦ las llaves del club y poder trabajar juntos¡±, confes¨® C¨¢mara, quien sigue esperando una respuesta por parte del due?o. ¡°Se lo est¨¢ pensando¡±, resumi¨® el madrile?o.
C¨¢mara quiere potenciar el f¨²tbol base para que ¡°los ni?os vuelvan a sentirse orgullosos de jugar en el H¨¦rcules¡±. Por su mente, tambi¨¦n pasa expandir el proyecto de forma interesante para que sean chavales extranjeros los que vengan a Alicante y darle forma a un H¨¦rcules C. El f¨²tbol femenino es uno de los aspectos que tiene apuntados en una larga lista repleta de buenas intenciones, pero a la que le falta capital para que Ortiz tenga alg¨²n motivo para apostar por el proyecto de C¨¢mara, uno de los ¨ªdolos de la afici¨®n.