H?RCULES 0 - EBRO 0
El H¨¦rcules da un paso atr¨¢s
El conjunto de Rodr¨ªguez tampoco puede con el Ebro y pierde pegada, alegr¨ªa y ocasiones.
Lo de Teruel no fue un accidente. El H¨¦rcules ha dado un paso atr¨¢s. El equipo de ?ngel Rodr¨ªguez est¨¢ lejos de lo que mostr¨® en el arranque de la competici¨®n, aunque su mutaci¨®n a peor, como la euforia del inicio, haya que ponerla en cuarentena. Pero el H¨¦rcules fall¨® por segunda jornada consecutiva y tampoco pudo con un Ebro que llegaba al Rico P¨¦rez sin conocer la victoria. Lo peor fue que al equipo le falt¨® la pegada, la alegr¨ªa y las ocasiones de semanas atr¨¢s. Y eso, tras el rev¨¦s de Teruel, se magnifica el doble.
Al Ebro le bast¨® con estar ordenado para ara?ar un punto del Rico P¨¦rez. El H¨¦rcules s¨®lo estuvo cerca del gol en un par de ocasiones, sobre todo tras un tiro de Harper a la madera en el segundo tiempo. El estadio se fue molesto porque falt¨® ese gen ganador y de colmillo que se presupone en el equipo de Rodr¨ªguez. El punto, seg¨²n se d¨¦ la jornada, puede lastrar a¨²n m¨¢s al equipo blanquiazul, quien cruza los dedos para no verse muy lejos del primer puesto antes de tiempo.
El H¨¦rcules salt¨® fr¨ªo y plano al campo, como si el recuerdo de Teruel estuviese en la mente de muchos todav¨ªa. Tard¨® el equipo de ?ngel Rodr¨ªguez en adue?arse del juego, de divertirse en el campo. Cuando Eimil, Alvarito y compa?¨ªa est¨¢n espesos, el equipo lo acusa. De ah¨ª que el H¨¦rcules dejase pasar los minutos para estirarse. Y cuando lo hizo fue lejos del ¨¢rea, casi sin probar al portero del Ebro.
La primera ocasi¨®n fue del cuadro aragon¨¦s. Iv¨¢n le gan¨® la espalda a los centrales blanquiazul y dispar¨® demasiado cruzado. Este fue el ¨²nico acercamiento del Ebro, tambi¨¦n atenazado por los nervios y por su situaci¨®n en la tabla. El H¨¦rcules fue enchuf¨¢ndose al choque por impulsos, m¨¢s que por juego. Centr¨® y centr¨® al ¨¢rea sin encontrar rematador. Las ocasiones fueron escasas. Un penalti reclamado por manos de Harper y un disparo desviado de Villaca?as. Poco m¨¢s.
El segundo acto fue casi id¨¦ntico. Mucho c¨®rner y disparo sin saber si el meta del Ebro temblaba en el escenario. Harper, tras una gran combinaci¨®n con Alvarito, se encontr¨® con el palo. El punta tuvo la oportunidad m¨¢s clara a falta de media hora para el final. Dylan tambi¨¦n la tuvo con un remate que par¨® Eduardo en la l¨ªnea. Rodr¨ªguez agit¨® tarde el banquillo. De hecho, Vitoria, el otro punta que ten¨ªa en el banquillo, ni siquiera jug¨®. Y eso que el guion exig¨ªa morir con las torres arriba. El H¨¦rcules se perdi¨® entre pases horizontales, como si no tuviese prisa. En alg¨²n error, el Ebro pudo dar un susto mayor. Y encima, al margen del empate, M¨ªchel se march¨® molesto con su cambio. De la euforia se ha pasado a la preocupaci¨®n. Algo t¨ªpico en Alicante.