El Madrid vuelve a mostrar su superioridad y se lleva un bot¨ªn a Valdebebas

Un quebradero de cabeza. Es lo que se ha convertido el Real Madrid de Arbeloa para el Atl¨¦tico de Fernando Torres. Si la temporada pasada fueron los rojiblancos quienes mandaron en los derbis, tanto en Liga como en Youth League, este curso hacer un gol se ha convertido en un imposible para los pupilos del Ni?o. Y necesitar¨¢n al menos dos en Valdebebas el pr¨®ximo domingo (16:00) para poder seguir aspirando a alg¨²n t¨ªtulo este curso, la Copa de Campeones.

Los blancos, campeones de Liga y Copa del Rey y que solo han perdido un partido en todo el curso, contra el AZ en Youth League, se llevan a Valdebebas un enorme bot¨ªn gracias a los goles de Nico Paz y Gonzalo que plasmaron la superioridad mostrada en los 90 minutos. El Atl¨¦tico fue un quiero y no puedo. Y eso que los rojiblancos comenzaron dejando claro que en su casa no iba a ser por falta de ganas e intensidad. Apretaba de partida y buscaba la velocidad de Abde y Denia a la contra para intentar pisar el ¨¢rea de Diego Pi?eiro. Pero nunca supo poner en excesivas complicaciones al portero blanco, bien protegido por Jacobo y Manu Serrano. Mientras, el centro del campo blanco se iba apoderando del partido.

Y no necesit¨® excesivas llegadas para dejar claro que tiene mucha m¨¢s pegada. En la primera media hora apenas se contaban ocasiones para ninguno de los dos equipos. La m¨¢s clara era de Gonzalo tras el en¨¦simo riesgo atr¨¢s rojiblanco, intentando salir jugado con demasiadas confianzas desde Esquivel. Fue tiempo de tanteo y de comenzar a encontrar las debilidades colchoneras. Y en las bandas encontr¨® su fil¨®n. Manuel ?ngel aparec¨ªa entre l¨ªneas y buscaba las subidas de Yusi para convertir la izquierda en un fil¨®n. Y as¨ª lleg¨® el gol de Nico Paz para romper la igualada. El propio Manuel ?ngel, quiz¨¢s el mejor jugador del partido, se marchaba en la conducci¨®n, superaba a tres rojiblancos y pon¨ªa el pase atr¨¢s para la llegada del argentino.

Si el golpe promet¨ªa mandar a la lona al Atl¨¦tico, ah¨ª llegaron sus mejores ocasiones, supo apretar y ganar inercia en busca del empate antes del descanso. Pero ni Bo?ar, Salim y Vasiljevic encontraron esa red que se ha convertido en tan esquiva en los derbis y m¨¢s a¨²n desde la baja de Adri¨¢n Ni?o, autor de 36 dianas en 33 partidos antes de su lesi¨®n en Mil¨¢n. Fue el espejismo y la mejor definici¨®n de la intenci¨®n sin colmillo. Tras la salida del descanso volvi¨® a dominar el Madrid, encontr¨® a Gonzalo en punta y con una vaselina consigui¨® un gran tanto para ampliar la ventaja. Un resultado que val¨ªa a los blancos y que incapacit¨® a¨²n m¨¢s a los rojiblancos, en esta ocasi¨®n sin poder de reacci¨®n.

La sensaci¨®n fue clara. Estaba m¨¢s cerca el tercero del Madrid que poder acortar diferencias. Es m¨¢s, Esquivel tuvo que dejar una gran parada en los minutos finales para evitarlo. Los de Arbeloa no necesitaron apretar en exceso, era un enorme marcador para la vuelta y no quer¨ªa correr riesgos atr¨¢s. El Atl¨¦tico volv¨ªa a ser ese quiero y no puedo. Abde sal¨ªa sustituido sin apenas generar peligro y sufriendo el que m¨¢s la baja de su socio Ni?o. Pero ninguna modificaci¨®n cambiaba el guion. Ni la entrada de Jes¨²s Fortea, aquel canterano que el verano pasado sali¨® del Atl¨¦tico a su m¨¢ximo rival y explosion¨® cualquier tipo de pacto y acuerdo en las categor¨ªas inferiores de ambos clubes.

Esas malas relaciones que llevaron al club local a vetar la emisi¨®n del partido en Real Madrid TV como la semana pasada impidi¨® a la afici¨®n rojiblanca entrar en Valdebebas en el derbi de filiales de los equipos femeninos. El domingo se decidir¨¢ una eliminatoria que parece muy decantada para el equipo blanco. Los de Torres tendr¨¢n que ir a pecho descubierto en busca de al menos dos goles cuando ya uno se ha convertido en un inalcanzable. El reciente 5-0 no es buen augurio para los colchoneros. Su nunca dejes de creer ser¨¢ m¨¢s importante que nunca para Torres. El domingo tendr¨¢ que buscar una remontada que hoy en d¨ªa parece una misi¨®n imposible. Mientras, Arbeloa sonr¨ªe en busca de un triplete cada vez m¨¢s plausible.